El ciclo de las rocas: resumen

Antes de comenzar con el resumen del ciclo de las rocas vamos a conocer, primero, cómo se forman los tres principales tipos de rocas en función de su origen:

Formación de rocas ígneas

La primera etapa del ciclo de las rocas, se inicia cuando el magma se abre camino hacia la superficie de la corteza terrestre (parte sólida más externa de la Tierra).

El magma es una materia en estado semifluido, que se encuentra bajo la superficie de la corteza terrestre. Está compuesto de silicatos (minerales que contienen silicio) y contiene gases y minerales en forma sólida en su interior. El magma se encuentra a temperaturas muy elevadas (entre los 7000 y los 1200ºC). En su camino hacia la superficie de la corteza terrestre, el magma se enfría, solidificándose, para dar lugar a una roca ígnea.

Las rocas ígneas son de dos tipos, en función de si el magma enfriado alcanza o no la superficie terrestre:

• Rocas extrusivas (lava): son las rocas ígneas que se depositan sobre la corteza terrestre a través de la actividad volcánica. También reciben el nombre de rocas volcánicas o simplemente lava, que es el nombre que se le da al magma solidificado en la superficie terrestre. Estas rocas se forman en procesos de enfriamiento del magma relativamente rápidos.
• Rocas intrusivas o plutónicas: son las rocas ígneas que no alcanzan la superficie y quedan depositadas en las grietas o cavidades de la corteza terrestre. Se forman en procesos de enfriamiento del magma muy lentos en el interior de la corteza terrestre. El lento enfriamiento del magma, en el proceso de formación de estas rocas, permite un mejor desarrollo de los cristales minerales (estructuras atómicas o moleculares ordenadas, en las que se observa un patrón de repetición que se extiende para formar una red tridimensional). La cristalización de los minerales que forman las rocas intrusivas, permite observar los distintos minerales que forman la roca a simple vista, como en el caso del granito. Estas rocas pueden alcanzar la superficie una vez formadas, por el levantamiento de la corteza terrestre o por procesos de erosión de las capas más superficiales.

Formación de rocas metamórficas

Las rocas metamórficas se forman a partir de otras rocas en estado sólido. Las rocas metamórficas tienen un aspecto laminado (están formadas por láminas de minerales superpuestas) que reflejan las altas presiones soportadas en su proceso de formación.

Se forman por cambios provocados en rocas prexistentes, debido un aumento importante de la presión y la temperatura que tiene lugar en las zonas profundas de la corteza terrestre. También pueden originarse por procesos de actividad tectónica (movimiento de las placas que forman la corteza terrestre), que generan fricciones o presiones horizontales.

Un último proceso de formación de las rocas metamórficas es el de metamorfismo de contacto, cuando los cambios que originan la roca metamórfica son debidos a la cercanía de una masa de magma en el interior de la corteza terrestre. Una vez formadas, las rocas metamórficas pueden seguir los mismos procesos que afectan a las rocas sedimentarias:

1. Pueden aflorar a la superficie por la erosión de las capas superiores o bien debido a la elevación de la corteza terrestre. Una vez alcanzada la superficie pueden incorporarse a los procesos de erosión-transporte.
2. Descender a zonas aún más profundas donde la elevada presión y temperatura, fundirá la roca convirtiéndola de nuevo en magma, que con el tiempo, dará lugar de nuevo a rocas ígneas, cerrándose de este modo el ciclo de las rocas.

Formación de rocas sedimentarias.

El proceso de formación de las rocas sedimentarias comienza cuando las rocas de la superficie terrestre sufren procesos de erosión y transporte. Los agentes naturales (cambios de temperatura, acción del agua, acción del viento), rompe las rocas en pequeños fragmentos (erosión) que son transportados y se acumulan en las llamadas cuencas de sedimentación. Las cuencas de sedimentación son áreas de la superficie terrestre que se encuentran rodeadas de terrenos más elevados. Son, por tanto lugares donde se acumulan materiales procedentes de los procesos de erosión y transporte, debido a la fuerza de la gravedad.

Las cuencas de sedimentación más importantes son los fondos oceánicos, donde se acumulan sedimentos que soportan grandes presiones por el peso de la columna de agua que tienen encima.

Los sedimentos acumulados van compactándose poco a poco y sufriendo el proceso de litificación (proceso de formación de las rocas) que recibe el nombre de diagénesis y, mediante el cual, se originan las rocas sedimentarias. El proceso de diagénesis es el conjunto de procesos físicos, químicos y biológicos que dan lugar a las rocas sedimentarias. Los principales procesos de la diagénesis son:

• Compactación: reducción del volumen del sedimento.
• Cementación: relleno de los espacios porosos, uniendo las partículas entre sí. Es uno de los procesos diagénicos más comunes.
• Recristalización: cambios en el tamaño de los cristales, su orientación o su forma; sin que se den cambios en su composición.
• Reemplazamiento: un mineral es sustituido por otro ocupando el mismo espacio que, había ocupado el mineral que estaba presente inicialmente.
• Disolución: se produce la disolución selectiva de uno de los minerales que forman el sedimento.
• Autogénesis: desarrollo de nuevos minerales dentro del sedimento.

Una vez formadas las rocas sedimentarias pueden seguir tres caminos distintos:

1. Aflorar a la superficie terrestre y volver a entrar en el ciclo de erosión-transporte.
2. Hundirse, descendiendo a las zonas profundas de la corteza terrestre, donde los cambios de presión y temperatura, provocan cambios en los minerales que darán lugar a la formación de rocas metamórficas.
3. Descender por debajo de la corteza terrestre hasta el manto superior, y fundirse para incorporarse de nuevo al magma. Cerrando de este modo el ciclo de las rocas.

Como hemos podido ver en el apartado anterior, el ciclo de las rocas no es exactamente un ciclo en el que un tipo de roca de lugar a otro de forma sucesiva, formando un proceso cerrado que acaba donde empezó. Por el contrario, el ciclo de las rocas incluye numerosos procesos de transformación en el que las rocas pueden dar lugar a más de un tipo de roca distinto.

Los procesos de transformación básicos son tres, que ya hemos comentado y que resumimos a continuación, pero pueden darse en distintos tipos de roca por lo que las transformaciones posibles entre tipos de roca se multiplican.

Transición a rocas ígneas

Formación de rocas a partir del enfriamiento del magma en su camino hacia la superficie terrestre. Una vez formadas estas rocas pueden transformarse en rocas metamórficas o sedimentarias, del mismo modo que pueden hundirse de nuevo por debajo de la corteza terrestre para fundirse de nuevo e incorporarse al magma.

Transición a metamórficas

Formación de rocas a partir de rocas preexistentes sometidas a condiciones extremas de presión y temperatura. Por tanto, este proceso puede afectar a cualquier tipo de roca.

Se trata de grandes masas rocosas asociadas a dos tipos de procesos geológicos:

• Tectónica de placas
• Metamorfismo por contacto

Transición a sedimentarias

Se da en todas aquellas rocas, ígneas, metamórficas o sedimentarias que están en contacto con la superficie terrestre, sometidas al proceso de erosión-transporte dando lugar a sedimentos, que se acumulan en cuencas de sedimentación, donde sufren transformaciones físicas y químicas para formar rocas sedimentarias.

De forma resumida puedes ver a continuación cuál es el ciclo de las rocas, en el esquema que te mostramos a continuación, donde se muestran todas las transiciones posibles entre los distintos tipos de roca y los procesos que las provocan.

Si deseas leer más artículos parecidos a El ciclo de las rocas: resumen, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Geología.