Estoicos en la filosofía: definición y características

Estoicos en la filosofía: definición y características

En esta lección de unPROFESOR, daremos una definición sencilla del término estoico y explicaremos cuáles son las principales características de esta corriente de la filosofía que apuesta por la “vida digna de ser vivida” como base de la vida feliz, algo que incluye, además de la imperturbabilidad del espíritu, una cierta independencia del mundo exterior, pero sin renunciar por ello a la preocupación por el resto de los seres humanos y por la vida pública.

El fundador de esta escuela filosófica fue Zenón de Citio, en el año 301 a.C, cuando empezó a impartir sus enseñanzas en la stóa o pórtico, de ahí el nombre. Si quieres conocer la definición y características de los estoicos en la filosofía, ¡sigue leyendo esta lección!

Qué son los estoicos en la filosofía: definición

El estoicismo es una escuela filosófica fundada por Zenón de Citio en el año 301 a. C y que propone una doctrina filosófica basada principalmente en una disposición de espíritu, la apatía y que es similar a la ataraxia, el ideal de los epicúreos y los escépticos. La apatía va a permitir el equilibrio emocional necesario para ser felices. Esto consiste en disminuir la intensidad de los deseos y pasiones humanas y en fortalecer el alma, frente a las circunstancias adversas, es sinónimo de tranquilidad y paz espiritual y es lo que va a permitir al ser humano alcanzar la felicidad.

Y en este sentido la disciplina es fundamental, el dominio de las pasiones. Es necesario, por tanto, moderar los apetitos humanos, aprender a aceptar los males de la vida y renunciar a los deseos cuando estos no puedan hacerse realidad.

Un mal presentimiento es una conmoción de la mente repugnante a la razón, y en contra de la naturaleza”. Zenón de Citio.

Diferencia entre estoicos y epicúreos

Pero, ¿en que se diferencia el ideal estoico, la apatía, de la ataraxia epicúrea y escéptica? La diferencia más importante entre estas dos predisposiciones del alma, se encuentra en que la apatía, apuesta por la eliminación de las pasiones y deseos para una vida feliz, mientras la ataraxia promueve la fortaleza espiritual frente al dolor corporal y las circunstancias adversas. Pero al final, los dos estados llevan a lo mismo, la total indiferencia o la imperturbabilidad de espíritu.

El pensamiento debe ser más fuerte que la materia, y la voluntad más poderosa que el sufrimiento físico o moral”. Zenón de Citio.

La apatía, como la ataraxia, llevan a la libertad, entendida esta como la ausencia de las pasiones, afectos y apetitos. Pero también libertad ante la influencia de los demás o ante las circunstancias adversas. La apatía, implica, además de un total de control de todo lo que puede perturbar la vida, y por tanto, hay que tener el valor suficiente y la inteligencia, para renunciar a las pasiones, para controlar la voluntad. La apatía supone, también, prescindir de los bienes materiales a fin de alcanzar la vida plena y feliz.

El estoicismo fue muy popular en el período helenístico, sobre todo entre las élites romanas, y su declive coincide con el auge del cristianismo. Entre los estoicos más destacados están Epicteto, Séneca, o el Emperador romano Marco Aurelio.

Cada cual es tan desgraciado como imagina serlo”. Seneca.

6 características de los estoicos en la filosofía

A continuación vamos analizar las características del estoicismo para que puedas conocer mejor en qué se diferencia del resto. Son las siguientes:

1. Vivir conforme a la naturaleza

El filosofía estoica asocia la felicidad con vivir conforme a la Naturaleza, lo cual supone aceptar el propio destino. Solo lo que depende de uno mismo, es susceptible de definirse como bueno o malo, y lo contrario, será totalmente indiferente. Vemos, pues, que la moral, es lo que se opone a lo indiferente. Porque solo la intención depende del ser humano. El resto, depende de la naturaleza, de los demás.

2. Indiferencia ante las circunstancias adversas

La vida y la muerte, la salud y la enfermedad, el placer y el sufrimiento, han de ser totalmente indiferentes al ser humano, dado que no depende del mismo. Estos son cosas del destino, y por lo tanto, no han de preocuparle.

