Fe y razón en la Filosofía Medieval

Fe y razón en la Filosofía Medieval

En esta lección de unPROFESOR te vamos a explicar el problema de fe y razón en la filosofía medieval. Estas son dos cuestiones fundamentales en el medievo, que serán abarcadas por San Agustín y Santo Tomás, principalmente. En la época medieval la religión era la base de todo, de la literatura, del arte y por supuesto, de la filosofía y del pensamiento.

El problema de fe y razón serán valorados también por Averroes, filósofo de origen islámico y gran comentador de los textos aristotélicos y de hecho, fue este pensador quien introdujo la filosofía de Aristóteles en Occidente. Si quieres saber más sobre el problema de fe y razón en la filosofía medieval, sigue leyendo este artículo de unPROFESOR.

El problema de fe y razón en San Agustín de Hipona (354-430)

Uno de los padres de la Iglesia católica que luchó contra las herejías de los maniqueos, los donatistas y el pelagianismo. Es uno de los máximos representante del pensamiento cristiano, junto a Santo Tomás. Era conocido con el nombre del “Doctor de la Gracia”. Entre sus obras de filosofía y teología, destacan sus Confesiones y La ciudad de Dios.

Para San Agustín, fe y razón son dos caminos distintos que llevan al mismo sitio. En caso de no coincidir, es que el razonamiento es erróneo. El pensamiento filosófico se somete, así, a la religión.

La fe, afirma uno de los pensadores más geniales de la humanidad, es condición necesaria para comprender el cristianismo y el misterio de la revelación, pero no suficiente. Para llegar a penetrar de verdad en el misterio, es necesaria la razón. Porque sin la razón, tampoco hay fe.

Fe y razón son distintas, pero deben apoyarse la una en la otra. Han de buscar un equilibrio. Tienen características distintas, y diferente campo de aplicación, y también hay una jerarquía. La fe es superior siempre a la razón, en caso de duda, ya que viene directamente de Dios.

“El Señor, con sus palabras y acciones, ha exhortado aquellos que ha llamado a la salvación a tener fe en primer lugar. Pero a continuación, hablando del don que debía dar a los creyentes, no dijo: `Esto es la vida eterna: que crean´, sino: `Esto es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios, y a aquel que tú has mandado, `Jesucristo´”.

San Agustín diría “cree para comprender” y “comprende para creer”. De esta forma, San Agustín quiere entender la fe, demostrar su veracidad, utilizando para ello la razón.

Fe y razón en Santo Tomás de Aquino

Santo Tomás es considerado el principal de la escolástica y defensor de la teología natural. Comentó, como Averroes, las obras de Aristóteles, mostrando la compatibilidad de la misma con la religión católica. Estuvo muy influenciado por el neoplatonismo de San Agustín y el aristotelismo de Averroes y de Maimónides.

Dos de sus obras más importantes son la Summa theologiae y la Summa contra gentiles y de él se dice que es uno de los más grandes filósofos de la literatura occidental.

Santo Tomás afirma que fe y razón son elementos diferentes, no son inferiores la una a la otra, sino que están al mismo nivel. Pero, en caso de no haber coincidencia entre ambas, sigue apostando por la fe.

La filosofía no contradice a la religión y es un camino válido para alcanzar el conocimiento verdadero.

“Lo naturalmente innato en la razón es tan verdadero que no hay posibilidad de pensar en su falsedad. Y menos aún es lícito creer falso lo que poseemos por la fe, ya que ha sido confirmado por Dios. Luego como solamente lo falso es contrario a lo verdadero, como claramente prueban sus mismas definiciones, no hay posibilidad de que los principios racionales sean contrarios a la verdad de la fe”.

La razón, asegura Santo Tomás, es un instrumento del que se sirve el ser humano para conocer el mundo que le rodea. Sin embargo, en caso de que la razón contradiga a la fe, entonces es que se trata de un error de la razón. Dios no puede equivocarse.

El punto de partida del pensamiento de Santo Tomás de Aquino es la consideración de que las verdades de fe son superiores a las verdades de razón. Esto es así porque la fe ha sido revelada por Dios, y Dios es infalible. La razón no sirve de herramienta para llegar a conocer a Dios, sin embargo, es capaz de llegar a alcanzar un conocimiento verdadero del mundo.

El pensamiento de Santo Tomás abre, de esta forma, el camino a otros filósofos que empiezan a plantearse, en contra de la tradición, el papel preponderante de la razón frente a la fe. Del pensamiento filosófico, frente a la religión.

Averroes, la doble verdad

La teoría de la doble verdad es una teoría que se le atribuye tradicionalmente a Averroes y que parte de la consideración de que tanto la verdad de las verdades de la razón, son tan válidas como las verdades de la revelación. Y entre ambas puede existir una contradicción. Existen, por tanto, dos verdades.

Según esta teoría existe una verdad religiosa y una verdad filosófica y fue adoptada por el averroísmo latino.

Santo Tomás se opone a esta teoría al afirmar:

"Filosofía y teología son dos disciplinas distintas pero no contrapuestas, confluyen en los preámbulos de fe y ambas se complementan y se prestan mutua ayuda (la razón con sus armas dialécticas, la fe como el criterio extrínseco) en la búsqueda de la verdad"

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