Antigua Grecia y sus ciudades

Antigua Grecia y sus ciudades

El proceso de gestación de las ciudades-estados de Grecia fue bastante largo en el tiempo, abarcando desde el II milenio a.C. hasta el siglo II d.C. momento este último en el que Grecia pasaba a formar parte del Imperio romano. A continuación en esta lección de unPROFESOR nos adentraremos en el estudio de la Antigua Grecia y sus ciudades donde veremos cómo se llevó a cabo el desarrollo con algunas de sus características más importantes.

Sigue leyendo y descubrirás la evolución de las ciudades de la Grecia y cómo, poco a poco, pasaron de ser simples palacios a espacios abiertos a una amplia población que comerciaba entre ellos.

 

La época de los palacios cretenses (2100-1400 a.C.)

En este periodo histórico vamos a encontrar una serie de palacios-estados como fueron los de Cnosos o Festo, que, aún a día de hoy, se conocen pocos aspectos de la forma de vida de estos primigenios griegos debido a que solo quedan restos de ruinas pues dichos asentamientos fueron brutalmente destruidos por invasiones futuras. Lo poco que se conoce sobre dichas ciudades o palacios nos da la idea de la autarquía en la que vivían estas, es decir, producían para subsistir sin la necesidad de tener una red comercial fuerte entre ellas.

Los palacios en sí eran un verdadero laberinto de habitáculos (esto generó leyendas como la del Laberinto del Minotauro) que guardaban en su interior el denominado Salón del Trono, lugar en el que el basileus recibía y despachaba a los mensajeros de otras naciones o tenía reuniones con su corte. Poco más se conoce sobre lo que se hacía en dichos edificios.

Mientras, la población que mantenía a estos se encontraba en unas aldeas a una distancia considerable, estas aldeas debían de cultivar los campos, además de criar ganado y realizar labores artesanales para el palacio. Una vez mandados los productos a este, se redistribuían de nuevo a la aldea dependiendo de lo dado por cada uno. Aunque pueda parecer que era una forma de vida bastante igualitaria, había personas que no trabajaban para cobrar su sustento, por lo que esto acabaría en una serie de guerras civiles entre la población de las aldeas y los mismos palacios.

Imagen: Aula de Estudios Clásicos Grecolatinos

La aparición de las polis griegas

Entre los siglos IX-VIII vamos a ir encontrando en todo el Egeo una serie de comunidades, las cuales vamos a poder relacionar con las ciudades estado de la Antigua Grecia. Durante este periodo de tiempo y estudiando los restos arqueológicos que hay, encontraremos como de los núcleos pequeños de población que habían aparecido entre la desaparición de los palacios cretenses y minoicos en el siglo IX se van a ir uniendo políticamente, pasando a ser la aldea el asentamiento de las nuevas ciudades que comenzaban a surgir.

Así comenzaremos a ver que dentro de estas empezaron a verse templos y de nuevo la figura del palacio, apareciendo por tanto la figura del rey, estos reyes eran los jefes de la guerra y los representantes del pueblo en su política exterior. La diferencia con la época pasada es que encontraremos un comercio más estable, en el cual necesitaban de la ayuda de las demás polis para poder mejorar, es decir, que aunque eran autónomas, pues la producción de alimentos les bastaba para no morir de hambre, necesitaban de otros productos que ya no estaban a su alcance (en este caso encontraremos como algunas ciudades se especializaban en cerámicas, otras en joyas y otras en exportadoras de elementos de construcción como era el mármol). Algunos ejemplos de polis fueron Esparta y Atenas.

Entre los siglos VII-VI encontraremos una gran crisis que casi llevó de nuevo a la disgregación de las ciudades griegas, esto se dio por la pugna que había entre los monarcas y los aristócratas (los cuales querían más poder), y lo que llevó a los mismos aristócratas a una serie de asesinatos para acabar con estos. Será el momento por el cual encontraremos el auge de los senados, en el cual de forma democrática se elegían a los gobernantes, donde en algunos casos se podían convertirse en dictadores/tiranos admitidos por el pueblo, pues estos hacían cosas buenas para los campesinos para mantenerse en el poder, restándole poder a la nobleza.

El siglo II a.C. será cuando las polis griegas dejen de ser autónomas, pues será Alejandro Magno el que cree un Imperio unificando todo este conglomerado de ciudades que solo se unían de vez en cuando para enfrentarse a un enemigo común. Tras la muerte de este, el Imperio fue dividido, pero las polis nunca volvieron a tener el poder de decisión que tenían con anterioridad.

En esta otra lección de unPROFESOR te descubrimos una biografía breve de Alejandro Magno para que conozcas mejor a este emperador.

Concepto de las ciudades-estados y partes en la que se dividían

Estas aparecieron sobre los siglos VIII a.C. y son la mejor definición de la civilización griega, pues era el centro político y cultural de la población griega. Cada una de ellas era independiente de la otra y denominaba extranjeros a todo aquel que no perteneciera a ella. A pesar de su autonomía, eran conscientes de pertenecer a una misma civilización, esto venía dado por la lengua y la religión (las cuales eran comunes).

Las rivalidades entre estas fue lo que originaría la Guerra del Peloponeso, lo cual permitió a Filipo II y a su hijo Alejandro Magno unificar el territorio, pasando a ser considerado un Imperio. Por lo que respecta a la división de las polis griegas podríamos decir que esta se caracteriza por tener:

  • Acrópolis: era una fortaleza elevada, la cual era usada en caso de asedio para resguardarse del enemigo. También sería el sitio donde encontraremos los edificios económicos, políticos y religiosos.
  • Ágora: como el centro neurálgico, donde encontraremos la actividad comercial, cultural o pública.
  • Muralla: delimitaba el final de la ciudad, tanto era así que todos los que vivieran fuera de estas, no eran considerados ciudadanos

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