Escepticismo: representantes principales

Escepticismo: representantes principales

En esta lección de unPROFESOR te descubrimos a los principales representantes del escepticismo, una corriente filosófica cuyos representantes son Antístenes, Pirrón de Elis, Sexto Empírico, Timón el Silógrafo, Estilpón de Megara o Luciano de Samósata. Ya en la modernidad, se puede incluir en este movimiento a pensadores como David Hume o Inmanuel kant. En cuanto al escepticismo en la filosofía contemporánea, podemos citar a Michel Foucault. Para este pensador, la verdad, tiene que ver con el poder, y el lenguaje, sería un instrumento de dominación y control, a través del cual, se puede manipular a la población.

¿Hay una verdad objetiva, o la verdad, depende de las condiciones sociales, culturales y políticas en un espacio y un tiempo determinado? Muchos filósofos contemporáneos piensan que no hay una verdad objetiva, sino que se toma por verdadero todo lo que ayuda a perpetuar este enorme mecanismo de control que es la sociedad. La voluntad individual, se anula así, y se pierde dentro de la sociedad, que condiciona toda relación entre sujeto y objeto.

Si quieres saber más acerca del escepticismo y de sus principales representantes, sigue leyendo este artículo de unPROFESOR. Empieza la clase! Atentos!

El escepticismo, la verdad y el conocimiento

Pilatos entonces le dijo a Jesús:

¿Así que tú eres rey? Jesús respondió: Tú dices que soy rey. Para esto yo he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz. Pilato le preguntó: ¿Qué es la verdad?”

La palabra escéptico viene de skeptikós, que deriva de skeptesthai (examinar, investigar). Así, los skeptikoi, son “los que examinan” o “los que investigan”. El escepticismo consiste en ir más allá de lo que se acepta comúnmente, verdadero. El conocimiento, depende del sujeto, y no del objeto, y por lo tanto, no hay posibilidad de conocimiento seguro.

El escepticismo es una doctrina que se opone a cualquier tipo de dogmatismo. La actitud propia del escéptico es la de aquel, que duda de todo lo que se toma como verdadero, si no hay evidencias para afirmar que esto es así.

En la Grecia antigua el escepticismo nace como una corriente del pensamiento que defiende que la verdad no existe, y de ser así, el ser humano no podría llegar a conocerla. La duda, para los escépticos, no es un lugar de reposo, como en Kant, sino de morada. Dudan de todo, pero no niegan nada. No existe la verdad ni la falsedad.

También se diferencia de la duda cartesiana, ya que no consiste en un método para llegar a la verdad. Sencillamente, no creen que tal verdad, clara y distinta, objetiva, exista. Practicaban la epojé o suspensión del juicio, a través de la cual, podrían alcanzar la ataraxia, ausencia de pasiones o paz mental.

Kant dejó muy claro que el sujeto es quien determina al objeto y no al revés y que solo se puede conocer, a partir de las formas puras de la sensibilidad (todo lo que existe, existe en un espacio y en un tiempo) y el entendimiento (discursivo), las ordena (síntesis racionalismo y empirismo). Entonces, esto significa, que la verdad, depende del sujeto, que se siente afectado por el objeto, modificado. Lo único que puede conocer el ser humano es lo que está situado en el espacio y el tiempo. Fuera de la experiencia, no es posible conocimiento alguno.

Gorgias de Leontinos (485m- 380 a.C), el padre del escepticismo

El escepticismo nace en el siglo V a. C con Gorgias, el sofista, quien aseguraba que “nada existe” o que en caso de existir, no se puede conocer. A partir de una cadena de secuencias lógicas llegó al escepticismo más radical en su concepción de la existencia.

Fue alumno discípulo de Empédocles, de quien tomó muchas ideas y teorías. Platón escribió una obra sobre su pensamiento, “Gorgias o Sobre la Retórica”. En esta obra, trata de demostrar como los argumentos del sofista, no son más que oratoria.

