Etapas del cigoto

Etapas del cigoto
Imagen: Instagram

La primera célula que se produce después de la fecundación de un óvulo por un espermatozoide es el cigoto. En una lección anterior de unPROFESOR ya estudiamos Cómo se forma el cigoto, pero no estudiamos qué pasaba con esta célula cuando se formaba. En esta lección repasaremos brevemente las etapas del cigoto y qué procesos sigue una vez se ha formado. Si quieres saber más sobre el cigoto, ¡sigue leyendo!

Diferencia entre cigoto, embrión y feto

Como ya vimos en la lección sobre la formación del cigoto, el primer obstáculo que nos encontramos al estudiar el desarrollo temprano son preguntas como ¿cuándo exactamente un cigoto deja de serlo y se denomina embrión? ¿cuándo debemos llamar al nuevo individuo embrión y cuándo feto?

En la especie humana, estas etapas no están claramente definidas y según el autor o autores, las distinciones pueden cambiar ligeramente. En general, el cigoto es aquella célula, diploide, que se genera como resultado de la fecundación y sufre procesos de división, segmentación y blastulación, hasta producir una estructura denominada blástula o blastocisto, parecida a una pelota, de una capa de células que rodean a una cavidad llamada blastocele. Si quieres saber más de los procesos y etapas por las que pasa el cigoto, ¡sigue leyendo más abajo! En los humanos, esta etapa acaba aproximadamente una semana después de la fecundación, con la eclosión del blastocisto y el comienzo de la implantación de este en el útero materno.

Por otro lado, el embrión es aquella etapa inicial del desarrollo desde la segunda semana, aproximadamente, hasta la octava semana. Aunque su inicio no está claro, está comúnmente aceptado que la finalización de la etapa embrionaria y comienzo de la etapa fetal se produce en el paso de la octava semana de embarazo a la novena. Durante esta etapa, la blástula sufre el proceso de gastrulación por la que la masa de células se estructura en tres capas (endodermo, mesodermo y ectodermo), llamada gástrula y después comienza la organogénesis, es decir, la formación de los órganos del embrión, comenzando por el cerebro, corazón y la médula espinal y terminando con la formación total de los dedos y los párpados.

Por último nos encontramos con la etapa fetal o de feto, que va desde la octava semana de embarazo hasta el parto. Durante esta etapa, los órganos fundamentales que han empezado a formarse durante las semanas anteriores terminan de desarrollarse y aparecen otras estructuras más tardías pero igualmente importantes, el feto comienza a almacenar grasa y desarrollar ciertos reflejos como el reflejo prensil (cierre de los dedos) o el de sobresalto.

Imagen: Babygest

Desarrollo del cigoto: segmentación

Una vez se ha formado el cigoto, este comienza a dividirse, entrando en la etapa de segmentación. La segmentación es un proceso mediante el cual el cigoto, la célula formada por la fecundación, comienza a sufrir divisiones mediante mitosis sucesivas, unas tras otras. De esta forma, la primera célula se divide en dos, cada una de ellas se divide en otras dos, formando una masa de cuatro células y cada una de esas cuatro células se divide en dos, etc. Esta división sucesiva del cigoto da lugar a una masa de células llamada mórula, que en efecto se parece a una mora. Cada una de esas células que se produce mediante divisiones mitóticas y forma la mórula se llama blastómero.

Hay que tener en cuenta que, según la distribución y la cantidad de vitelo que contenga el cigoto, las divisiones durante la segmentación pueden ser simétricas o asimétricas y totales o parciales. En el caso de los humanos tenemos que recordar que el vitelo proviene exclusivamente de la madre y las divisiones se producen completamente y de forma simétrica, dando lugar a blastómeros que son todos iguales entre sí.

La mórula se va dividiendo conforme progresa por las trompas de Falopio, rodeado todavía de la zona pelúcida. Es aproximadamente al quinto día de haberse producido la fecundación, cuando la mórula tiene unos ocho blastómeros, cuando llega al cuello del útero y sigue dividiéndose hasta conseguir unas 64 células.

Imagen: Reproducción Asistida ORG

La formación del blastocisto: blastulación

Aproximadamente al quinto día después de la fecundación, tenemos una mórula formada por unas 64 células que se encuentra ya en el cuello del útero. Es ahora cuando se producen los cambios hormonales que permiten que comience la blastulación, las células se hinchan y desaparece por fin la zona pelúcida.

Primero, los blastómeros más externos se van a hacer más delgados y se unen fuertemente entre sí, formando una capa de células periféricas del blastocisto que de ahora en adelante llamaremos trofoblasto. Las células del trofoblasto formarán en un futuro la placenta embrionaria y el cordón umbilical, que permiten la nutrición y el intercambio de gases entre el feto y la madre.

A la vez que la aparición del trofoblasto, se produce la cavitación. La cavitación es un proceso por el que en los blastómeros del centro de la mórula se produce una acumulación de agua e iones y hace que aparezca una cavidad, llena de líquido a modo de globo lleno de agua, llamada blastocele.

También simultáneamente, entre el trofoblasto y el blastocele y en uno de los polos, aparece una masa de células llamada embrioblasto. Esta masa de blastómeros será la que, en un futuro, dará lugar al embrión. En esta masa de células podemos diferenciar dos capas que serán muy importantes:

  • Hipoblasto: es la capa del embrioblasto que se encuentra entre el embrioblasto y el blastocele (la cavidad de la blástula). Esta capa de células formará la parte del saco vitelino primario.
  • Epiblasto: es la capa del embrioblasto justo debajo de la anterior, que están en contacto con el hipoblasto por un lado y por el trofoblasto por otro. Esta parte del embrioblasto es adyacente a la cavidad amniótica.

Una vez formado el blastocisto, aproximadamente seis o siete días después de la fecundación, este se aproxima a la capa exterior del útero, llamada endometrio y se adhiere a él, normalmente por la zona más cercana al embrioblasto. En cuanto contacta con el endometrio, las células del trofoblasto comienzan a dividirse y comienzan a adentrarse dentro del útero. A este proceso se denomina implantación. La entrada del blastocisto en el útero no finaliza hasta una semana después, pasados 14 días desde la fecundación. Es a partir de la tercera semana, cuando el blastocisto termina su implantación, cuando algunos autores localizan el paso de cigoto a embrión.

Y con esto terminamos esta lección con las etapas del cigoto para que, así, comprendas mejor cómo es la fecundación humana.

Imagen: Slideshare

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