Las escuelas socráticas: resumen

Las escuelas socráticas: resumen
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Este tema de unPROFESOR está dedicado a las escuelas socráticas, que surgen a partir de la muerte de Sócrates, que si bien no llegó a fundar su propia escuela, su filosofía dio lugar a la formación de distintas escuelas, y cada una de ellas, recogían diferentes teorías del maestro. Sin escribir nada, el griego deja un legado de valor incalculable a la cultura occidental. Con el diálogo como método de enseñanza, Sócrates compartió su sabiduría con todo aquel que quisiera escucharle.

La mayéutica, el arte de las comadronas, un arte que hereda de su madre, era para el filósofo, el modo de llegar a la verdad, que se encuentra no fuera, sino dentro de cada uno de nosotros, solo es necesario encontrarla para sacarla al exterior. Si quieres conocer un resumen de las escuelas socráticas continua leyendo esta lección.

Las principales escuelas socráticas

Sócrates prefiere la muerte al destierro, y así, en el año 399, es condenado a muerte. A partir de este momento, algunos de sus discípulos fundaron escuelas filosóficas diferentes, aunque ninguna refleja la auténtica filosofía del filósofo, sino tan solo ciertos aspectos de la misma.

Entre todas ellas destaca la Academia de Platón, que expresa su pensamiento en boca de su maestro Sócrates. Otras escuelas importantes fueron la escuela Cirenaica, la escuela Cínica o la escuela de Megara, ¿te gustaría conocerlas? Veamos a continuación las principales escuelas socráticas.

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La Academia de Platón, la primera escuela socrática

La Academia, la escuela fundada por Platón, es sin lugar a dudas la más importante de todas, abordando una amplia gama de aspectos, desde la psicología a la política, si bien es cierto que la finalidad de su obra es principalmente política.

Su famosa Teoría de las Ideas, defiende la existencia de dos mundos muy distintos entre sí: el mundo inteligible, el mundo de las ideas, el único verdadero y que solo puede conocerse a través de la razón, y el mundo sensible, copia del primero, es el mundo físico, el de los objetos y no es más que apariencia. A este último se accede a través de los sentidos y no es más que una imitación de las ideas. El mundo inteligible es el único verdadero. Es mundo físico es, por tanto, falso. Además, habla de un alma, en el que ya se encuentran contenidas las ideas, y que tras la muerte, se separa del cuerpo y regresa al mundo inteligible, del que salió.

Su Teoría de las Ideas será de gran influencia en el cristianismo, sirviendo de base teórica al mismo. Igualmente influye, junto a su discípulo Aristóteles en el pensamiento medieval, y en concreto, en el pensamiento de San Agustín.

La República de Platón

La República recoge todo el pensamiento de Platón y tiene por objeto la exposición de un Estado ideal, ese en el que el ciudadano puede desarrollarse sus cualidades y ser feliz. La idea de bien, de belleza y de justicia, se encontraría reflejada en este Estado ideal, que fue concebido en un momento clave, ya que Grecia había perdido la Guerra del Peloponeso y el gobierno oligárquico de los 30 tiranos, sustituye a la democracia, que poco después, vuelve a restaurarse.

Pero la muerte de Sócrates, la injusticia del acto, fue un factor decisivo para escribir esta obra. El Estado, según Platón, estaban enfermos a causa de los malos gobiernos, y la cura para esta enfermedad sería el gobierno de los filósofos, del filósofo-rey.

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La escuela cínica, otra de las escuelas socráticas

La casa de los/as perros/as, y esta vez sí podemos utilizar el femenino, porque el Cinosargo en griego Κυνόσαργες o kynosarges, el gimnasio en el que Antístenes funda su escuela, en la que también admitía a las mujeres. Hyparquía de Maronea, la esposa del también cínico Crates de Tebas, perteneció a esta escuela. Fue una “perra” y la primera filósofa de la Historia.

A pesar de que Antístenes fundó esta escuela, su principal representante sería Diógenes de Sínope, considerado “el perro puro” por su rechazo total a cualquier convencionalismo social, llegando a vivir en un tonel e incluso hacía sus necesidades en la calle, en público.

En Grecia, había una leyenda que habla sobre un perro blanco y ágil que robó una ofrenda que Dídimo hizo a los dioses, y en ese mismo lugar, construyó un templo, el Κυνόσαργε, que quiere decir algo así como la casa del perro. Y este es el lugar que Antístenes elige para fundar su escuela.

Antístenes rechaza la teoría de las Ideas de Platón, en favor de la autarquía y la autosuficiencia, así como la individualidad. Defiende además una vida acorde con la naturaleza, y un ideal, el ser humano cosmopolita. Llevo su ideal hasta sus máximas consecuencias, lo que puede verse reflejado en la siguiente sentencia “Para el sabio no hay leyes, ni patria, ni familia, ni Estado”.

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La escuela de Megara

Euclides de Megara fue el fundador de otra de las escuelas socráticas. Se trata de una escuela continuadora de la filosofía eleática y va a defender la teoría de que Dios y el Bien son una y la misma cosa, y reduce también las virtudes humanas a una, si bien se encontraban bajo distintos nombres.

A Euclides le sucedió Estilpón, que también rechazará la teoría las Ideas de Platón, defendiendo que solo existen las cosas particulares y singulares, afirmando que los universales no son más que nombres. Esta idea sería fundamental para el nacimiento del estoicismo.

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La escuela de Cirene

Esta escuela socrática fue fundada por Aristipo de Cirene, discípulo de Protágoras y después de Sócrates, y afirman que todo conocimiento procede de los sentidos, siendo el sujeto el único fundamento del mismo. Por lo tanto, el conocimiento es subjetivo, igual que la moral. Así, la conducta humana, su moralidad, no dependerá de normas o leyes objetivas, sino en la búsqueda de sensaciones positivas o placenteras (hedonismo) para cada individuo. Como su primer maestro, defendía un relativismo moral, que el segundo negaría, en favor de un intelectualismo moral.

Otros representantes de esta escuela son Hegesias y Teodoro, el Ateo. El primero tenía fama de inducir al suicidio a sus alumnos, por lo que tanto su obra como su enseñanza fueron prohibidas. Según este filósofo, en la vida había más dolor que placer, por lo que era mejor morir. El segundo, niega a todos los dioses griegos, lo que le valió el sobrenombre.

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Bibliografía

Giovanni Reale, Darío Antiseri. Historia de la Filosofía, Vol. I. Editorial Herder