Absolutismo: definición y características

Absolutismo: definición y características

Cada época en la historia ha tenido una forma de gobierno predominante. Un régimen político, que la mayoría de países más relevantes del momento tenían semejante entre sí. Sistemas que caracterizaban a la época, y que actualmente relacionamos con ese periodo. Uno de estos sistemas políticos es el absolutismo, y por eso hoy en esta lección de unPROFESOR vamos a hablar sobre la definición y características del absolutismo.

¿Que es el absolutismo?

El absolutismo fue un tipo de gobierno y un régimen político monárquico típico del Antiguo Régimen, es decir, el periodo anterior a la Revolución Francesa. En este sistema todo el poder residía en el rey y este poder no podía estar limitada por ninguna medida, excepto por la ley divina. Se decía que el rey tenía linaje divino, siendo la representación divina de Dios, y por tanto no estaba sujeto a las normas terrenales.

Para el absolutismo, el rey era el estado, por lo que todos los poderes emanaban de su figura, y estaban subordinados a su voluntad. El poder del rey abarcaba todos los campos de la época, por lo que también tomaba las decisiones relacionadas con el mundo religioso.

El absolutismo dominaría Europa Occidental durante tres siglos, siendo la forma de gobierno más importante de la Edad Moderna. Esto supone un cambio frente a la época anterior, donde el poder estaba compartido entre el rey y los señores feudales.

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¿Cómo funciona el absolutismo?

El absolutismo fue un sistema político propio del Antiguo Régimen, es decir, de la mayor parte de las monarquías europeas antes de la Revolución Francesa en 1789. El término absolutismo proviene del concepto de un gobierno absoluto, centralizado en la figura del rey, el cual contaba con el poder supremo, no existiendo división de poderes.

El absolutismo fue el modelo político característico de Europa entre los siglos XVI y XIX, momento en el que fue derrocado por las revoluciones liberales de forma violenta, o se fue transformando en un sistema monárquico con poder limitado. Aún así hubo regiones que mantuvieron este sistema más tiempo, e incluso algunas de las naciones actuales se pueden considerar monarquías absolutas.

En general, se considera al absolutismo como el sistema más característico de la Edad Moderna, ya que antes de ella los monarcas tenían un poder más reducido, y fue el paso a la Edad Moderna lo que trajo un aumento de poder de la figura del rey, contando con mayores poderes y dependiendo menos de la nobleza.

A esos gobiernos característicos del absolutismo se les conocía como monarquías absolutas y en ellas no había ningún tipo de organización que lidiara entre el rey y el pueblo, por lo que el monarca podía hacer lo que quisiera. La idea es que los tres poderes estaban centralizados en el rey, por lo que este podía decidir sobre todas las cuestiones.

¿Por qué aparece el absolutismo?

Para continuar con esta lección sobre la definición y características del absolutismo debemos hablar de los orígenes del absolutismo. El absolutismo fue la consecuencia directa de diferentes factores de la época que conllevaron un enorme cambio.

En los últimos años de la Edad Media aparecieron una serie de factores que hicieron necesario la creación de un nuevo sistema político, uno donde el poder estuviera más centralizado, para así aumentar la influencia del rey. Algunos de estos factores fueron los siguientes:

  • El poder de la nobleza. Durante toda la Edad Media el poder de la nobleza había sido uno de los mayores problemas del rey. Que el monarca debería contar con los ejércitos de los nobles. hacia que mucha veces estos tuvieran una gran importancia en las decisiones del rey. Con el paso a un ejército permanente la nobleza perdía poder, el cual era recuperado por el monarca.
  • La aparición de la burguesía fue otro factor importante. La aparición de una clase con un poder económico tan grande, ayudó al rey a mantener los asuntos militares sin pedir ayuda a la nobleza.
  • Otro factor fue la necesidad de un poder predominante. Los últimos años de la Edad Media fueron una época llena de conflictos, guerras y enfermedades. Se necesitaba un orden, algo que diera seguridad a la gente, y este orden fue encarnado por el poder del rey.
  • Vuelta al Derecho Romano. Se volvió a valorar la figura romana del emperador, un príncipe absoluta que uniera todos los poderes en su persona.

Todos estos factores conllevaron el fin de los regímenes absolutos de la época, y el paso al absolutismo, un sistema que conseguía arreglar todos los problemas que habían surgido en los años posteriores. Debido a esto fueron muchos los estados europeos que tomaron el absolutismo como sistema político.

