Arte Románico: contexto histórico

Tras la caída del Imperio Romano de Occidente en el 476 da comienzo una época de decadencia y falta de unidad religiosa y política como consecuencia de la migraciones de los pueblos bárbaros y su asentamiento en Europa Occidental, mientras que en la oriental actuaba como barrera el Imperio Bizantino, fortalecido durante el gobierno del emperador Justiniano (482-565). La inestabilidad fue una constante de esos siglos, siendo la ocupación de la Península Ibérica por los musulmanes en 711 la aparición de una nueva cultura. Una civilizaciones enfrentadas, pero también en contacto y con un notable intercambio cultural

Asimismo, la ocupación de la península ibérica por parte de los musulmanes, a partir del año 711, supuso la entrada en contacto de civilizaciones muy dispares que, con el tiempo, terminarían produciendo una fecunda síntesis cultural.

En ese mundo, el saber del mundo clásico se mantuvo gracias a las órdenes monásticas, siendo la Iglesia la promotora del arte y la cultura. Un arte religioso que, en el caso del Románico, también en la aristocracia a otro de sus valedores. Así, el arte sirvió para adoctrinar a las clases más bajas y analfabetas y poner de manifiesto el poder de las clases dominantes, el clero y la aristocracia.

Para conocer mejor cuál es el contexto histórico del arte románico tenemos que saber que, durante el siglo X al XII, asistimos a los siguientes fenómenos:

• La superación del terror del año 1000 sin que se viviesen los terribles castigos divinos que se habían profetizado desataron una ola de agradecimiento que se materializó en un deseo de renovación espiritual. Tras el esplendor vivido en la Francia de Carlomagno, Europa se vio asolada por una serie de epidemias, hambrunas y las invasiones de normandos, húngaros y musulmanes Una situación de conflicto, desastres e inseguridad en la que fue tomando fuerza una profecía sobre la llegada del Apocalipsis en el año 1000. El miedo se generalizó por toda Europa pero, al no tener lugar ese anunciado fin del mundo, ni tampoco pasar nada tras el año 1033, se dio paso a un sentimiento de agradecimiento y piedad. Un deseo de agradecer y celebrar a Dios expresado en múltiples actos colectivos de fe y en la construcción de edificios religiosos: templos y monasterios. Unos edificios en los que la visión del Juicio Final se convertirá en una de las escenas más repetidas y, en muchas ocasiones, protagonistas en los pórticos de acceso.
• La Iglesia está en la cúspide de una sociedad teocéntrica siendo dueña de parte de los recursos productivos y abanderando fenómenos como las peregrinaciones, las Cruzadas o la fundación de órdenes monásticas.
• Las órdenes monásticas se convierten en centros de espiritualidad y focos culturales, artísticos y económicos. Son responsables de la difusión de este estilo artístico. Una de las órdenes más destacadas fue la orden benedictina, protagonista de ese deseo de renovación y unificación. Esta orden fue inspirada por Benito de Nursia y tendrá como centro el monasterio de Cluny, fundado a comienzos del siglo X. Los elementos básicos del arte románico se plasmarán en Cluny y desde allí se dará a conocer ese nuevo estilo arquitectónico.
• Cluny también fomenta las peregrinaciones y hará del nuevo estilo arquitectónico una manifestación de su influencia. Así, se despierta el interés por peregrinar a los lugares santos, desde Tierra Santa a Roma o Santiago de Compostela, para poder visitar las reliquias santas. Las rutas de peregrinación ayudaron a internacionalizar el románico, además de potenciar el comercio y el enriquecimiento cultural. Gracias a las rutas de peregrinación y a las expediciones militares para liberar Tierra Santa también llegó a Occidente la influencia del arte de Oriente, especialmente el arte bizantino.
• Una mejoría de la situación económica gracias a la optimización de los medios de producción y una época de estabilidad política.
• Se fortalece el poder de la aristocracia al controlar los medios de producción gracias a su poder militar y al control de las clases bajas. El feudalismo establece una sociedad estamental muy jerarquizada en la que se mantiene una relación de dependencia y servidumbre del pueblo con las clases altas.
• También da comienzo el proceso de urbanización gracias al incremento de los intercambios comerciales y a la huida de la población campesina hacia las antiguas ciudades como forma de huir de la feroz presión de los señores feudales.
• El Feudalismo es otro de los factores que definen el contexto histórico del Románico ya que fue el sistema político, social y económico que predominó durante gran parte de la Edad Media, esto es, desde el siglo IX al XV. Este sistema se caracterizó por organizar la sociedad según relaciones de vasallaje entre un señor feudal y sus vasallos.
• Las Cruzadas, iniciadas a finales del siglo XI, también constituyeron otra de las características del tiempo del Románico. Etas expediciones, hasta cuatro, fueron organizadas por los reinos cristianos del Occidente europeo. La primera cruzada tuco lugar en 1095 y fue convocada por el papa Urbano II. El edificio del Santo Sepulcro de Jerusalén, de origen romano, fue reformado por los Cruzados a mediados del siglo XII, y fue modelo para muchas de las iglesias erigidas en Occidente, especialmente aquellas vinculadas a las órdenes militares .

Entre los hechos históricos que marcaron la aparición y constituyen el contexto histórico del Románico se destacan:

Las Cruzadas

Las Cruzadas dieron comienzo en 1095 y fueron campañas militares de soldados de Europa occidental con el objetivo de recuperar Jerusalén y Tierra Santa de manos de los musulmanes. La II Cruzada (1145-1148), organizada por el Papa y los nobles europeos, tenía como objetivo reconquistar la ciudad de Edesa, mientras la tercera (1189-1192) constituyó una Cruzada de los Reyes para reconquistar Tierra Santa de manos de Saladino, gobernantes del mundo islámico, sultán de Egipto y Siria.

Las peregrinaciones

Las cruzadas supusieron un gran enriquecimiento artístico y cultural al intensificar los contactos de los cristianos con otras culturas y conocer estilos como el bizantino. El interés por los lugares santos como Jerusalén o Belén o lugares donde se veneraban reliquias de santos como Santiago de Compostela fueron el origen de las peregrinaciones y la construcción de iglesias y edificios religiosos.

La fundación de órdenes monásticas

Las primeras construcciones románicas se llevaron a cabo en el norte de Italia y en Francia, difundiéndose desde allí al resto de Europa. Una eclosión y extensión que vino de la mano de la expansión de las órdenes religiosas como Cluny (910) o el Císter (1098) y la construcción de sus monasterios e iglesias. Así, la Iglesia, los nobles, los reyes y los monasterios promovieron la construcción de grandes obras, siendo afrontadas por artesanos y artistas anónimos.

Un arte eminentemente religioso hecho para gloria de Dios y fomentar los valores de la nueva sociedad feudal. Una sociedad cristiana y guerrera que impulsó una reforma, la Reforma Gregoriana (1073), que trató de erradicar la relajación moral del clero y construir nuevos edificios siguiendo un nuevo estilo constructivo.

Para conocer la historia del arte románico es importante que conozcamos su aparición y división. Y es que el arte románico tuvo su origen en Francia e Inglaterra, desarrollándose de manera exponencial en el primero de los países. Así, Francia se convirtió en foco de un arte eminentemente religioso.

Según los expertos, el Románico se puede dividir en tres períodos:

• Primer Románico o Protrorrománico (finales del siglo X – último tercio del siglo XI)
• Pleno Románico (último tercio del siglo XI – mitad del siglo XII).
• Románico Final o Tardorrománico (mitad del siglo XII – mitad del siglo XIII).

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