Los tipos de vértebras

Antes de conocer los tipos de vértebras que existen, vamos a descubrirte las diferentes partes de esta zona del cuerpo humano. Las vértebras son huesos irregulares, compuestos de tejido óseo y cartílago hialino. Aunque las vértebras son diferentes según la región de la columna a la que pertenezcan (torácicas, lumbares, etc.), hay un modelo básico de vértebra en la que podemos distinguir las siguientes partes:

• Cuerpo. El cuerpo de la vértebra es la región central de la misma y tiene forma cilíndrica; permite que cada una de las vértebras soporten en el peso que le corresponde.
• Apófisis articulares. Son cada uno de los salientes que tienen cada una de las vértebras para articular entre sí, unas con otras. Una vértebra típica tienen cuatro apófisis: dos ascendentes o superiores y dos descendentes o inferiores. Las apófisis está colocadas a los lados del agujero o canal vertebral.
• Apófisis transversas. Al igual que los anteriores, se tratan de salientes pero en este caso están a los lados de la vértebra.
• Apófisis espinosa. Las apófisis espinosas se encuentran en la parte posterior de las vértebras, incorporada a la misma por la lámina.
• Láminas vertebrales. Las láminas vertebrales tienen esa forma por ser láminas de hueso, más o menso cuadradas y planas, que forman la mayor parte de la parte posteolateral del agujero raquídeo. Cada una de las vértebras tiene dos láminas vertebrales, una a la derecha y otra a la izquierda.
• Canal medular. Se encuentra en el centro de la vértebra y por el canal medular compuesto por todas las vértebras discurre la médula espinal.

En la columna vertebral podemos distinguir tres regiones: región cervical, región torácica y región lumbar. Cada una de las vértebras de estas regiones tienen unas características y, dentro de ellas, algunas de las vértebras tienen características muy particulares. Si quieres saber más sobre las características de cada una de las vértebras, ¡sigue leyendo!

Imagen: Columna vertebral

Los seres humanos tenemos siete vértebras cervicales, de las cuales dos de ellas son tan diferentes al resto que tienen nombres comunes: atlas y axis. Todas las vértebras cervicales se nombran con una letra C mayúscula seguida del número que ocupan, empezando desde la cabeza; por ejemplo, la primera vértebra se llama C1 o atlas mientras que la última, que articula con la primera vértebra torácica, es la C7.

Las vértebras cervicales son más pequeñas y frágiles que las del resto de la columna vertebral. Además, su canal vertebral tiene forma triangular, su apófisis espinosa tiene dos salientes (apófisis espinosa bífida) y tiene unos agujeros transversales que permiten el paso de la arteria y la vena vertebral y los nervios simpáticos. Las dos primeras vértebras cervicales tienen características que las diferencian tanto del resto que tienen nombre propio, se denominan atlas y axis, respectivamente.

• La C1 también se denomina atlas, como en titan griego que sostiene el cielo sobre sus hombros ya que se encarga de sostener la cabeza a través del hueso occipital. Una característica clave del atlas es que carece de cuerpo vertebral y apófisis espinosa. El cuerpo vertebral se sustituye por dos masas laterales, que articulan con el hueso occipital y el axis, y que están unidas por un arco anterior y otro posterior.
• La C2 también se denomina axis. Esta vértebra tiene un proceso odontoideo (también llamado guaridas) que se extiende por la parte superior de la vértebra, desde la parte anterior de la misma. Su peculiar articulación con la vértebra anterior, atlas, hace que podamos mover y rotar la cabeza de forma independiente al torso.

Imagen: Youtube

Otro de los tipos de vértebras son las torácicas y los seres humanos tenemos 12 que se denominan como T, seguidas de un número que va del 1 al 12. Las vértebras torácicas se identifican fácilmente por tener, a los laterales, las fositas costales, tres regiones (superior, inferior, transversal) que se unen de forma laxa con la cabeza de las costillas. Además, la forma del cuerpo vertebral de estas vértebras recuerda ligeramente a un corazón y su canal medular es más redondeado que en las anteriores.

El tamaño de las vértebras torácicas es mayor que el de las cervicales, y se va incrementando conforme bajamos por la espalda. Por último, en las vértebras torácicas se pueden identificar más fácilmente los discos intervertebrales; los discos intervertebrales son unas estructuras con forma de disco compuestas por un núcleo gelatinoso rodeado de un anillo de fibrocartílago y cuya función es amortiguar el movimiento de las vértebras y reducir el rozamiento entre ellas.

De todas ellas, la vértebra T1 es la más diferente ya que posee un hecho articular completo para la inserción de la primera costilla y una cara para la mitad superior de la cabeza de la segunda costilla. Además, tiene las apófisis espinosa y transversales mucho más largas que el resto de las vértebras de esta zona.

Imagen: Ciencias naturales

Las vértebras lumbares, en los humanos, son las más grandes y robustas de toda la columna vertebral ya que tienen que soportar mayor peso que el resto. Los humanos tenemos 5 vértebras lumbares, algunas de las cuales han sufrido grandes modificaciones a lo largo de la evolución humana.

Además de por su gran tamaño, las vértebras lumbares destacan por su cuerpo en forma de riñón, su canal vertebral en forma de triángulo y sus apófisis largas y delgadas, que junto con la forma irregular de los discos intervertebrales permiten una mayor flexión y extensión de la columna vertebral.

Imagen: Slideshare

Al final de la columna vertebral encontramos dos complejos óseos: el sacro y el coxis o cóccix. En los humanos, el sacro está formado por la fusión de cinco vértebras mientras que el coxis está formado por la fusión de tres a cinco vértebras.

Esta fusión se comienza durante el desarrollo embrionario y termina durante la infancia. Al estar fusionadas, estos complejos óseos carecen de articulaciones.

Imagen: Medline Plus

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