La ética de Aristóteles

La ética de Aristóteles

La ética de Aristóteles se basa en el concepto de felicidad. El planteamiento de Aristóteles es bastante simple, una acción es correcta si me hace feliz y es incorrecta si no me hacer feliz. El pensamiento de Aristóteles dice que la consecuencia de una acción genera felicidad o no. Se analiza la percepción individual sobre esa acción. ¿Qué pasa si hago algo que me hace feliz y eso es malo para la sociedad? Aristóteles dice que la consecuencia de ese acto será que serás detenido y por lo tanto, al final, infeliz.

Según Aristóteles la capacidad diferencial que nos hace felices es la capacidad intelectual, esto es lo que nos acercará a la felicidad. En esta lección de unPROFESOR vamos a estudiar en qué consiste la ética de Aristóteles con un vídeo, apuntes resumidos y ejercicios con soluciones para que pruebes tus conocimientos. ¡Comienza la clase!

La felicidad, principio de la ética de Aristóteles

Te ofrecemos una breve exposición de la ética de Aristóteles (Estagira, 384 a. C.-Calcis, 322 a. C.) filósofo y científico, docto en muchas ramas, y discípulo de Platón. Su pensamiento ha sido de gran influencia en la historia de la filosofía occidental, y muchas de sus ideas siguen hoy vigentes. Fue un escritor muy prolífico, si bien, de sus 200 obras solo se conservan 31.

Aristóteles no pensaba, como lo hacía Platón, en la existencia de dos mundos. Para el, solo había uno, este, donde viven seres compuestos de materia (cuerpo) y forma (alma), y que tienen como finalidad, la felicidad. Además, esos seres, aspiran al conocimiento. Y del conocimiento, precisamente, al que solo se accede a través de la experiencia, de la razón, vendrá la felicidad del individuo, que solo puede llegar a serlo en sociedad.

Así pues, la ética de Aristóteles se basa en el concepto de felicidad y su planteamiento es bastante simple: una acción es correcta hace feliz al individuo y es incorrecta en caso contrario.

Se trata de una ética eudemonista porque para determinar si una acción es buena o mala, atiende únicamente a si esta produce felicidad o no. Ahora bien, que pasa si una persona hace algo que le hace feliz, como robar, y con esa acción está haciendo infeliz a la sociedad? La respuesta de Aristóteles es clara. Si robas, serás castigado, sufrirás las consecuencias, te detendrán e irás a la cárcel. Por tanto, en estas condiciones, esa persona no podría ser feliz. Robar nunca puede proporcionar felicidad, ni tampoco otra acción que perjudique al conjunto de la sociedad.

Prueba el fin de las humanas acciones ser la felicidad, y que la verdadera felicidad consiste en hacer las cosas conforme a recta razón, en que consiste la virtud.

La ética de Aristóteles se enmarca dentro de las éticas teleológicas, ya que lo importante, son las consecuencias derivadas de una acción, es decir, atiende a los fines.

Ética teleológica y ética deontológica

Dentro de la ética se pueden distinguir dos puntos de vista distintos, lo que da lugar a dos tipos de éticas: las éticas teleológicas y las éticas deontológicas.

1. Las éticas teleológicas

Este tipo de ética atiende, para determinar si una acción es correcta o incorrecta, a las consecuencias derivadas de tal acción. Para Aristóteles, las acciones son correctas si proporcionan felicidad e incorrectas las acciones que no la proporcionan. Por lo tanto, la felicidad sería el fin de toda acción y la búsqueda de la felicidad, la finalidad de toda vida humana.

2. Las éticas deontológicas

Se trata de éticas formales, donde lo importante es la acción en sí, y no el resultado de la misma. Este es el tipo de ética defendida por Kant. Solo la acción es la que determina la bondad o maldad del acto. Según este filósofo, mentir, por ejemplo, es malo siempre, incluso si con tu verdad un ser querido es arrestado, o sufre cualquier desgracia.

Las éticas teleológicas son éticas de fines y las deontológicas, de principios.

Voluntarismo aristotélico VS intelectualismo moral socrático

Recuerda que para Sócrates, para actuar bien, únicamente es necesario conocer el bien, y si alguien actúa mal, es simplemente por ignorancia, por desconocimiento de lo que es el bien. Una idea bastante optimista, porque de hecho, la experiencia demuestra que esto no es así. Todo el mundo, o casi, sabe diferenciar las buenas de las malas acciones y sin embargo, obran mal. Por eso, Aristóteles va a añadir algo más.

Para obrar bien, dice el estagirita, no es suficiente con tener conocimiento del bien, sino que además hay que querer hacerlo. Aristóteles identifica el bien con la felicidad, y es el fin del ser humano siendo él, el único que puede determinar si es feliz o no. Solo el agente puede hacerlo. La virtud, está en el hábito, el bien, hay que practicarlo, y esto llevará sin duda a la felicidad. Porque el ámbito de la felicidad es la razón, la reflexión, el filosofar, y este debe convertirse el objetivo de los seres humanos.

Tipos de virtudes en Aristóteles

Aristóteles define la virtud como excelencia o areté, y esta se encuentra en el alma, la que imprime vida a los cuerpos y su objeto, es la felicidad. Aristóteles distingue dos tipos de virtudes:

1. La virtud ética o moral

Son adquiridas a través del hábito y la costumbre y se encarga de dominar la parte sensitiva o irracional del alma y de regular las relaciones entre los individuos. Para Aristóteles, la virtud moral es el justo medio entre dos extremos. Por ejemplo, la valentía es el punto medio entre la cobardía y lo temerario.

2. La virtud dianoética o intelectual

Es la virtud propia del intelecto (nous) o del pensamiento (nóesis), y se aprenden por medio de la educación o la enseñanza, teniendo su origen en la diánoia, que es la parte racional del alma. Estas virtudes son el entendimiento, la ciencia, la sabiduría, el arte y la prudencia.

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