Características del absolutismo

Para entender el absolutismo debemos comprender todas las características que le hacían un régimen político tan importante. Algunas de estas características son:

  • El rey tomaba todas las decisiones relevantes del estado. El monarca englobaba en su figura los poderes legislativos, ejecutivos, judiciales y administrativos. Prácticamente todas las instituciones que tenían algo de poder desaparecen o dejan de ser útiles.
  • Los nobles y el clero dejaban de tener influencia sobre las decisiones del rey. Su función era dar bienes e impuestos al monarca, para servicio exclusivo de este.
  • El rey tiene un ejército permanente, que le permite mantener el poder y entrar en conflicto con los monarcas de otros estados. Esto es diferente a la anterior época, donde el rey debía contar con los ejércitos de su nobleza.
  • El rey cobra una gran cantidad de impuestos. Estos impuestos permiten mantener el ejército permanente. Los gobernados no dan su consentimiento para pagarlos, la palabra del rey es ley.
  • La Iglesia debía responder exclusivamente a la voluntad del Papa, pero en esta época el poder que ejercía el rey sobre la Iglesia era mucho mayor que en épocas anteriores. El rey era capaz de nombrar y destituir cargos religiosos, al fin al cabo se suponía que venia de un linaje divino. El poder del Papa en el absolutismo era menor que en siglos anteriores.
  • La economía contaba con una intervención total del monarca, siendo una economía mercantil. Se debe recordar que en esta época es cuando la burguesía comenzó a tener mayor poder.
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¿Qué diferencia hay entre el absolutismo y el liberalismo?

El absolutismo y el liberalismo son dos sistemas políticos, económicos y filosóficos totalmente opuestos, por lo que es muy interesante comentar las grandes diferencias que tienen, para así comprender su relación. Por ello las grandes diferencias entre absolutismo y liberalismo son las siguientes:

  1. En el absolutismo el poder está centralizado en una sola persona, contando con todos los poderes y sin ningún tipo de división de poderes. Por otra parte en el liberalismo el poder del gobierno está limitado, siendo la soberanía popular la que debe tomar decisiones, existiendo por ello una división de poderes.
  2. En el absolutismo, los derechos y libertades están limitados, ya que los privilegios no son iguales para todos. Por otra parte, el liberalismo defiende que las personas deben tener derechos y libertades, ya que todas deben ser iguales.
  3. En el absolutismo las personas no participan en la vida política, ya que al tener todo el control el rey no es necesario que participen. Por otro lado, en el liberalismo las personas pueden votar en elecciones y tener una participación activa en la política.
  4. El absolutismo está centrado en la figura del rey, siendo un cargo dado por origen divino, y siendo por ello eterno. Por otra parte, el liberalismo se caracteriza por la república, y por ello no cuenta con la figura del rey, considerando que es la propia ciudadanía la que tiene que ocupar la figura del jefe de estado.
  5. Las clases sociales del absolutismo son por nacimiento, por lo que da igual lo que haga en una vida, no se pueden cambiar. Por otro lado, en el liberalismo se cree que las personas pueden cambiar de clase social dependiendo de su riqueza, por lo que nadie está atado para siempre a una posición.
  6. El liberalismo confía en el parlamento, siendo donde las personas elegidas por la ciudadanía crean las leyes y discuten los asuntos más relevantes para el estado. En el absolutismo el poder del parlamento es muy pequeño, sin casi ninguna autoridad.

Absolutismo en España: resumen

El absolutismo en España fue uno de los sistemas políticos con mayor presencia en toda la historia de la nación, ya que este país siempre ha estado muy relacionado con el poder de los reyes, y teniendo especial relevancia por la influencia francesa tras la llegada de los Borbones a España.

Debemos tener en cuenta que España tuvo como reyes a la familia de los Austrias y de los Borbones, los cuales contaban con formas muy distintas de gobernar, siendo los primeros de la escuela alemana, y los segundos del pensamiento absolutista francés.

Aquí te dejamos las diferentes etapas del absolutismo en España:

  1. El absolutismo en España llegó en el siglo XVI, especialmente con el reinado de Felipe II, que intentó centralizar todo el poder en su figura. Aún con ello el absolutismo de estos monarcas estaba muy alejado del absolutismo clásico, ya que ellos descentralizan el poder al entender que gobernaban una región multicultural.
  2. En el siglo XVIII tuvo lugar la llegada al trono español de los Borbones, siendo su primer representante Felipe V. Los Borbones provenían de Francia, donde el absolutismo tenía mucha más presencia, y por ello intentaron que pasará a ser el sistema político principal de España. Los Borbones centralizaron el poder en las llamadas reformas borbónicas, trayendo con ello enormes cambios para España.
  3. Con la llegada de la Ilustración, el absolutismo tuvo un serio cambio, naciendo el conocido como despotismo ilustrado. Este concepto aunaba el absolutismo y las ideas ilustradas, siendo considerado por muchos un periodo clave para que posteriormente tuviera lugar la llegada del liberalismo a España.
  4. Con la llegada de la Guerra de Independencia, el absolutismo fue perdiendo poder, ya que comenzaron a surgir los primeros movimientos liberales que pedían que el poder pasara al pueblo. Con el paso de los años el absolutismo pasó a ser un partido político más, representando a los que querían volver a las monarquías absolutas. Aún con ello el absolutismo se mantuvo con relevancia en España más tiempo que en otras naciones cercanas, dejando por ello una mayor influencia.

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