La Cosmología de Aristóteles

La Cosmología de Aristóteles

En esta lección de unPROFESOR te explicamos la visión de Aristóteles sobre el cosmos, es decir, su cosmología, la cual se mantendrá durante casi 2000 años, hasta que Copérnico, en el s. XVI mostrará un nuevo modelo que cambiará el concepto de universo que se tenía hasta entonces. Según el estagirita, la tierra permanece inmóvil en el centro del Universo y alrededor de ella giran los demás planetas, la luna y el sol.

El filósofo afirma que existen dos regiones en el Universo, el sublunar y el mundo supralunar. El mundo sublunar está formados por los 4 elementos: tierra, agua, aire, fuego. En cambio en el mundo supralunar es eterno, incorruptible, y está formador por éter, que significa brillante, y se le conoce como el quinto elemento. El error de Aristóteles, consiste en creer que la tierra no se mueve, cuando la experiencia dice todo lo contrario.

Si quieres saber más acerca de la cosmología de Aristóteles, puedes continuar leyendo esta lección de unPROFESOR. ¿Listo para la clase?, ¡pues, vamos allá!

El universo en la cosmología de Aristóteles

Según Aristóteles la tierra está inmóvil en el centro del Universo y alrededor de ella giran el resto de planetas, la luna y el sol. Aristoteles considera que hay dos regiones en el Universo, el sublunar y el mundo supralunar. Todos los elementos del mundo sublunar estan formados por los 4 elementos: tierra, agua, aire, fuega. En cambio en el mundo supralunar han existido siempre, no morirán nunca y estos elementos están formados por un elemento: eter (brillante).

Aristóteles, que siempre fue conocido como el filósofo del sentido común, fue engañado por el mismo al pensar que la tierra no se movía, y que el resto de los planetas, la luna y el sol giraban en torno a ella. Su cosmología, por tanto, no es deductiva, ya que no parte de la experiencia.

Y es que la cosmología de Aristóteles es teleológica y teológica, al considerar que todo tiene un fin y que ese fin es el motor inmóvil, que determina la propia naturaleza y al ser humano, imprimiendo movimientos en todo lo que hay, estando él mismo inmóvil.

Su física es al mismo tiempo metafísica, ya que explica toda su cosmología a partir de las cualidades propias de los cuerpos físicos. Por último, tiene una concepción dualista del universo, aunque niega el dualismo platónico, pero lo sustituye por su teoría del mundo sub-lunar y el mundo supra-lunar. De esto hablaremos a continuación.

Cosmología metafísica y teleológica de Aristóteles

Si bien Aristóteles negaba la teoría de las ideas de Platón, que separaba las ideas de las cosas, sí defendía la existencia de un universo dual, ya que el pensador, suponía que el universo se dividía entre mundo sub-lunar y el mundo supra-lunar.

“Y si existe algo movido eternamente, ni siquiera tal cosa puede ser movida según la potencia… si no es pasando de un punto a otro como se mueven precisamente los cielos). Y nada impide que haya una materia propia de este tipo de movimiento. Por esta razón, el sol, los astros y todo el cielo, están siempre en acto. Y no hay porque temer que tales astros se detengan en cierto momento como temen los físicos. Ni se cansan de realizar su recorrido , porque su movimiento no es como el de las cosas corruptibles, vinculado a la potencia de los contrarios, lo que convertiría en laboriosa la continuidad de los contrarios.”

Toda la cosmología de Aristóteles contienen consideraciones metafísicas y que, además, termina con la demostración de la existencia del primer motor, ya que, de no ser así, aseguraba, no existiría el devenir.

El mundo sub-lunar

Se caracteriza por contar con todos los modos de cambio, y en especial, por la generación y la corrupción. Está compuesta por una materia corruptible, potencia de los contrarios y que está formada por los cuatro elementos: agua, fuego, mar y aire. A diferencia de Empédocles, el de Estagira aseguraba la transformación de los mismos, ya que en este mundo, todo nace y todo muere.

Su movimiento característico es el lineal, en contraposición al circular y local del mundo sub-lunar. En el mundo sub-lunar todo cambia, no como en el mundo supra-lunar dónde todo siempre ha sido y será todo igual (siempre ha estado y siempre estará). Y es que según el autor, en todas las épocas los cielos han sido de la misma forma y por la tanto, ni han nacido, ni morirán. La diferencia entre los dos mundos está en los elementos de los que están compuestos. Agua, fuego, mar y aire son corruptibles, mientras que el éter, la materia del mundo supra-lunar, no lo es.

Imagen: Slideshare

El mundo supra-lunar

Dentro de la cosmología de Aristóteles también debemos hablar sobre el mundo supra-lunar, aquel que está sobre la luna, es divino y ha existido siempre, no tiene ni principio ni fin, es eterno e incorruptible.

Está formado por éter, el quinto elemento (porque se añade a los otros cuatro conocidos) o la quinta esencia, que tiene la capacidad de brillar y emitir luz y es únicamente susceptible de recibir movimiento local. A diferencia de los otros cuatro elementos, el movimiento propio del éter es circular. No ha sido creado ni se puede destruir, no está asociado a ningún modo que suponga movimiento, es por esto que el mundo supra-lunar goza de las mismas características.

Curiosamente este es el pensamiento común durante toda la Edad Media y no fue hasta la Edad Moderna cuando esta división desapareció, de la misma forma que todos sus presupuestos.

Esperamos que os haya gustado esta lección sobre la cosmología de Aristóteles. Además, aquí tienes ejercicios, con sus soluciones para practicar lo que has aprendido sobre la visión del cosmos de Aristóteles. También puedes dejar tus dudas y comentarios.

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Bibliografía
  • Aristóteles. Física. Ed. Gredos. 2014
  • Aristóteles. Metafísica. Ed. Gredos. 2014