Escultura en el Romanticismo: autores y obras

Escultura en el Romanticismo: autores y obras

La estética del Romanticismo llegó más tarde dentro de la escultura, ya que los escultores continuaron expresándose según el lenguaje estético neoclásico y las enseñanzas académicas. No se podía hacer escultura sin haber sido nombrado escultor por la Real Academia, perviviendo así el academicismo por encima de las nuevas tendencias artísticas. Así, perdurará en la escultura el modelo clásico, evolucionando lentamente hacia el romanticismo y mostrándose un estilo ecléctico o moderado.

En esta lección de unPROFESOR.com te ofrecemos una selección de autores y obras de la escultura en el Romanticismo para que descubras a los artistas más destacados del movimiento.

¿Qué es la escultura del Romanticismo?

Los escultores fueron introduciéndose lentamente en el Romanticismo, experimentando poco a poco y plasmando emociones para ir acercándose a la estética romántica. Una estética especialmente notable en determinados temas como los históricos y heroicos.

Los escultores homenajearán a figuras del pasado, ubicándose estas figuras en espacios públicos como forma de mantener su memoria viva. Así, los escultores comienzan a recibir nuevos encargos de monumentos conmemorativos, esculturas funerarias y decoraciones para edificios.

Entre los escultores más destacados del Romanticismo se destacan los escultores franceses al ser de los primeros y convertirse en referentes para el resto de los escultores europeos, convirtiéndose Francia en líder de la escultura Romántica.

Este liderazgo arranca desde el Salón de 1831, momento en el que, aunque se mantiene un lenguaje clásico, los escultores franceses fueron realizando una mayor variedad de trabajos y materiales como, por ejemplo, el bronce, mucho más dúctil.

François Rude (1784-1855), uno de los artistas románticos más conocidos

Rude fue uno de los principales representantes de la escultura en el Romanticismo.

Fue un artista que se comprometió políticamente con Napoleón, creando la imagen del héroe en esculturas como el relieve de “La partida de los voluntarios en 1792” o “La Marsellesa” (1835) en el Arco de Triunfo, una de las obras más destacadas del Romanticismo. Una obra que plasma el espíritu nacional francés, simbolizando la Libertad, con gran dinamismo y una fuerte tensión dramática.

Una obra en la que existe ya un sentimiento romántico de exaltación de los valores del pueblo francés revolucionario.

Pierre-Auguste David D’Angers (1788-1856), medallista y escultor más importantes del Romanticismo

David D’Angers fue un escultor especializado en retratos en medallones. Un escultor romántico que modela retratos de forma expresiva, siendo considerado más un poeta que un escultor por la delicadeza de su trabajo.

D’Angers llevó a cabo numerosas esculturas funerarias, además de llevar a cabo la escultura de Rouget de Lisle, autor de la letra de La Marsellesa.

Otra de sus obras más destacadas es el Monumento al General Gobert en el cementerio del Pére Lachaise, la escultura Filipemen herido en el Panteón de París. Además, realizó más de 500 medallones y bustos y esculturas en mármol como el busto de Honoré de Balzac.

Antoine-Louis Barye (1796-1875), escultor realista

Barye es otro de los autores de la escultura del Romanticismo. De hecho, es el representante de la escultura del Segundo Imperio, ya que fue un escultor realista que gustaba de la temática animalista en bronce.

Llevó a cabo numerosas esculturas de animales en la que plasma vitalidad y movimiento. Así, Barye deja a un lado los temas clásicos y obtiene el éxito en el Salón de 1835. Se le considera el padre de la escuela animallier, escultores especializados en esculpir animales.

Entre las obras más destacadas de Barye se encuentra Tigre devorando un gavial, siendo los felinos uno de los animales más representados.

Honoré Daumier (1808 - 1879), un gran caricaturista

Terminamos este repaso a los autores de la escultura en el Romanticismo con Daumier, un pintor y escultor especializado en realizar caricaturas de personajes de la época en arcilla.

Sus figuras se conservan en el Museo d’Orsay en París y se hicieron realmente populares. Los bustos también se conservan en bronce, pero se convirtieron en una idea de lo más revolucionaria y original al caricaturizar en arcilla, algo más rápido que hacerlo en mármol o pintura.

Si deseas leer más artículos parecidos a Escultura en el Romanticismo: autores y obras, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Historia.

Bibliografía
  • ALMAZÁN, Sagrario Aznar. La escultura del siglo XIX. 2010.
  • ARNAU SOLSONA, Adrià. La renovación de la escultura figurativa en el cambio de siglo XIX-XX. 2015.
  • AZCUE BREA, Leticia, “La escultura española durante el Romanticismo: continuidad y cambios”, en El Arte de la era Romántica (Francisco Calvo Serraller Dir.), Fundación de Amigos del Museo del Prado, Madrid, 2012, pp. 335-364
  • HAZARD, M. Paul. Las relaciones entre la literatura i las artes: durante el primer período del romanticismo francés (1815-1830). En Anales de la Universidad de Chile. 1927. p. ág. 516-548.
  • JAMES, Henry. Daumier, caricaturista. Historias, 2007, no 66-67, p. 3-14.
  • KRAUSS, Rosalind E. Pasajes de la escultura moderna. Ediciones Akal, 2002.
  • PAGANO, José León. El romanticismo en las artes plásticas. Verbum, 1931, vol. 24, no 79, p. p. 1001-1014.
  • TOMAN, Rolf (ed.). Neoclasicismo y romanticismo: arquitectura, pintura, escultura, dibujo 1750-1848. Konemann, 2000.