Ligamentos del pie

Ligamentos del pie
Imagen: Clínica CEMTRO

Los ligamentos son gruesas fibras de tejido que, aunque muy resistentes, son muy flexibles. Su función en el cuerpo es la de reforzar la unión entre los huesos, es decir, refuerzan las articulaciones. Como puedes imaginar, en el pie existen gran cantidad de articulaciones, por lo que existen gran número de ligamentos (los ligamentos que refuerzan la unión de la pierna con el tobillo, los ligamentos que unen el tobillo y los dedos del pie, etc). En esta lección de unPROFESOR veremos los diferentes grupos de ligamentos del pie y del tobillo. Si quieres saber más ¡sigue leyendo!

El pie y el tobillo

El pie es la parte final de la extremidad inferior de algunos animales, entre ellos el hombre. Gracias a su anatomía, las partes que lo componen y los movimientos que estas permiten (biomecánica), el pie es capaz de ser una estructura flexible o fija según lo necesitemos. Recuerda que el pie está formado por 26 huesos, 33 articulaciones, y más de 100 músculos, ligamentos y tendones.

El pie se une al resto de nuestro cuerpo mediante el tobillo, una articulación que permite que el pie pueda soportar y mover el resto del cuerpo sin mucho problema si las partes que forman el tobillo son las correctas y funcionan adecuadamente. Si no, se pueden dar numerosas enfermedades que pueden ser muy molestas.

En esta lección de unPROFESOR veremos los ligamentos del pie y del tobillo.

Los ligamentos del tobillo

El tobillo es una región del cuerpo debe de permitir gran cantidad de movimientos pero también debe de ser fuerte y sostener el peso del cuerpo mientras andamos. Esto hace que el tobillo sea una región formada por una gran cantidad de pequeños huesecillos y que la cantidad de articulaciones y ligamentos presentes sean mayor de los esperado.

Para poder estudiarlos, los investigadores han clasificado los ligamentos del tobillo en cuatro grupos: ligamentos colaterales mediales (tibiales), laterales (peroneos), los ligamentos del seno del tarso y los ligamentos tibioperoneos. Cada uno de estos grupos tiene una función concreta dentro del tobillo, que veremos a continuación:

  • Ligamentos colaterales mediales o tibiales. Este grupo de ligamentos tiene en su conjunto forma de triángulo y está formado por tres ligamentos: tibioescafoideo, tibiospring, tibiocalcáneo y tibioastragalino
  • Ligamentos laterales o peroneos. Este grupo de ligamentos está formado por el ligamento peroneoastragalino anterior, peroneoastragalino posterior y el peroneocalcáneo.
  • Ligamentos del seno del tarso. Este grupo de ligamentos está formado únicamente por el ligamento astragalocalcáneo y el ligamento cervical.
  • Ligamentos tibioperoneos anterior y posterior o complejo ligamentario sindesmótico tibioperoneo distal. Este complejo de ligamentos están formado por tres bandas cortas, una anterior y dos posteriores al tobillo.
Imagen: Fisioterapia Selene

Los principales ligamentos del pie

Los ligamentos del pie no son tan fuertes y poderosos como los ligamentos que componen el tobillo pero sí son más numerosos. Los ligamentos más importantes que componen el pie son:

  • Ligamento calcaneofibular
  • Ligamento talocalcáneo lateral
  • Ligamento cuneonavicular dorsal
  • Ligamento calcaneocuboideo
  • Ligamento cuboideo navicular dorsal
  • Ligamento cuneocuboideo dorsal
  • Ligamento intercuneiforme dorsal
  • Ligamento bifurcado, formado por dos haces: calcaneonavicular y calcaneocuboideo
  • Ligamento talonavicular
  • Ligamento talofibular anterior
Imagen: SportSalud

¿Se pueden lesionar los ligamentos?

Al igual que los músculos o los huesos, también podemos dañar nuestros ligamentos. Los ligamentos están formado un tejido que, aunque es muy fuerte y flexible, es poco elástico y puede dañarse relativamente fácil. Además, el ligamento es una estructura que no recibe mucho riego sanguíneo, por lo que las lesiones se reparan más lentamente a lo que lo hacen otras (como por ejemplo, las lesiones musculares).

Las lesiones de los ligamentos se pueden medir en tres niveles de gravedad:

  • Lesión ligamentaria grado I: el ligamento se alarga más de lo normal y se producen pequeñas roturas (parecidas a las que aparecen en una goma elástica demasiado vieja). Estas lesiones suelen causar algo de inflamación, y por tanto un pequeño edema, pero no impiden que la articulación pueda seguir moviéndose aunque con algo de molestia.
  • Lesión ligamentaria grado II: parte del ligamento se rompe y como producto se genera una mayor inflamación y un edema (hinchazón) más o menos importante. La estabilidad de la articulación queda comprometida y el movimiento de esta es muy limitado y doloroso.
  • Lesión ligamentaria grado III: el ligamento completo se rompe. Cuando se produce la rotura total del ligamento, la articulación queda bastante dañada y por tanto es prácticamente imposible su movimiento autónomo. Mover la articulación de manera externa produce un gran dolor y exteriormente se observa un gran edema provocado por la gran inflamación del tejido dañado.

La lesión más común de los ligamentos del pie y tobillo es el esguince, que es una lesión ligamentaria de grado I en la mayoría de los casos y II en algunos de ellos. En el 85% de los casos, los esguinces se producen por la lesión de los ligamentos peroneos. Estas lesiones no son graves y, aunque limitan la vida del paciente, se curan en una media de dos a tres semanas en el caso de los esguinces tipo I y tres a seis semanas los esguinces de grado II.

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Bibliografía

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Voegeli, A. (2003). Anatomía funcional y biomecánica del tobillo y el pie. Revista española de reumatología, 30(09).

Vázquez, T. (28 de febrero de 2017) Runner, ¿conoces tus pies? Recuperado de https://blogdelrunner.com/runner-conoces-tus-pies/