En esta lección de unPROFESOR te ofrecemos una definición filosófica de estructuralismo. Esta corriente se desarrolla en Francia, a mediados del siglo XX, y está influenciada por los conocidos como maestros de la sospecha, término que se usa para hablar de Freud, Nietzsche y Marx. Al igual que ellos, los filósofos estructuralistas intentan descubrir, las estructuras que se esconden y fundamentan toda realidad, así como las interacciones que se dan entre las mismas y que son las que la determinan, y eliminando de la misma la sustantividad que la filosofía anterior le otorga. Si quieres saber más sobre la corriente estructuralista continua leyendo esta lección.
Qué es el estructuralismo filosófico
El estructuralismo es un movimiento filosófico que defiende un enfoque muy distinto al de los filósofos anteriores, y así, se opone al historicismo, al humanismo, al esencialismo, a la fenomenología, al existencialismo, etc. Esta corriente busca las estructuras que se ocultan tras el significado, que se produce y se reproduce a través de distintos actuaciones, que aportan la significación, en la que se unen significante y significado. Así, estos filósofos estudiarán los distintos ritos religiosos, los juegos, las formas de ocio, los textos…
Se puede considerar a Saussure el fundador de este movimiento ya que su obra se dedica a buscar la estructura profunda del lenguaje, aquello que permanece oculto en el acto de hablar. Al analizar el lenguaje se pueden adoptar dos puntos de vista: un enfoque sincrónico y otro diacrónico. Estos dos son diferentes, pero al mismo tiempo se complementan. El primero estudia la lengua en el tiempo, en la historia. Un ejemplo de estudio sincrónico lo tenemos en la gramática, ya que se centra en las reglas del lenguaje. El segundo estudia las evoluciones del lenguaje, como lo hace la lingüística comparada, por ejemplo. Esta oposición también se encuentra en Roland Barthes, Jean-Paul Sartre, Jacques Lacan o Giorgio Agamben.
Significante y significado solo están unidos de manera arbitrario y el habla, no es más que un mero accidente del lenguaje. Y esto es válido para cualquier otra disciplina. Así, nace el estructuralismo.
El estructuralismo, en oposición al causalismo y al historicismo, defiende las construcciones sincrónicas. Y de esta forma, el individuo se disuelve en la sociedad, incapaz de ver lo que se subyace a su realidad, esto es, las estructuras profundas o engranajes mediante los cuales, se acoplan las realidades.
Entre los representantes más destacados del estructuralismo podemos citar a Lévi-Strauss, (antropología), J. Lacan (psicoanálisis), L. Althusser (marxismo), M. Foucault (filosofía), R. Barthes (crítica literaria), R. Jakobson y E. Benveniste (lingüística).
Principales representantes del estructuralismo
En esa definición filosófica de estructuralismo también es importante conocer quiénes fueron los principales defensores de este pensamiento. Aquí te los descubrimos:
Michel Foucault
Foucault habla del subpoder, de "una trama de poder microscópico, capilar", que se esconde tras lo que se entiende por poder, que no es más que el conjunto de pequeños poderes y las relaciones que se dan entre ellos. El análisis del poder lo realiza a partir de dos conceptos clave: contrato u opresión, que sería el fundamento del poder, y dominación o represión, que se manifiesta en la lucha o la sumisión.
La suma de todos los poderes dan origen al poder, y las relaciones que se dan entre ellos influyen en las relaciones familiares, sexuales, productivas. El poder sería, así, el condicionante y la construcción social el condicionado.
“La historia de las luchas por el poder, y en consecuencia las condiciones reales de su ejercicio y de su sostenimiento, sigue estando casi totalmente oculta. El saber no entra en ello: eso no debe saberse”.
J. Lacan
Influenciado por el psicoanálisis de Freud e incorporando ideas de la filosofía estructuralista, Lacan desarrolla su propia teoría del psicoanálisis a partir de los conceptos freudianos de inconsciente, repetición, transferencia y pulsión. Para Lacan el lenguaje y el inconsciente tienen la misma estructura. El inconsciente funciona como el lenguaje, haciendo combinaciones y juegos, como los que dan lugar a la metáfora o la metonimia. Por ejemplo, cuando soñamos despiertos, es como si el inconsciente hiciera una especie de metáforas de nuestros deseos reprimidos.
“La estructura del inconsciente es similar a un lenguaje”.
Claude Lévi-Strauss
Lévi-Strauss, influido por Durkheim y Mauss, pretende aplicar el método estructuralista al estudio de las ciencias humanas, ya que considera que todo análisis científico ha de ser explicativo. El antropólogo asegura que debajo de las diferentes culturas se esconden los mismos patrones. La visión de Lévi-Strauss, se aleja de cualquier concepción etnocentrista, al rechazar toda comparación entre las distintas culturas. A diferencia de Marvin Harris, que encuentra un nivel medio de estructura, este pensador hablará de subestructura y superestructura.
“La lengua es una razón humana que tiene sus razones y que el hombre no conoce”.
Louis Althusser
Para Althusser, igual que para Marx, el motor de la historia son las fuerzas productivas y la lucha de clases. No hay ninguna finalidad, ningún sentido. La vida de ser humano tampoco tiene ningún sentido ya que tan solo es un producto de la historia, que juega con él, lo manipula, mientras que la historia es estática, no va a ninguna parte. El ser humano no es más que una marioneta de la historia.
Althusser rechaza la tesis de que la filosofía es la madre de todas las demás ciencias al afirmar precisamente lo contrario. La filosofía nace de la ciencia, y más que una ciencia es una ideología.
“La filosofía representa la lucha de clase del pueblo en la teoría. Por otra parte, ayuda al pueblo a distinguir en la teoría y en todas las ideas (políticas, éticas, estéticas, etc. ) entre ideas verdaderas e ideas falsas”.
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Ramón Xirau. Introducción a la Historia de la Filosofía. UAM