Qué es un arcoíris y cómo se forma

Qué es un arcoíris y cómo se forma

Uno de los fenómenos meteorológicos que más nos sorprenden cuando los vemos es la aparición en el cielo de un arcoíris y nos llama la atención precisamente por su belleza, por la relativa poca frecuencia con la que aparecen y, sobre todos, porque apenas conocemos los motivos por los que se forman. Por eso, en esta lección de unPROFESOR hablaremos sobre qué es un arcoíris y cómo se forma. Si quieres saber más acerca de este curioso fenómeno, ¡continúa leyéndonos para saber más!

Qué es un arcoíris: explicación para niños

Un arcoíris (o arco iris) es un fenómeno óptico que aparece cuando se dan ciertas condiciones meteorológicas. El agua que se dispersa por la atmósfera da lugar a una reflexión o refracción de los rayos de luz del sol, que acaban formando un arco constituido por franjas de diferente colores que conocemos como arcoíris (lógicamente, este arco no existe de forma física, solo lo vemos).

Cuando la luz del sol atraviesa las gotas de agua, se descompone en estos colores que vemos, es por eso que los arcoíris suelen aparecer cuando llueve e inmediatamente (o simultáneamente) aparece la luz del sol que se filtra entre las nubes.

Esta luz del sol se descompone formando el arco que consta de una línea roja hacia su parte externa y una línea violeta hacia su zona interna, y por el medio se torna hacia otros colores. Estas tonalidades, aunque de distinta intensidad, normalmente son siete: el violeta, azul, cian, verde, amarillo, naranja y rojo. A veces, se puede constituir un arcoíris doble, como veremos luego.

Cómo se forman los arcoíris

Los arcoíris se forman cuando la luz del sol atraviesan gotas de agua suspendida en la atmósfera, como comentamos previamente. Cuando esta luz atraviesa la atmósfera y las gotas, se divide entre dos espacios que poseen distintas densidades (el aire y la gota de agua), de manera que el rayo de luz modifica su ángulo de trayectoria (se refracta).

Posteriormente, se refleja en una de las caras internas de la gota de agua y, cuando sale de nuevo, se refracta otra vez.

El arcoíris suele aparecer después de una lluvia o donde exista humedad en el aire, como en las proximidades de las salpicaduras de un río o por el rocío del mar y el observador tiene que estar mirando a las gotas de agua y con el sol por detrás para verlo.

Clases de arcoíris

La mayoría de las personas creen que han visto todo lo que hay que ver en cuanto a arcoíris, que es la imagen del arcoíris simple. Sin embargo, en función de las condiciones atmosféricas podemos ver una proyección distinta del arco luminoso. Entre los tipos de arcoíris que podemos observar están los siguientes.

Arcoíris primario

A veces conocido como arcoíris simple, es el más conocido de todos los arcoíris y el que todo el mundo tiene en mente. Este tipo de arcoíris se forma después de una tormenta o en lugares de agua que salpica, como puede ser una catarata, puesto que se observan cuando la luz del sol atraviesa una gota de agua. La intensidad que se observa en los siete colores del arco depende del grosor de la gota de agua que atraviese la luz.

Arcoíris secundario

A este tipo de arcoíris también se los denomina arcoíris doble y si has visto un arcoíris primario, es probable que también hayas visto uno secundario, pues se forman por detrás de estos cuando la gota de agua se refleja dos veces en lugar de una.

El arcoíris secundario es el doble de ancho que el primario, pero sus colores poseen mucha menor intensidad y suelen estar invertidos con respecto al primario.

Banda oscura de Alejandro

La llamada banda oscura de Alejandro no es un arcoíris propiamente dicho, pero se clasifica como un tipo de arcoíris por estar asociado a la presencia de arcoíris primarios y secundarios. Esta banda representa el área del cielo que se sitúa entre el arcoíris primario y el secundario y es algo más oscura que el resto del cielo.

El motivo de esta banda de cielo más oscura es que la luz reflejada del arcoíris primario ilumina el cielo interior y la luz del secundario el exterior. El resultado es que ante nuestros ojos aparece un área de cielo más oscura entre ambos arcoíris.

Arcoíris supernumerarios

Este tipo de arcoíris no aparecen con mucha frecuencia y aparecen como varios arcoíris más tenues situados en la parte más interna del primario o, en ocasiones, alrededor del secundario.

Se forman porque la luz se refleja en gotas más pequeñas y la luz que viaja por un camino distinto, pero en el interior de la misma gota.