No procures que lo que sucede suceda como lo quieres, sino quiere que lo que sucede suceda como sucede, y serás feliz”. Epicteto.

3. Responsabilidad de la propia vida

Todos los seres humanos son responsables de su propia vida, si bien separa aquellos campos de la misma que dependen de ellos, de los que no dependen. Las personas solo tienen poder sobre ellas mismas.

Todos mis bienes están conmigo”. Seneca.

Hasta este punto es importante la intención moral, que se convierte en el fundamento de la ética estoica.

4. Fortalecimiento individual

La moral estoica se dirige al fortalecimiento del cuerpo y el alma, educarlo para que pueda soportar el dolor, el hambre, la privación de libertad, en definitiva, del propio destino.

5. Aceptación del propio destino

Para el estoico, es necesario tomar conciencia de la situación del ser humano, trágica, principalmente, por que su vida, no depende de él, sino de las circunstancias. Es decir, está condicionado por su propio destino.

Nada en la vida depende de su voluntad, salvo la intención, por ello, ha de mostrarse indiferente ante las adversidades. Quien no sabe esto, vivirá entre la angustia de no ver satisfechos sus deseos y el deseo de acumular bienes materiales. Solo aceptando el propio destino, se puede alcanzar el grado de coherencia necesario, el punto el que el pensamiento y la acción coinciden, esto es, es prefecto estado de paz, de imperturbabilidad, de serenidad, de apatía.

6. Vivir el momento presente

Lo anterior lleva al ser humano a vivir la experiencia presente, porque el pasado ya no está, ya se fue, y el futuro es incierto, es por tanto, absurdo, preocuparse. No tienen sentido, por tanto, preocuparse por la muerte, ya que esta es inevitable.

Imagen: proyecto de filosofía

¿Cuál era la filosofía de los estoicos?

La filosofía de los estoicos es la filosofía estoica. Una escuela filosófica fundada por Zenón de Citio en Atenas a principios del siglo III a.C y que trata de alcanzar la felicidad mediante la virtud moral (areté) y la serenidad (ataraxia). Los estoicos pensaban en vivir de acuerdo con la razón y en armonía con el universo. Un universo gobernado por el logos, un principio divino que se encuentra en todo.

Así, los estoicos proponen una visión del mundo en el que todo se puede pensar mediante un una ética personal basada en un sistema lógico y según una ley de relación de causa y efecto. El universo entero se estructura de manera racional, incluso si no somos capaces de comprender cómo es dicha estructura.

Y si bien no podemos controlar lo que acontece en ese universo, sí que somos capaces de controlar la forma en la que pensamos. De esta manera, y según los estoicos, el ser humano debía optar por una forma de ser autocontrolada, tolerante y disciplinada, siendo ésta la manera de alcanzar una armonía y un camino hacia la felicidad.

Origen del estoicismo en la filosofía

El estoicismo, también conocido como zenonismo al ser fundado por Zenón de Citio (336-264 a.C), filósofo de origen fenicio, es una de las escuelas filosóficas de la Antigua Grecia. Además de su fundador, en el estoicismo se destacan figuras como las de Cleantes de Aso (331-232 a.C) y Crisipo de Solos (281-208 a.C).

El nombre de estoicismo procede del término Stoa Poikile, “pórtico pintado” en griego antiguo, y hace referencia al pórtico situado al este del Ágora de Atenas y punto en el que Zenón se reunía con sus discípulos.

Fases del estoicismo

Esta corriente de pensamiento fue muy popular en la antigua Grecia y tuvo hasta tres fases diferentes:

  • estoicismo antiguo
  • estoicismo medio
  • estoicismo nuevo

Después de hacerse un hueco en Atenas, el estoicismo se expandió por el Mediterráneo, llegando a Roma, desarrollándose así una extensión denominada el estoicismo romano. Un movimiento que tuvo como principales representantes a Panecio, Posidonio, Séneca, Epícteto y Marco Aurelio, alcanzando estos autores más relevancia y popularidad que los propios estoicos griegos al haberse conservado más obras de los estoicos romanos que de los griegos.

¿Cuáles son los principales representantes del estoicismo?