Te respondo, Sócrates, que el arte de la retórica es la habilidad para persuadir en los tribunales de justicia y en otras asambleas, y sobre lo justo y lo injusto”. Sería la respuesta de Gorgias.

Pirrón de Elis (360- 270 a. C.), fundador de la escuela pirrónica

Pirrón de Elis es otro de los representantes del escepticismo. Conoció a Alejandro Magno y, junto a él, tuvo la oportunidad de conocer diferentes culturas. Su relativismo y escepticismo es, en buena parte, consecuencia de esto.

No digas `Así es´, sino `Me parece que es´.

El fundador de la escuela pirrónica lleva la doctrina al campo de la moral, y así, afirmaba que no existen las acciones buenas o malas. Además, negaba los primeros principios o silogismos aristotélicos, razón por la que su filosofía, fue rechazada por la escolástica.

Frente al socrático “Solo sé que no sé nada” , Pirrón afirma “Ni siquiera sé que no sé nada.”

Imagen: Slideshare

Timón el Silógrafo (c. 320-230 a. C.), discípulo de Pirrón

Discípulo de Pirrón y de Estilpón de Megara. Todo lo que se conoce de él es gracia a la obra de Diógenes Laercio, Vidas, Opiniones y Sentencias de los Filósofos más Ilustres,donde asegura que Timón era tuerto.

Era un hombre solitario y amante de la naturaleza. De hecho, Jerónimo Peripatético decía de Timón:

Como entre los escitas disparan flechas tanto los que huyen como los que los siguen, así entre los filósofos unos cazan los discípulos siguiendo y otros huyendo, como Timón”.

Dioscórides de Chipre, Nicoloco de Rodas, Eufranor de Selencia y Praulo de Tróade, estuvieron entre sus discípulos.

Sexto Empírico (c. 160-210), el máximo representante del pirronismo

Sexto Empírico es el máximo representante del escepticismo pirroniano o pirronismo. En su obra Esbozos Pirrónicos, recoge todas las ideas de Pirrón. defiende la imposibilidad de conocimiento alguno, no solo en relación a la moral, sino que niega el conocimiento científico.

Define el escepticismo de la siguiente manera:

Es la facultad de oponer de todas las maneras posibles las representaciones sensibles o fenómenos y las concepciones inteligibles o noúmenos; y de ahí llegamos, por el equilibrio de las cosas y de las razones opuestas (isostenía), primero a la suspensión del juicio (epoché) y, después, a la imperturbabilidad (ataraxía)

Imagen: Emaze

Antístenes, el “perro”, fundador de la escuela cínica y escéptico radical

Antístenes es otro de los representantes del escepticismo y, de entre todos ellos, tiene la ideología más radical. La filosofía, asegura, no existe. Su escepticismo se refleja en sentencias como la siguiente:

Si te casas con mujer hermosa corres el riesgo de que termine por pertenecer a más de uno; y si la escoges fea, se tornará una carga”.

Luciano de Samósata (125-181), el último escéptico de la Antigüedad

Luciano es uno de los principales representantes de la literatura satírica de todos los tiempos. No es de extrañar, que la hayan salido imitadores hasta hoy. De él se conserva buena parte de su obra en prosa, que se recoge en el Corpus Lucianeum.

Así se define en su obra “El pescador

Odio a los impostores, pícaros, embusteros y soberbios y a toda la raza de los malvados, que son innumerables, como sabes... Pero conozco también a la perfección el arte contrario a éste, o sea, el que tiene por móvil el amor: amo la belleza, la verdad, la sencillez y cuanto merece ser amado. Sin embargo, hacia muy pocos debo poner en práctica tal arte, mientras que debo ejercer para con muchos el opuesto. Corro así el riesgo de ir olvidando uno por falta de ejercicio y de ir conociendo demasiado bien el otro”.

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Bibliografía

Laercio, D. Vidas, Opiniones y Sentencias de los Filósofos más Ilustres. Ed. Maxtor. 2008