Isabel la católica - Biografía breve

Isabel la católica - Biografía breve

El final de la Baja Edad Media en Castilla es un compendio de problemas que originaron guerras civiles y conjuras palaciegas que acabaron dando como resultado el comienzo de una nueva etapa y, con ella, una nueva forma de gobierno en la que los monarcas se hacían de una vez por todas con el poder que tenían repartidos los ambiciosos nobles castellanos y la Iglesia. En esta lección de unPROFESOR os queremos acercarte a esta época y no hay una mejor manera de hacerlo que mediante una breve biografía de Isabel la católica, que fue una de las creadoras de esta nueva etapa.

La primera etapa de Isabel la católica

Comenzamos esta breve biografía de Isabel la católica hablando de los primeros años de esta reina.

Isabel I de Castilla era hija de Juan II de Castilla y de Isabel de Portugal, esta nacería en Madrigal de las Altas Torres en Ávila el 22 de abril del año 1451. Tuvo dos hermanos, Enrique IV (del matrimonio de Juan II con María de Aragón) y Alfonso que nació en el año 1453 en Tordesillas.

En el año 1454 fallecía Juan II, sentándose en el trono Enrique IV y de ese modo los hermanos fueron enviados junto a su madre a Arévalo, en cuyo lugar fue educada por Gonzalo Chacón, que quedaría prácticamente como tutor de los niños debido a los ataques de locura que comenzó a tener Isabel de Portugal. Durante esos primeros años las personas más importantes en el círculo de la joven reina fueron aparte el mencionado, Gutiérrez de Cárdenas, Teresa Enríquez y Beatriz de Silva.

En el año de 1461 ambos hermanos fueron trasladados a la corte en Segovia, en donde tuvieron que aguantar algunas vejaciones por parte de la facción del entorno real. Fue en ese momento cuando muchos de los nobles que no eran afines al régimen impuesto por el monarca, se fueron acercando a los dos niños, de esa manera el 5 de junio de 1465 se produjo la Farsa de Ávila en la que los nobles de Castilla se reunieron en torno a Alfonso y lo proclamaron rey deponiendo a Enrique IV con un muñeco, a quien apalearon y pisotearon.

Pero, tras una serie de enfrentamientos, se produjo un hecho que cambió todo, Alfonso en el año 1468 moría en Cardeñosa, probablemente envenenado por alguno de sus propios seguidores, acabando de esa manera el conflicto dinástico por el momento. Durante todo ese periodo, Isabel se mantuvo al lado de su hermano, a quien tenía gran afecto.

Tras esto los nobles quisieron que Isabel se proclamara reina, pues no aceptaban a la sucesora dinástica, Juana la Beltraneja (ya que decían que era fruto de uno de los vasallos del rey, Beltrán de la Cueva y de la reina, puesto que el rey no podía concebir). Pero por más presión que hicieron estos, Isabel nunca llegó a tal punto. Tras una serie de enfrentamientos legales, y para no tener que llegar de nuevo a las armas, Enrique IV declaró a su hermana princesa de Asturias el 19 de septiembre e 1468 en los famosos Pactos de Guisando.

Imagen: ABC.es

Los diferentes tratados matrimoniales

Prosiguiendo con nuestra breve biografía sobre Isabel la Católica debemos de hacer frente a uno de los puntos importantes de los Pactos de Guisando. Pues a cambio de ser nombrada princesa de Asturias, Isabel accedió a que su hermano le buscase un pretendiente adecuado a su estatus, de esa manera el rey comenzó la búsqueda.

Primero eliminó un acuerdo que se firmó cuando Isabel tenía tres años con el reino vecino de Aragón, por el que quedaba comprometida con su primo Fernando. Tras esto intentó casarla con Carlos, príncipe de Viana pero fue un matrimonio fallido, debido a que Juan II de Aragón se opuso rotundamente entrando casi en conflicto con los dos reinos.

Otros de sus intentos por alejar a Isabel de la esfera castellana fue cuando la quiso enlazar con Alfonso V de Portugal, que era 20 años mayor que ella, aunque tampoco fue posible dado a que Isabel lo repudió en público. Otro intento, esta vez para degradarla, fue el hecho por el que Enrique quiso enlazarla con Pedro Girón, Maestre de la Orden de Calatrava, que falleció en extrañas circunstancias cuando iba a reunirse para el acuerdo.