Entre los principales representantes del estoicismo nos detenemos en la figura de su fundador: Zenón de Citio.

Fundador del estoicismo, Zenón es la figura clave el movimiento. Tras sufrir un naufragio en las cercanías del Pireo, Zenón llegó a este puerto y, tras quedar impresionado por la lectura del libro Memorabilia de Jenofonte, se convirtió en discípulo de Crates de Tebas, un filósofo cínico, pero no consiguió hacerse al estilo de vida propugnado por esta escuela y terminó por formar la propia en el Ágora de Atenas, en el Pórtico Pintado. Este lugar era un espacio público y cualquier persona podía asistir a las clases de Zenón, difirenciándose en esto de la Academia de Platón o el Liceo de Aristóteles, recintos privados y solo accesibles para unos pocos.

Su filosofía estuvo muy influenciada por los presocráticos, sobre todo por Heráclito, además de por la moral de los cínicos y la epistemología platónica. La filosofía fue para Zenón una forma de vida y dividió en filosofía lógica, física y ética. En la lógica se enmarcaban los estudios sobre retórica, gramática y percepción humana, sirviendo estos estudios para establecer un criterio que ayudase a dilucidar la verdad.

Por lo que respecta a la física, esta disciplina investigaba la naturaleza y cómo estaba constituida, defendiendo los estoicos el materialismo al identificar el ser con la materia. Y en la ética, Zenón optó por una vida basada en la razón y en la armonía del ser humano con la naturaleza.

Obras de Zenón de Citio más importantes

Entre sus principales obras se destacan:

  1. República
  2. Sobre la vida conforme a la naturaleza
  3. Sobre la naturaleza humana
  4. Sobre las emociones
  5. Sobre el deber
  6. Sobre el derecho
  7. Sobre el universo
  8. Cuestiones pitagóricas
  9. Problemas homéricos

El estoicismo tuvo un momento de resurgimiento en el siglo XVI, el neoestoicismo. Un nuevo movimiento que aunaba el estoicismo antiguo con elementos del cristianismo. Este nuevo estoicismo tiene como principal representante a Justo Lipsio (1547-1606). Este autor renovó el estoicismo clásico en su obra De constantia, siendo un libro muy influyente en el pensamiento de filósofos como Kant, Leibniz, Spinoza, Adam Smith o Rousseau.

7 principios del estoicismo

Todos los principios del estoicismo tienen como principal objetivo alcanzar la felicidad mediante la virtud moral y la serenidad. Entre estos principios fundamentales se destacan los siguientes:

  1. La virtud es el bien supremo y el ser humano ha de aspirar a alcanzar esa virtud interior, teniendo presente que elementos como el éxito, el dinero o el placer no son ni positivos ni negativos en sí mismos.
  2. La felicidad, el conocimiento y la virtud son una misma cosa y son bienes incondicionales.
  3. El ser humano ha de ser también indiferente hacia esos elementos externos y buscar siempre la ataraxia o indiferencia e imperturbabilidad ante ellos, superando y aceptando de manera incondicional todos los acontecimientos .
  4. El espíritu estoico ha de ser autocontrolado, sereno y disciplinado para hacer frente tanto a los buenos tiempos como a las desgracias. Solo esa actitud lleva al ser humano a la libertad.
  5. Es importante vivir en armonía y de acuerdo con la razón. El universo está regido por el logos, un principio divino que rige todas las cosas, y es fundamental vivir en armonía con ese universo. Hay que evitar las distracciones del mundo y renunciar al deseo, al miedo y a la ambición.
  6. Para los estoicos, la naturaleza del ser humano queda reflejada en cómo actúa y no en aquello que dice.
  7. Por último, para los estoicos no existe la suerte ni la casualidad, solo la causalidad, esto es, todo ocurre por algo.

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Bibliografía
  • Elorduy, E. (1970). El estoicismo. Arbor, 77(300), 315.
  • Salles, R. (2006). Los estoicos y el problema de la libertad. UNAM.
  • Daraki, M., & Romeyer-Dherbey, G. (1996). El mundo helenístico: cínicos, estoicos y epicúreos (Vol. 12). Ediciones AKAL.