El auge de los nacionalismos en España se dejó ver desde los inicios del siglo XIX siendo, por tanto, la época de la restauración borbónica el periodo en el que este tipo de pensamiento cobró mayor importancia. Fue en este periodo cuando encontraremos que en Cataluña (al igual que en otros lugares de la Península) se gestaron partidos con tintes nacionalistas que buscaban mejoras sobre sus tierras. En esta lección de unPROFESOR os traemos la definición de la liga regionalista catalana, así podremos comprender su trascendencia histórica a lo largo de su vida y las huellas que dejaron sus integrantes.
Qué es la Liga regionalista catalana
Fue un partido político que, durante el periodo de la Restauración, tuvo una gran importancia. Fue creado el 25 de abril de 1901 y su ideología era conservadora y catalanista a su vez, siendo la persona que más sobresalía de sus filas Francesc Cambó.
Desde sus inicios hasta el momento de la proclamación de la II República, encontraremos que fue el partido más votado dentro de Cataluña pero, a partir del cambio de sistema, su fuerza fue mermando pasando a ser el partido más votado Esquerra Republicana.
Los inicios de la liga regionalista
Dentro de la definición de la liga regionalista catalana, nos detenemos en cómo se originó dicho partido. El 25 de abril del año 1901 el Centro Nacional Catalán y la Unión Regionalista se fusionaron dando lugar a un nuevo partido político que pasó a denominarse como Liga Regionalista. Los primeros de filas: Albert Rusiñol i Prats, Bartomeu Robert Sebastià Torres y Lluís Domènech i Montaner.
Uno de los primeros logros que llevaron a cabo y que hicieron que el partido cada vez tomara más votantes fue que en el año 1914, el Gobierno central, permitió la creación de la mancomunidad catalana que abarcaba Gerona, Barcelona, Tarragona y Lérida, pasando a tener un mayor autogobierno respecto a otros lugares de España.
Tras este primer movimiento, encontraremos ya durante el gobierno de Francesc Cambó un intento por obtener la capacidad legislativa. Para ello, desde la mancomunidad se generó un documento que acabó tomando forma de estatuto que fue aprobado por el parlamento catalán el 26 de enero de 1919. Pero el gobierno central lo rechazó, dado que no podía dar prioridad a una región más que a otra.
El final del sistema de la Restauración
En noviembre de 1917 comenzó un momento tenso dentro de la política española. El sistema canovista se vio envuelto en serios problemas dado a los pucherazos que se realizaban constantemente y que hacían que el malestar entre la población cada vez fuera mayor.
En este momento, la mayoría de los partidos nacionalistas tuvieron que ayudar al gobierno central dejando de lado algunas de sus peticiones para intentar estabilizar como fuera posible la situación del país. Este hecho fue aprovechado por Cambó para intentar ir dando pasos hacia la proclamación de una autonomía para Cataluña, elemento que se hizo más fuerte a partir del año 1918.
Pero sin duda, dentro de la lección sobre la definición de la liga regionalista catalana, nos debemos de centrar en el problema de la radicalización de la izquierda en toda España, aunque fue en Cataluña donde obtuvo mayor importancia dicho elemento. Fue a partir de 1918 cuando el partido comenzó a decaer, dado que intentó no posicionarse ni de un lado ni del otro de la balanza. En muchas ocasiones fueron tachados de enemigos de Cataluña, tanto fue así que para el año 1922, aparecería Acció Catalana, procedente del sector más nacionalista del partido.
Inmersos dentro de la dictadura de Miguel Primo de Rivera, la Liga Regionalista mantuvo cierta simpatía por el régimen, ya que no veía con buenos ojos los diferentes movimientos obreros que se estaban sucediendo por muchas partes de España. Hemos de recordar que era un partido conservador y que, si bien intentaban ciertas mejoras para Cataluña, estas debían ir progresivamente pero poco a poco.
El inicio de la República y el fin del partido
Tras ser derrocado Alfonso XIII, el partido intentó ajustarse a los nuevos tiempos tendiendo la mano a Esquerra en su actividad por conseguir la autonomía. Pero ello no evitó que sufrieran un duro revés en las elecciones del año 1931, donde solo obtendrían 3 diputados.
A partir de ese momento, y aprovechando las rupturas políticas de los partidos de izquierdas, fueron mejorando poco a poco hasta que, en el año 1933, se encontraban con unos 24 diputados, superando en aquel momento a ERC.
Desde ese momento hasta el inicio de la guerra comenzaron a apoyar a Gil Robles, es decir a la CEDA, dado que seguían siendo conservadores. Tras el estallido de la guerra, el partido quedó disuelto y parte de los integrantes acabaría en el partido único creado por Francisco Franco.
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