Arcoíris rojo

Los arcoíris rojos, también llamados arcoíris monocromáticos, se forman justo después de las lluvias o durante el amanecer o el atardecer, cuando el sol está situado en un punto bajo o cerca del horizonte. En estos arcoíris, las longitudes más cortas del espectro de la luz, como el azul o el verde, se dispersan entre las moléculas de polvo y aire y permanecen escondidas en el arco de luz, lo que deja ver tan solo a los colores con las longitudes de onda más largas, como las amarillas o las rojas, pero al final se forma solo un arco de color rojo.

Arcoíris de nubes

Estos arcoíris en lugar de formarse a partir de las gotas de lluvia, se forman a partir de las gotas de agua que se presentan en las nubes y en el aire húmedo. Estos arcoíris aparecen de color blanco, dado que las gotas de agua de las nubes son más pequeñas que las de la lluvia y no consiguen reflejar a todo el espectro de la luz.

Los arcoíris de nubes poseen una mayor anchura que los arcoíris normales y es mucho más frecuente verlos formados sobre el agua. Si bien no son habituales, pueden formarse sobre la tierra solo cuando la niebla sea lo suficientemente delgada como para poder ser atravesada por la luz del sol.

Arcoíris gemelos

Aunque muchas veces son confundidos con los arcoíris dobles, no son lo mismo. Se trata de un tipo de arcoíris muy poco frecuente y se forman cuando dos arcos nacen desde el mismo punto. Las condiciones para que surjan ocurre cuando desde el cielo caen gotas grandes y pequeñas y las grandes se aplanan por la resistencia del aire, mientras que las pequeñas mantienen su forma por la tensión superficial.

Arcoíris reflejados y reflejantes

Estos arcoíris se forman sobre el agua (y no son lo mismo). Los arcoíris reflejados son más comunes y surgen cuando la luz se desvía de las gotas de agua y posteriormente se refleja en el agua, antes de que lo percibamos con la vista, mientras que el reflejante aparece antes de que la luz se desvíe en las gotas de agua y en el momento que la luz se refleja en la superficie del agua.

Ruedas de arcoíris

Estos se forma cuando las densas nubes o las lluvias impiden que veamos la luz y las gotas de lluvia no dejan ver el arco, así que lo que percibimos es algo parecido a una rueda de un carro, que consta de varios radios centrales dirigidos hacía un punto. Si las nubes se desplazan por el cielo, da la sensación de que la rueda se mueve.

Arcoíris lunares

Estos arcoíris se ven durante la noche debido a la luz de la luna. Como la luz de la luna es muy débil, este tipo de arcoíris es muy infrecuente de ver. El mejor momento para verlos son las noches de luna llena con cielos muy oscuros, cuando estos arcoíris pueden verse de colores muy opacos o blancos.

Mitos y leyendas sobre los arcoíris

Si bien existe una explicación científica a este fenómeno, a lo largo de la historia ha habido diversos mitos y leyendas sobre la aparición de los arcoíris. Por ejemplo, la tradición bíblica sugería que los arcoíris fueron una creación de Dios a una promesa hecha a Noé sobre que nunca más se desataría un diluvio universal.

También existen mitos acerca de la formación de los arcoíris. Uno de ellos, conocido como el mito de las siete mariposas, nos habla de que hace varios siglos habitaban siete mariposas en el corazón de una tupida selva, cada una de una tonalidad, representando los siete colores que forman el arcoiris. Estas mariposas eran admiradas por los habitantes del pueblo por el llamativo efecto que producían entre las plantas al levantar el vuelo.

De esta forma transcurrían los días, hasta que una noche una de ellas se hirió de forma grave con una espina. Entonces, las demás mariposas acudieron muy preocupadas en su ayuda, pero pronto constataron que el daño era irreversible y que no se podría hacer nada por salvar su vida.

Sin embargo, las otras seis mariposas no soportaban la idea despedirse de su amiga, así que rogaron permanecer por siempre a su lado, hasta que, de repente, del cielo surgió una extraña voz y les preguntó si estaban dispuestas a desprenderse de su propia vida para permanecer eternamente junto a su amiga. Sin pensarlo ni un segundo, las seis mariposas contestaron afirmativamente. Entonces el cielo fue cubierto por unas nubes negras muy espesas y una repentina tormenta cayó sobre la selva. En mitad de la tormenta y la fuerte ventisca, surgió un tornado que envolvió a las siete mariposas y las elevó hacia el cielo, hasta que ya no fue posible velas desde la tierra.

Una vez cesó la tormenta y el viento, el cielo se despejó y la luz de sol se abrió paso en él con gran intensidad. Entonces los habitantes del pueblo vislumbraron un precioso arco que iluminaba todo el cielo y enseñaba con gran belleza cada uno de los siete colores de las siete mariposas. De esta manera, el arcoíris surgió como un símbolo de la amistad entre siete mariposas que decidieron permanecer juntas hasta el final de sus días.

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