Tipos de nubes

Tipos de nubes

Todos solemos mirar al cielo a diario y ver las nubes, pero pocas personas saben lo que significan, más allá de lluvias y tormentas. Lo cierto es que las nubes pueden darnos información meteorológica interesante, puesto que existen diferentes clases de nubes, con unas características y unas condiciones de formación particulares. En esta lección de unPROFESOR te vamos a enseñas cuáles son los diferentes tipos de nubes y su significado. Si quieres saber más, ¡acompáñanos!

Qué son las nubes

Antes de hablar de los diferentes tipos de nubes, vamos a conocer su significado. En el “Manual del Observador de Meteorología” del Instituto Nacional de Meteorología, se define la nube como:

Una porción de aire enturbiada por el vapor de agua condensado en forma de gotitas líquidas, pequeñas, numerosas, en cristalitos de hielo o en esferitas congeladas o por mezcla de ambos elementos.

La OMM (Organización Mundial Meteorológica) define a las nubes como un:

Hidrometeoro consistente en una suspensión en la atmósfera de partículas minúsculas de agua líquida o de hielo, o de ambas a la vez, que en general no tocan el suelo; este conjunto puede también contener partículas de agua líquida o de hielo de mayores dimensiones y partículas no acuosas o partículas sólidas procedentes, por ejemplo, de gases industriales, de humo o polvo.

Esto quiere decir que la nube es un conjunto de pequeñas gotitas de agua suspendidas en el aire, pueden encontrarse en forma líquida o sólida como pequeños cristalitos de hielo, o formadas por ambas. Son el resultado del proceso de condensación del ciclo del agua en el planeta Tierra. Estas masas pueden ser de diversos tamaños, formas y colores, esto va a variar según distintos factores.

Las gotitas contenidas en las nubes son de tamaño muy pequeño, pueden ir de 1 a 100 micrones (tamaño de una célula). Las gotitas irán variando la forma, primero son esféricas, a medida que aumentan de tamaño van adquiriendo la famosa forma de pera o gota y cuando alcanzan un peso suficiente precipitan a la superficie terrestre en forma de lluvia, nieve o granizo.

¿Cómo se forman las nubes y cómo se clasifican?

Antes de empezar a hablar sobre los diferentes tipos de nubes también es importante saber cómo funciona el ciclo del agua en nuestro planeta.

El proceso de formación de las nubes comienza por el sol. El calor del sol no solamente calienta la superficie de la Tierra, sino que también calienta el aire que nos rodea. Cuando este aire alcanza una temperatura alta, ocurre que se hace menos denso y asciende hacia lo alto, de manera que las capas de más abajo son ocupadas por un aire que se encuentra más frío y tiene una mayor densidad.

Sin embargo, a medida que este aire más cálido asciende a mayor altitud, se va enfriando, conforme el gradiente térmico terrestre va disminuyendo. Cuando este aire llega a una capa lo suficientemente fría, se condensa en forma de vapor de agua y forma pequeñas gotas de agua y partículas de hielo que quedan suspendidas en el aire gracias a las corrientes verticales debido a su pequeño tamaño, aunque aún permanecen invisibles a nuestra vista.

Existen diferencias en cuanto a la temperatura de condensación en función del tipo de nubes, existiendo nubes que se forman a temperaturas más bajas y otras a temperaturas más altas. La temperatura de formación también influye sobre lo espesa que es una nube, siendo mayor en aquellas formadas a temperaturas más frías y en caso de ser muy baja, la nube puede estar formada por cristales de hielo. Además de esto, existen algunas nubes que dan lugar a lluvias, mientras que otras no.

Sin embargo, no solo la temperatura influye sobre la formación de las nubes, sino también el movimiento del aire. Así, las nubes formadas cuando el cielo está calmado, suelen aparecer formadas en capas o estrato, mientras que las que se forman entre vientos o con grande corrientes de aire, poseen un gran desarrollo vertical. Estas últimas suelen ser las causantes de precipitaciones y tormentas.

¿Cuáles son los 4 tipos de nubes principales?

La clasificación general de las nubes se realiza en función de la altitud a la que se forman. Así, distinguimos entre nubes altas y nubes bajas.

Nubes altas

Las nubes altas son las que se forman y permanecen a mayor altitud. Se clasifican en:

  • Cirros: los cirros son nubes transparentes, blancas y sin sombras en su interior. Debido a que se forman a una gran altitud, suelen estar formadas por cristales de hielo, que forman filamentos largos y delgados distribuidos regularmente en líneas paralelas. Se pueden observar en el cielo como si estuviera pintado a brochazos y señalan que en las próximas 24 horas puede haber un descenso de la temperatura.
  • Cirrocúmulos: son nubes en una capa continua, con una superficie arrugada y formas redondeadas. Son nubes totalmente blancas y que no presentan ninguna sombra. Suelen aparecer junto a los cirros y también señalan un cambio de tiempo en unas doce horas. Algunas veces indican una tormenta, aunque no siempre.
  • Cirrostratos: se observan como un velo en el cielo sin que se distingan muchos detalles, aunque a veces pueden presentar bordes estriados y largos. Se suelen formar alrededor del sol o de la luna. Muchas veces, se forman después de los cirros e indican que llega mal tiempo o un frente cálido.

