Partes del sistema circulatorio

Partes del sistema circulatorio

El sistema circulatorio humano es un sistema encargado de transportar nutrientes y oxígeno a los tejidos y retirar los residuos y el dióxido de carbono del interior del cuerpo. Para ello, está dotado de una serie de partes o componentes.

En esta lección de unPROFESOR repasaremos las principales partes del sistema circulatorio: la sangre, los vasos sanguíneos (arterias, capilares y venas) y el corazón. Si quieres saber más sobre cada uno de ellos y cómo funcionan todos ellos, ¡te animamos a que sigas leyendo!

El corazón: la bomba del sistema circulatorio

Sin duda, una de las partes del sistema circulatorio más importantes es el corazón. El corazón realiza la función de bomba y propulsa cada día más de 7.5 litros de sangre, que recorren 96.560 kilómetros de vasos sanguíneos.

El corazón es un órgano hueco, formado por 4 cámaras o cavidades que están rodeadas de paredes muy musculosas. Pesa entre unos 250 y 300 gramos en adultos, y tiene un tamaño similar al de un puño cerrado. Está situado en la parte central del pecho, ligeramente a la izquierda; de hecho, casi dos terceras partes del corazón se sitúan en el hemitorax izquierdo.

La pared del corazón está formada por tres capas:

  • Una capa externa, denominada epicardio.
  • Una capa intermedia, llamada miocardio, formada por tejido muscular cardíaco.
  • Una capa interna, denominada endocardio.

Rodeando a estas tres capas encontramos la membrana que rodea al corazón y lo protege: el pericardio. El pericardio impide que el corazón se desplace de su posición dentro del tórax, a la vez que permite libertad para que el corazón se pueda distender y contraer.

Partes del corazón

Dentro del corazón nos encontramos con 4 cavidades: dos superiores (aurículas) y dos inferiores (ventrículos). Cada una de ellas tiene unas características y una función, muy importantes para el correcto funcionamiento del corazón. De manera general:

  • la aurícula derecha tiene las paredes delgadas ya que recibe sangre del cuerpo mediante de tres vasos: la vena cava superior e inferior y el seno coronario. La sangre fluye de la aurícula derecha al ventrículo derecho por el orificio aurículoventricular derecho, donde se sitúa la válvula tricúspide, que recibe este nombre porque tiene tres cúspides.
  • el ventrículo derecho tiene las paredes gruesas ya que ha de propulsar la sangre, que casi no tiene presión, hasta los pulmones. La sangre fluye del ventrículo derecho, a través de la válvula semilunar pulmonar, hacia el tronco de la arteria pulmonar. El tronco pulmonar se divide en arteria pulmonar derecha y arteria pulmonar izquierda y lleva la sangre a los pulmones para ser oxigenada.
  • la aurícula izquierda es una cavidad de paredes delgadas, que se localiza detrás de la aurícula derecha y forma la mayor parte de la base del corazón. Su gran tamaño se debe a que tiene que recibir gran volumen de sangre de los pulmones a través de las cuatro venas pulmonares. La sangre pasa de esta cavidad al ventrículo izquierdo a través del orificio aurículo-ventricular izquierdo, recubierto por una válvula que tiene dos cúspides válvula mitral (o bicúspide).
  • el ventrículo izquierdo posee una pared es gruesa y con trabéculas carnosas y cuerdas tendinosas. La sangre fluye del ventrículo izquierdo a través de la válvula semilunar aórtica hacia la arteria aorta, con gran fuerza.

Por tanto, podemos decir que dentro del sistema circulatorio hay dos circuitos de circulación sanguínea, que se conectan en el corazón: la circulación sistémica y la circulación pulmonar. En la circulación sistémica, la sangre pasa desde el ventrículo izquierdo a la aorta y de ahí hacia todos los órganos y tejidos del cuerpo; después, la sangre recogida regresa a la aurícula derecha. En la circulación pulmonar, se bombea sangre del ventrículo derecho a la arteria pulmonar, que se ramifica en dos direcciones, cada una de las cuales va a uno de los pulmones. La sangre se oxigena en los pulmones y salen de ellos a través de las venas pulmonares, se dirige nuevamente al corazón, entra a la aurícula izquierda y llena el ventrículo izquierdo para ser bombeada a la circulación sistémica.

Los vasos sanguíneos: arterias, capilares y venas

Los vasos sanguíneos también es una de las partes del sistema circulatorio más importantes, ya que forman una red de conductos que transportan la sangre desde el corazón a los tejidos y desde los tejidos al corazón. Estos vasos sanguíneos pueden tener tres nombres, dependiendo de su calibre y el tipo de sangre que transporten.

  • Las arterias son vasos sanguíneos que distribuyen la sangre del corazón a los tejidos. Por tanto, son vasos que transportan sangre oxigenada. Las arterias se ramifican y progresivamente en cada ramificación disminuye su calibre y se forman las arteriolas.
  • En el interior de los tejidos las arteriolas se ramifican en múltiples vasos microscópicos: los capilares. Los capilares son vasos de muy pequeño calibre que se distribuyen entre las células. Las paredes de los capilares sanguíneos es el lugar donde se produce el intercambio gaseoso. Por tanto, los capilares pueden llevar sangre oxigenada o desoxigenada dependiendo de si son capilares que entran o salen del tejido.
  • Los capilares se unen en grupos formando venas. Estas primeras venas son de pequeño diámetro, por lo que se llaman vénulas. Estas vénulas se fusionan para dar lugar a venas de mayor calibre: las venas. Las venas retornan la sangre al corazón, por lo que transportan sangre desoxigenada, rica en dióxido de carbono.
Imagen: Slideshare

La sangre

La sangre es el líquido que permite el transporte de gases, líquidos, células, proteínas, etc. a través del cuerpo humano. Está formado por dos partes: una solución coloidal (plasma sanguíneo) y una fracción celular. Aproximadamente, 2 litros están formados por células, mientras que 3 litros son plasma.

Las funciones de la sangre son diversas y muy importantes y van desde el transporte de sustancias a la transferencia térmica, acción amortiguadora, transmisión de señales (mediante hormonas) a la defensa frente a cuerpos extraños y microorganismos.

Dentro de la fracción celular de la sangre o hematocrito podemos encontrar fundamentalmente tres tipos de células: eritrocitos, leucocitos y trombocitos. Las primeras de ellas, los eritrocitos, son los que se encargan del transporte de oxígeno, gracias a su gran cantidad de hemoglobina. La hemoglobina es capaz de retener o secuestrar el oxígeno, hasta que llega a los tejidos, con gran cantidad de dióxido de carbono, donde es capaz de liberarla e intercambiarla por el dióxido de carbono.

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Bibliografía
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