Partes de la nariz

Partes de la nariz
Imagen: Belleza Permanente

La nariz es un órgano que nos permite respirar y percibir gran variedad de olores gracias al sentido del olfato. Además de ocupar la parte central de la cara, está encima de la boca y está conectada con ella, de modo que algunos alimentos o sustancias nocivas son olfateadas indirectamente antes de ingerirse. Por tanto, además de permitirnos respirar y oler, es también un mecanismo de defensa frente a venenos o sustancias nocivas. ¡Seguro que nunca te paraste a pensar lo importante que es tu nariz! En esta lección de unPROFESOR revisaremos las partes de la nariz y veremos qué funciones tienen cada una de ellas. Si quieres descubrir más cosas interesantes sobre este órgano ¡te invitamos a que sigas leyendo!

La nariz: parte interna y parte externa

La nariz es un órgano que se encuentra en el centro de nuestra cara y en el que, si te paras a pensar, podemos diferenciar dos partes: una parte externa, que podemos ver y queda fuera de la parte de la cara, y otra parte interna, por donde entra el aire que respiramos hasta los pulmones y por donde sale mucosidad. Es esencial para que el sistema respiratorio del cuerpo funcione de forma correcta.

En las siguientes secciones veremos las diferentes partes de la porción externa de la nariz y las diferentes partes de la nariz interna y cómo se conectan con otras partes del cuerpo como los pulmones, la boca o el cerebro.

La estructura nasal externa

Las partes de la nariz que podemos ver y que sobresalen de la cara se denominan estructura nasal externa. La nariz es una estructura formada por un armazón de hueso y cartílago recubierto por músculos muy delgados que están a su vez forrado de una fina capa de piel.

En primer lugar, los huesos de la nariz o huesos nasales forman la raíz de la misma, que une la nariz al resto de la cara. Es un conjunto de huesos que podemos palpar fácilmente ya que, a diferencia del resto de la nariz, son duros. Aunque parezca algo poco importante, la función de soporte o sostén de la raíz nasal es muy valiosa y, al ser huesos pequeños y frágiles, pueden generar problemas que pueden incluso dificultar la capacidad de respirar de la persona con deformaciones o desviaciones.

En segundo lugar, si vamos bajando hacia la punta, encontraremos la parte cartilaginosa de la nariz, que podremos diferenciar porque es menos dura y más elástica que la parte ósea. A esta parte se la denomina cartílagos triangulares o cartílagos laterales superiores. Al conjunto de los huesos nasales y los cartílagos triangulares se les llama dorso nasal o pirámide nasal, por su forma. Los cartílagos triangulares de la nariz se unen en el centro del dorso con el septum formando dos válvulas (válvulas internas) que se encargan de regular entre otras cosas el paso del aire.

Por último, ya en la punta de la nariz encontramos el cartílago alar, que forma el ápice o punta de la nariz y las alas o aletas. Su función es también de soporte pero tienen una función principal para formar válvulas externas, que regulan el paso inicial del aire desde el exterior y recubren las fosas nasales o narinas, que son las aberturas de la nariz encargadas de captar de aire y los estímulos sensoriales olfativos que nos permiten tener sentido del olfato.

Imagen: Paxala.com

La estructura nasal interna

La parte de la nariz que se encuentra dentro de la pirámide nasal y que no podemos ver a simple vista se denomina estructura o parte nasal interna. Esta parte de la nariz está formada principalmente por las siguientes estructuras: cavidad nasal, vestíbulo nasal, tabique, cornetes, bulbo olfativo y mucosa respiratoria.

En primer lugar, la cavidad nasal o techo nasal se encuentra en la parte superior de la pirámide nasal, por la parte interna de la nariz. Está formada por el etmoides y el esfenoides (dos huesos de la cara) y por debajo de la misma está el paladar de la boca.

En segundo lugar podemos encontrar el vestíbulo nasal, que se encuentra justo detrás de las aberturas de la nariz (narinas). Esta parte de la nariz está cubierta de piel con pequeñas vellosidades llamadas vibrisas, que se encargan de filtrar el polvo y otras materias que lleva el aire que respiramos. El movimiento de las vibrisas producen los estornudos, cuya función es expulsar hacia fuera de la nariz el polvo, polen o microorganismos que el cuerpo no quiere que penetren al interior de nuestros pulmones.

Seguidamente encontramos el tabique nasal, que es una mezcla de huesos y cartílago y divide a la pirámide nasal en dos partes: fosa nasal derecha y fosa nasal izquierda. Las paredes las de las fosas nasales están formadas por los cornetes. Los cornetes son estructuras que se subdividen en tabique superior, inferior y medio y están recubiertos de mucosa. Como podrás imaginar, los cornetes son los responsables de la generación del moco pero, por su forma serpenteante, también se encarga de calentar el aire antes de que entre al cuerpo.

Por último, justo encima de la cavidad nasal podemos encontrar el bulbo olfatorio. El bulbo olfatorio es una estructura que se encuentra muy relacionada con el cerebro y está muy cerca de este y se encarga de recibir lo estímulos olfatorios y trasmitir toda la información que nos permite tener olfato hasta partes superiores (más complejas) del cerebro. Estas otras partes del cerebro pueden dotar a los olores de nombre (olor cítrico o especiado) o significados (olor a niño recién nacido u olor a ropa limpia).

Imagen: Partesdel.com

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