Nubes medias

Las nubes medias son otro de los tipos de nubes. Se forman a una altitud intermedia y se dividen en:

  • Altocúmulos: nubes de tamaño medio, estructura irregular, forma de copos y pueden presentar ondulaciones en su parte inferior. Estas nubes indican que empieza el mal tiempo.
  • Altostratos: son nubes delgadas, con zonas más densas y que dejan ver el sol a su través. Muchas veces tienen aspecto de manchones irregulares. Suelen vaticinar lluvias finas como consecuencia de las bajadas de temperatura.

Nubes bajas

Son las nubes más próximas a la superficie, se distinguen las siguientes:

  • Nimbostrato: son nubes con una capas regulares y de color gris oscuro. Esto es debido a que la densidad varía a lo largo de las nubes y son típicas durante las lluvias de verano y primavera. En ocasiones, también se pueden observar durante la caída de nieve.
  • Estratocúmulos: estas nubes presentan ondulaciones similares a largos cilindros. A veces pueden tener colores grises y no suelen producir lluvias.
  • Estratos: se presentan en forma de neblina grisácea con algunos manchones opacos. En los meses más fríos, se pueden presentar durante todo el día y en primavera durante la madrugada y se dispersan durante el día. Son nubes indicativas de buen tiempo.

Nubes de desarrollo verticales

Terminamos con el último de los tipos de nubes para hablar de las de desarrollo verticales. Son nubes que presentan un mayor desarrollo vertical, son muy variables en tamaños y producen lluvias. Se distinguen:

  • Cúmulos: estas nubes presentan un aspecto más denso y marcada sombra, llegando a presentar colores grises hasta tapar el sol. Presentan una base horizontal y una parte superior con protuberancias de gran tamaño. Se forman con poca humedad y poco movimiento del aire, aunque pueden generar aguaceros y tormentas.
  • Cumulonimbos: son las nubes de mayor tamaño, apariencia masiva y mayor desarrollo vertical. Se trata de nubes muy grises y que tapan el sol por completo. Son las típicas nubes de lluvia y tormenta.

¿Cuál es la función de las nubes del cielo?

En el ciclo del agua, las nubes cumplen con una función muy importante, ya que son portadoras de minúsculas gotitas de agua condensadas en el cielo. Podría pensarse la nube como un reservorio de agua flotando en el cielo, que puede viajar grandes distancias cumpliendo un ciclo, desde que se forma hasta que se desvanece con las precipitaciones, volviendo a la superficie terrestre.

El agua es sinónimo de vida, precisamos de esta para poder vivir, el aumento de temperatura en la Tierra genera variaciones en el tiempo meteorológico y al paso de las décadas, provoca el cambio climático. Las nubes ayudan a filtrar los rayos solares y funcionan como reguladores de temperatura, además forman parte fundamental para todos los seres vivos. Las lluvias ayudan a regular las temperaturas y la cantidad de agua disponible en la superficie terrestre de las diferentes zonas geográficas, cuando pasa demasiado tiempo sin que este fenómeno suceda, se pueden ver perjudicadas las diversas poblaciones y los seres vivos sufren las consecuencias por la falta de agua.

Las nubes también cumplen una función muy importante como indicadores de la situación de la atmósfera y del tiempo meteorológico. Los especialistas a través de su observación pueden hacer una lectura de la estabilidad o inestabilidad de la atmósfera y determinar si se acercan lluvias, tormentas, vientos, u otros factores que caracterizan el tiempo meteorológico.

No solo los meteorólogos predicen el tiempo, hay otras actividades como la pesca que, desde la antigüedad, se han orientado en el cielo para poder predecir, en este caso los cambios en los oleajes y las tormentas en la mar.

¿Por qué hay nubes?

El agua tiene la capacidad de cambiar de estado según los cambios de temperaturas, por esta razón, la podemos encontrar en estado sólido, en forma de hielo, en estado líquido en distintos cursos de agua y en estado gaseoso, en forma de vapor en la atmósfera.

Las nubes surgen gracias a la evaporación del agua que forma los mares, los ríos, lagos y océanos, también al vapor de agua que proviene de la transpiración de la vegetación de la Tierra.

El vapor de agua es un componente del aire y es fundamental para mantener la vida en la Tierra. No podemos verlo, pero si podemos medirlo utilizando instrumentos meteorológicos, es un factor clave en la temperatura del ambiente.

Entonces, ¿por qué hay nubes en el cielo? Cuando la cantidad de vapor de agua en la atmósfera llega a determinados límites de presión y temperatura, pasa a condensarse en forma de minúsculas gotitas, la condensación implica el cambio de estado del agua de gaseoso a líquido, esto quiere decir que el vapor de agua presente en la atmósfera se transforma en pequeñas gotitas de agua en estado líquido o sólido (como pequeños cristales). Como se menciona en el primer párrafo, las nubes están compuestas por estas minúsculas gotitas, y se forman gracias al proceso de condensación que forma parte del ciclo del agua.

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Bibliografía
  • Marisol Andrades Rodriguez, Carmen Muñéz León. Fundamentos de climatología. Universidad de la Rioja (2012)
  • Guardiola, J. M. J. 1968. “Manual del observador de Meteorología”. Publicación del Instituto Nacional de Meteorología, INM. 22 edición SMN. Serie b.
  • León, F. M. y Quirantes, J. A. “Observación e identificación de nubes”. Meteorología y climatología. Unidad didáctica. Barcelona.
  • García de Pedraza, L y García Vega, J. “Las nubes como indicadores del tiempo” Hojas divulgadoras del Ministerio de agricultura, pesca y alimentación. Núm. 20/84 HD. Neografis S. L. Madrid.