Harto ya de las exigencias de Isabel, Enrique volvió a hablar con Alfonso V prometiéndole que esta vez aceptaría, aunque de nuevo la princesa se negó, haciendo que Castilla y Portugal se alejaran en la esfera política. Por último lo intentaría con el duque de Guyena, hermano de Luis XI, rey de Francia, pero tampoco hubo posibilidad alguna, aunque este personaje acabó casándose con Juana “la Beltraneja” en el año 1470.

Durante el transcurso de todo este tiempo, se fue tramando una negociación secreta entre los partidarios de Isabel y Juan II de Aragón, quienes veían un gran acierto en conseguir unir las dos Coronas más fuertes de la Península y así conseguir una defensa férrea ante los demás enemigos. Esto al final se hizo realidad el 19 de octubre del 1469 en Valladolid, donde contrajeron matrimonio Isabel y Fernando, pero de manera secreta.

Ello hizo que Enrique IV montara en cólera haciendo que hubiera un distanciamiento entre los hermanos y ante la Corona de Aragón, del mismo modo y ante esta situación el rey pidió ayuda a Roma, pues los dos eran primos directos y por ello el matrimonio debía de ser nulo.

Ante esto Sixto IV mandó a Rodrigo Borja que trató con ambas partes, negociando con Isabel y Fernando, a los que concedería la bula papal a cambio de que en Gandía gobernara uno de sus hijos, Pedro Luis. En 1485 los Reyes Católicos cumplieron su parte del trato.

En esta otra lección de unPROFESOR te descubrimos un resumen de la historia de los Reyes Católicos.

Del comienzo de su reinado hasta la muerte de Isabel

El periodo que va entre 1474 y 1504 podemos decir que fue el momento de renovación en Castilla, pues desde el trono, Isabel fue cambiando por completo la administración castellana para que la figura del rey quedara blindada ante los sucesivos golpes que realizaban los nobles para obtener más poder.

Dentro de nuestra biografía sobre Isabel la Católica debemos de detenernos en su proclamación como reina, que se hizo días después de la muerte de su hermano y sin la presencia de su esposo, acto que condujo a un malestar en el matrimonio. Isabel I de Castilla se proclama reina el 13 de diciembre de 1474 en Segovia, utilizando los Pactos de Guisando para darse la legitimidad.

El problema fue que Enrique IV antes de su muerte había vuelto a cambiar el testamento dando legitimidad a su hija Juana “la Beltraneja”, debido a esto Castilla volvió a dividirse en dos facciones y emprendió de nuevo una guerra por la sucesión de la Corona, que duraría entre 1475-1479 y que acabó con el tratado de Alcaçovas, que reconoció a Isabel y Fernando como los reyes de Castilla a cambio de algunas plazas a Portugal.

Desde el año de 1479 todas sus fuerzas fueron puestas en acabar la Reconquista, pues solo quedaba el reino nazarí de Granada y el emirato de Málaga. Para ello necesitó la recaudación de fondos y la creación de un ejército propio para no tener que depender de los nobles. Del ejército se encargaría su esposo Fernando, que creó lo que más tarde sería conocido como los tercios españoles.

Ella por otro lado instó a la Iglesia a que le diera más dinero para la lucha contra el infiel, consiguiendo del mismo Papa de Roma una bula de cruzada que permitía recaudar más impuestos de las diócesis castellanas. Del mismo modo, y dentro del ámbito eclesiástico, en el año de 1480 se creaba en Sevilla el tribunal de la Santa Inquisición, a petición de uno de sus confesores. Esta institución obtenía fondos de la incautación de los acusados y de esas arcas provino mucho del dinero que usaron los monarcas para la conquista de Granada y para los viajes de Cristóbal Colón.

Tras 1492 el futuro de Castilla parecía otro, se había concluido la Reconquista, se habían expulsado a los judíos de Castilla y Aragón y por último se abrió un nuevo frente para expandirse, América. Lo único que les quedaba a los monarcas era crear buenos matrimonios para sus hijos, haciendo que en un futuro su reino fuera cada vez mayor. De esa manera comenzaron una serie de intrigas para dejar aislado al reino de Francia, gran enemigo tanto de Castilla como de Aragón.

Para concluir con nuestra biografía sobre Isabel de Castilla deberemos hablar sobre su muerte. La salud de la reina en los últimos años estuvo muy acusada, debido a que su corazón ya no tenía mucha fuerza a causa de los múltiples embarazos que tuvo (elemento muy perjudicial para ella). De esa manera el 26 de octubre de 1504 fallecía en Medina del Campo (Valladolid), siendo enterrada por voluntad en Granada.

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