Caravaggio: obras más importantes

Caravaggio: obras más importantes

Michelangelo Merisi, Caravaggio (Milán, 1571-Porto Ercole, 1610) fue un pintor barroco italiano cuya pintura se destaca por inspirarse en la realidad y utilizar técnicas tenebristas para introducir dramatismo y expresividad. Su estilo revolucionó la pintura en su momento, influyendo también tanto en numerosos artistas del siglo XVII como, por ejemplo, Velázquez, y en artistas actuales como el pintor Francis Bacon, el fotógrafo LaChapelle o el director de cine Martin Scorsese.

En esta lección de unPROFESOR.com te ofrecemos una selección de las obras más importantes de Caravaggio para acercarte a uno de los artistas más impactantes y revolucionarios de la historia del arte.

Características de las obras de Caravaggio

La obra de Caravaggio está enmarcada dentro del arte barroco, pero su estilo fue tan poco convencional como su vida, llena de riñas y pendencias.

Entre las principales características de su obra se destacan:

  • Caravaggio observa la naturaleza e introduce en sus cuadros todos los detalles, inclusos los más nimios, que aprecia en sus modelos, sin detenerse en el estudio académico del dibujo.
  • Se inspiró en la gente de la calle, convirtiéndose estos en sus modelos, haciéndoles posar para sus cuadros. Algo nada habitual en su época.
  • Se detiene también en los detalles de los objetos, revolucionando también el género de los bodegones o naturalezas muertas.
  • También fue innovadora la forma en la que utilizó la luz. Así, convierte la luz en un elemento dramático, empleándola para crear claroscuros e imprimir fuerza en lo que se quiere narrar e involucrar al espectador.
  • Aunque hubo un momento de búsqueda de sus cuadros durante las primeras décadas del siglo XVII, a partir de mediados de ese siglo se fue olvidando y volviendo al clasicismo. Su figura se recuperó a mediados del siglo XX.

Baco (1595), una de las obras más importantes de Caravaggio

Baco es una obra en la que Caravaggio representa al dios griego del vino como un adolescente italiano del siglo XVII. Algunos críticos han apuntado que puede tratarse de un autorretrato del propio pintor como Baco y que pudo utilizar un espejo para pintarlo, algo que se apoya en que el personaje lleva la copa en la mano izquierda y hay un pequeño reflejo de Caravaggio con un pincel en la mano.

En esta obra, Caravaggio huye de la belleza idealizada del Renacimiento y sus cánones para optar por el realismo, copiando del natural y sin preparación previa. Baco es un joven del pueblo representado como Baco y a la manera clásica con hojas de parra y uvas en el pelo, sin que haya un paisaje y representándole junto a una mesa de piedra con un pequeño bodegón con una copa de vino, un bol de fruta y una jarra de cristal con vino tinto.

Baco ofrece su copa al espectador y toda la disposición es fruto de uso de un complejo sistema de espejos que utilizaba Caravaggio para pintar.

Los Músicos (1595), otra obra importante de Caravaggio

Caravaggio pintó esta obra para su primer mecenas, el cardenal Francesco del Monte, un hombre con gusto por la música, una de las artes que despertaba la admiración y el aplauso de los mecenas de la época.

En esta obra, Caravaggio representa a un grupo de jóvenes músicos, uno de ellos el propio pintor, ubicado a zona centro de la derecha. Caravaggio mira al espectador fijamente, mientras el resto de los músicos están concentrados preparando el concierto que van a interpretar. En un segundo plano se puede ver una especie de Cupido que se encarga de coger un racimo de uvas.

Una obra llena de sensualidad y erotismo alejada de la concepción platónica de la música en aquella época, concebida como símbolo del amor virtuoso.

Cesto con frutas (1596)

Cesto con frutas es otra de las mejores obras de Caravaggio. Es una creación muy representativa de Caravaggio al ser uno de los pintores que más contribuyó a hacer de la naturaleza muerta un género estrella entre los pintores del Barroco.

Un cuadro muy controvertido, siendo objeto de numerosas interpretaciones a hilo de haber incluido Caravaggio fruta muy madura y con gusanos. Una pintura que recuerda al tema del paso del tiempo y la caducidad de las cosas, recurriendo también Caravaggio a un trampantojo para crear la ilusión de que la fruta vaya a caerse en cualquier momento hacia el espectador.

Cabeza de medusa (1597)

Esta es una de las obras más representativas de Caravaggio. Está pintada sobre un escudo ceremonial presentado a Fernando I de Medici.

Caravaggio pintó la obra sobre lienzo para pegarla después sobre tabla en forma de escudo. En ella representó a la Medusa, bestia mitológica cuya cabeza fue cortada por Perseo. Se consideró una de las obras más sangrientas del pintor.

 

Muerte de la Virgen (1606)

Está considerada como una de las obras más importantes de Caravaggio, siendo un encargo de un abogado papal como decoración de una capilla de su propiedad, no aceptándose a final por considerarse poco decorosa al mostrar a la Virgen fallecida sobre unas tablas y con las piernas desnudas.

Una imagen que resultaba provocativa para la época, llegando a comentarse que había tenido como modelo a una prostituta ahogada en el río Tíber. La obra de Caravaggio nos introduce en una habitación oscura, en línea con el tenebrismo utilizado por pintor, iluminando la escena un foco de luz que cae sobre el rostro de la Virgen.

Una obra llena de realismo y alejada de la visión idealizada imperante.

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Bibliografía
  • CASTELLOTTI, Marco Bona. La paradoja de Caravaggio. Encuentro, 2011.
  • GRAHAM-DIXON, Andrew. Caravaggio: una vida sagrada y profana. Taurus, 2012.
  • HIBBARD, Howard. Caravaggio. Routledge, 2018.
  • LANGDON, Helen. Caravaggio. Random House, 2012.