Filósofos humanistas y sus obras

Antes de hablar de los filósofos humanistas, te explicaremos qué es el humanismo. Pues bien, como decíamos en la introducción, se trata de una vuelta a los clásicos. Por lo tanto, su principal interés es el ser humano, que le arrebata a Dios su posición privilegiada en el centro del universo. Así mismo, la fe, es sometida a la razón humana.

La rápida difusión del humanismo se debe, en gran parte, a la invención de la imprenta. Pero también fue determinante el modo de expresarse de los autores humanistas, que usaban en sus obras un lenguaje cercano al pueblo, de modo, que los libros se acercaron a un sector de la población más amplio. Lo mismo ocurrió con las academias y universidades, que empezaban a abrirse a más gente.

Giovanni Pico della Mirandola fue el primero en usar el término humanismo para referirse a esta doctrina que sitúa al ser humano en el centro (antropocentrismo).

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El Discurso sobre la dignidad del hombre constituye todo un manifiesto del humanismo y sirve de introducción a las 900 tesis dirigidas a demostrar el poder de la razón y colocar, de esta forma, al ser humano en el centro (antropocentrismo), lo que chocaba con el teocentrismo del medievo. Se entenderá, que la obra estuviera estado, en su momento, rodeada de polémica.

El texto empieza citando a Hermes Trismegisto: Magnum, o Asclepi, miraculum est homo, en español: “Gran milagro es el hombre, ¡oh, Asclepio!".

La obra es un elogio a la razón humana, identificándola con la libertad, por ello, el ser humano, piensa este autor, es superior al resto de los seres vivos, e incluso lo coloca al mismo nivel que Dios.

A partir de un relato de la Biblia, Pico della Mirandola, nos lleva al momento de la creación del mundo por Dios y formando la "Cadena del Ser", que gradualmente iba creando seres, hasta que, finalmente, en el nivel más alto, crea al ser humano. Pero este, gracias al poder de su razón, a través de la filosofía, puede salir de esta cadena, haciéndose dueño de su vida, de su presente y de su futuro, y ascender a Dios.

“La naturaleza encierra a otras especies dentro de unas leyes por mí establecidas. Pero tú, a quien nada limita, por tu propio arbitrio, entre cuyas manos yo te he entregado, te defines a ti mismo. Te coloqué en medio del mundo para que pudieras contemplar mejor lo que el mundo contiene. No te he hecho ni celeste, ni terrestre, ni mortal, ni inmortal, a fin de que tú mismo, libremente, a la manera de un buen pintor o un hábil escultor, remates tu propia forma”.

Otro de los filósofos humanistas más destacados es Erasmo de Rotterdam. El Elogio de la locura es una obra escrita por Erasmo de Rotterdam a partir del libro de Faustino Perisauli en De triumpho stultitiae, en la casa de Tomás Moro, gran amigo suyo. Es una obra fundamental en la historia del pensamiento occidental y a ella se debe, en gran parte, la reforma protestante.

Una curiosidad es que el título real de la obra es Moriae Encomium, sive Stultitiae Laus, así que bien podría entenderse como “El elogio de Moro”, en referencia a Tomás Moro.

Se trata de una obra de corte satírico en la que Erasmo, expone las ventajas de ser un necio, de vivir en la ignorancia, y de las desventajas de ser un estudioso, llegando a afirmar que las mujeres prefieren a los tontos y a los locos, que a los listos.

“Según la definición de los estoicos, si la sabiduría no es sino guiarse por la razón y, por el contrario, la estulticia dejarse llevar por el arbitrio de las pasiones, Júpiter, para que la vida humana no fuese irremediablemente triste y severa, nos dio más inclinación a las pasiones que a la razón.”

La obra más importante de Tomás Moro, está compuesta por dos partes: la primera, de corte político-filosófico y la segunda, es una historia que transcurre en la isla de Utopía. Si bien, en la actualidad, utopía se entiende como algo ideal e irrealizable, Moro, no la usa en su obra en ese sentido, o al menos no lo hace explícitamente.

Utopía es una isla imaginaria donde sus habitantes viven de acuerdo a la moral cristiana y en los valores de la cultura clásica. El personaje principal, Raphael Hythlodaeus, tras visitar la isla, regresa a Europa, y cuenta su experiencia.

Utopía se describe como una comunidad donde los individuos viven en paz y no existe la propiedad privada, sino que los bienes se reparten entre todos. Sus gobernantes, son elegidos por votación, si bien el sistema poco tiene que ver con la democracia. La obra recuerda a La República, de Platón, que también describe un mundo ideal.

“Así, cuando miro esas repúblicas que hoy día florecen por todas partes, no veo en ellas - ¡Dios me perdone! - sino la conjura de los ricos para procurarse sus propias comodidades en nombre de la república. Imaginan e inventan toda suerte de artificios para conservar, sin miedo a perderlas, todas las cosas de que se han apropiado con malas artes, y también para abusar de los pobres pagándoles por su trabajo tan poco dinero como pueden. Y cuando los ricos han decretado que tales invenciones se lleven a efecto en beneficio de la comunidad, es decir, también de los pobres, enseguida se convierten en leyes.”

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