Expulsión de los moriscos de la Península Ibérica

Expulsión de los moriscos de la Península Ibérica
Imagen: ABC

La finalización del periodo conocido como la Reconquista trajo consigo la formación de un nuevo orden social por el que las poblaciones musulmanas, judías y cristianas comenzaron a tener otros puntos de relación. A diferencia de la población judía de la península, los moriscos pudieron estar asentados en la tierra durante un periodo más largo de tiempo, pues estos, aunque infieles, tuvieron ventajas en los tratados de paz. En esta lección de unPROFESOR os traemos la expulsión de los moriscos de la Península Ibérica y veremos las diferentes etapas por las que pasaron y las causas que llevaron a que la Corona española tomara dicha solución.

La vida tras la Reconquista

Una vez pasado el año 1492 encontraremos que en el territorio de la Corona castellana quedaban aproximadamente unos 325.000 moriscos, dicha población quedaba localizada en los reinos de Aragón, Valencia y Castilla.

En estos lugares ocupaban las tierras pobres, estando recluidos normalmente en aldeas que prácticamente estaban conformados solamente por dicha etnia. Por ello siguieron manteniendo sus tradiciones culturales pues, al estar aislados del mundo, no tenían a nadie que les vigilara.

Esto hizo que los cristianos viejos comenzaran a realizar una serie de quejas formales a la Corona pidiendo que se expulsara a dicha población, el problema era que estos habían sido bautizados en la fe católica y por ello había que realizar una serie de investigaciones sobre las acusaciones de herejía.

En esta otra lección te descubrimos un resumen de la Reconquista española.

Causas que provocaron la expulsión de los moriscos

Siguiendo con la lección sobre la expulsión de los moriscos de la Península Ibérica, debemos de detenernos en la serie de circunstancias que se dieron para que la Corona tomara partido en expulsar de por vida a todo aquel que procediera de sangre musulmana en España.

Estaban aislados de la sociedad

En primer lugar, sabemos según las crónicas que la población morisca vivía aparte del resto de la sociedad española de la época y, aunque habían sido obligados a convertirse al cristianismo, se sabía que mantenían muchas tradiciones provenientes del islam, además de mantener su lengua pues fueron pocos los que hablaban el castellano.

La rebelión de las Alpujarras

Entre los años 1568-1571 se produjo la rebelión de las Alpujarras, por la cual los moriscos granadinos se pronunciaron en rebeldía contra la Corona. Del mismo modo, se sabe que eran bien acogidas las noticias que llegaban al lugar sobre las incursiones de piratas turcos sobre las costas españolas.

Ese fue un hecho muy importante para la expulsión de este grupo social, pues el temor a que estos ayudaran a una invasión turca era enorme. Por ello, la primera decisión que realizó la Corona tras acabar con la rebelión fue desplazarlos, así muchos acabaron en los reinos de Valencia, Murcia y Aragón, a la espera de una re-ubicación.

Época de recesión

En tercer lugar, esta época estuvo marcada por una recesión en la llegada de recursos procedentes de América, por ello muchos españoles, comenzaron a tener un cierto odio hacía los grupos de moriscos ya que se vendían como mano de obra barata haciendo imposible competir contra ellos en la búsqueda de nuevos trabajos.

Influencia del Cristianismo

Por último, hemos de mencionar el papel de defensa cristiana que tenía la Monarquía Hispánica que comenzaba a verse tambaleado debido a la permanencia de dicho grupo en la península. Muchos autores afirmaban que las luchas contra el protestantismo en los territorios del norte de Europa eran enormes, mientras que en la Península permitían a los infieles incluso hacerse ricos.

Imagen: Slideshare

El fallo de la burocracia española

Tras la llegada al trono de Felipe III el rey, junto al duque de Lerma, realizó un viaje al reino de Valencia donde vio de primera mano los problemas moriscos y las posibles soluciones que se podían dar a este.

De esa manera, el mismo monarca creó un decálogo en el que daba a los moriscos dos años para la conversión sincera al cristianismo y animando además a tomar el castellano como lengua única. El problema fue que el arzobispo de Denia, que era el que debía llevar a cabo la conversión, cambió las fechas además de advertir que, al finalizar el año, todo aquel que no quedara convertido sería expulsado.

Esto trajo consigo una serie de revueltas y malestar provocado sin duda por la presión realizada de estas noticias. De esa manera la Corona no tuvo más remedio que expulsar a toda la comunidad morisca.

La expulsión de los moriscos

El 4 de abril del año 1609 se procedía a expulsar a los moriscos del reino de Valencia, aunque no fue hasta el 22 de septiembre cuando se dio un plazo de tres días para abandonar sus domicilios. Dentro de las cláusulas, la Corona exigió que todo lo que no fuera posible cargar, debía ser vendido de inmediato o quedaría bajo la titularidad de la Corona.

Esto hizo que se malvendieran muchos bienes materiales que fueron comprados por los cristianos viejos que juraron defender a las comunidades ahora expulsadas; es decir, se aprovecharon de la necesidad de este grupo para obtener grandes beneficios. Solamente quedarían en la península algunas familias que habían dado cuenta que eran verdaderos cristianos (posiblemente se refieran las crónicas a altos dignatarios de dichas comunidades). De esa manera entre el mes de octubre de 1609 y enero de 1610, las galeras fueron transportando a la costa berberisca a todos los moriscos.

Una vez terminada la expulsión en Valencia, tocaba el turno en la Corona de Castilla. De esa manera a partir del 10 de enero de 1610 se procedió al mismo hecho. Unos 30.000 moriscos fueron transportados a las costas del norte de África, aunque sabemos que en Andalucía quedaron muchos que fueron protegidos por los propios cristianos viejos.

Del resto de Castilla, los moriscos fueron atravesando la frontera con Francia de manera escalonada evitando así la humillación de ser deportados, además de poder obtener mayor beneficio en las ventas de sus bienes.

Continuando con nuestra lección sobre la expulsión de los moriscos de la península ibérica, sabemos que, en el reino de Aragón, se contabilizó un total de 70.000 moriscos los que fueron embarcados en las naves para la deportación, dejando la mayoría del campo despoblado, pues eran estas poblaciones las que se encargaban de realizar los trabajos que ningún otro español quería.

Imagen: MundoHistoria

Las consecuencias

Para concluir con nuestra lección sobre la expulsión de los moriscos de la península ibérica, hemos de decir que se ha realizado un cálculo en el que se indica que aproximadamente unas 270.140 personas fueron deportadas durante los años 1609-1610.

Dejando a gran parte del territorio peninsular deshabitado, provocando una crisis económica bastante importante, la cual al final del reinado del monarca comenzó a remitir.

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