El fascismo italiano fue un movimiento de gran importancia en la nación mediterránea que nació como una reacción al socialismo, comunismo y liberalismo. Esta ideología consiguió en poco tiempo el poder absoluto en Italia y la expansión de su pensamiento por gran parte de Italia. Para comentar todo esto en esta lección de unPROFESOR vamos a ofrecer un resumen del fascismo italiano.
Origen del fascismo italiano
Los primeros pensamientos del fascismo italiano nacieron tras la Primera Guerra Mundial, tras la cual Italia cayó en una dura crisis económica y social causada en parte porque Italia no consiguió grandes beneficios de la guerra pero sí que sufrió grandes pérdidas tanto humanas como económicas. En la Italia de la posguerra comenzó a usarse la propaganda para marcar que Italia debería haber salido más beneficiado y la culpa era de los conservadores y socialistas, siendo especialmente importante en este grupo de frustración los ex-militares que habían luchado durante la guerra italiana.
En 1919, y aprovechando esta situación, Benito Mussolini creó los llamados fascio de combate, siendo un grupo de voluntarios que atacaban a socialistas y comunistas y que además servían como el núcleo central del Partido Fascista Italiano. Así nacía un grupo que se enfrentaba a socialistas y liberales y que se basaba en la violencia y en el nacionalismo extremo.
Con el paso de los años, los fascio fueron ganando cada vez más poder, al mismo tiempo que Mussolini y los fascistas. Llegando un punto en 1922 en el que los grupos armados ocuparon todas las ciudades mediante violencia y amenazaron con comenzar una guerra civil si no les dejaban tomar Roma. El 30 de octubre de 1922 un Mussolini ya nombrado como primer ministro entró en Roma con el resto de miembros del partido fascista para tomar la ciudad y el país a la fuerza.
El inicio de la dictadura fascista
Para seguir con el resumen del fascismo italiano, vamos a continuar con el inicio de la dictadura. Con la llegada de Mussolini al poder cada vez fue más evidente que lo que el líder fascista buscaba era el poder absoluto y el fin de la democracia en Italia. Se le dio el poder de poder gobernar creando decretos sin que el parlamento pudiera votar, los camisas negras o fascio de combate fueron nombrados una fuerza paramilitar del gobierno, creó una ley que le permitía la capacidad de conseguir un gran poder en el parlamento y cuyo nombre fue Acerbo.
Son muchos los casos que demuestran que el gobierno de Mussolini fue violento y autoritario, pero sin lugar a dudas el caso más conocido es el de Matteotti, siendo un socialista que criticó abiertamente el gobierno fascista y fue secuestrado y asesinado por miembros de las camisas negras. Desde ese momento, la oposición abandonó el Parlamento y comenzaron a actuar desde el extranjero, mientras que Mussolini creaba las leyes que quería por su gran poder.
Tras el fin de la oposición, Mussolini fue aumentando su poder en todos los aspectos posibles, eliminando la libertad de prensa y de reunión, aumentando el poder del Primer Ministro siendo este su cargo, persecución de los miembros de otros partidos, creación de una policía política llamada Ovra y buscó el fin de los sindicatos para terminar con la lucha de clases.
En 1936 el poder de Mussolini ya era total e Italia se había convertido en una dictadura de corte fascista en la que tan solo un partido tenía el poder y Mussolini concentraba todos los poderes posibles en su persona. En este gran aumento de poder fue muy relevante la propaganda, siendo usada por los fascistas para convencer a la población de que eran buenos para ellos.
El fascismo italiano en la Segunda Guerra Mundial
Para terminar este resumen del fascismo italiano, debemos hablar sobre los últimos años del gobierno de Mussolini, siendo la época en la que ya contaba con el poder absoluto y comenzó a realizar campañas fuera de su nación siendo especialmente importante el papel del fascismo italiano en la Segunda Guerra Mundial.
El primer movimiento del fascismo italiano fue buscar una especie de Bloque Latino, siendo una alianza entre Italia, Francia, España y Portugal, la nunca llegó a funcionar por diversos motivos. Ya desde ese momento Italia buscaba expandir el fascismo por otras naciones.
Buscando una ampliación de su territorio Italia inició la guerra ítalo-etíope, siendo una guerra entre Italia y el imperio etíope o Abisinia. La guerra se dio por la búsqueda del fascismo italiano de aumentar su influencia mediante el imperialismo, y sirvió para que Italia y Alemania acercaran posturas.
El 22 de mayo de 1939 se firmó el Pacto de Acero entre la Alemania nazi y la Italia fascista, siendo gobiernos muy semejantes en la mayoría de sus ideales, causando que en caso de que Alemania fuera atacada el país italiano debía participar también el conflicto.
Tras el inicio de la Segunda Guerra Mundial, Italia no se atreve a participar de forma inmediata, pero tras ver la gran victoria alemana contra Francia decide participar en junio de 1940. La participación de Italia nunca fue demasiado positiva, siendo muy numerosas las derrotas sufridas y siendo la primera de las potencia del Eje en perder la guerra.
Tras la muerte de Mussolini y la derrota en la guerra, el gobierno fascista italiano desapareció pasando a un duro periodo en el que con el paso de los años Italia volvió a convertirse en una democracia. La mayoría de seguidores de los fascistas fueron juzgados y en las siguientes elecciones los partidos más perseguidos por los fascistas fueron los que más votos consiguieron.
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