Los desposorios de la Virgen: análisis y comentario

Los desposorios de la Virgen: análisis y comentario

Los desposorios de la Virgen es una obra de Rafael Sanzio de Urbino (1483-1520), uno de los grandes nombres de la pintura del Renacimiento. Pero Rafael no solo fue un genio, también fue un artista admirado y respetado al encarnar como nadie los ideales del humanismo renacentista. Así, este gran artista sentó escuela y fue reverenciado por sus mecenas y sus discípulos, algo que le diferencia de otros artistas renacentistas más individualistas.

En este artículo de unPROFESOR.com te ofrecemos el análisis y comentario de Los desposorios de la Virgen, su último trabajo de juventud y uno en los que más claramente mostró la excepcionalidad de su talento artístico.

Descripción de Los desposorios de la Virgen (1504)

Rafael Sanzio demostró desde muy joven el gran talento del que estaba dotado, recibiendo sus primeros encargos a la temprana edad de 16 años. Los desposorios de la Virgen constituye su última obra de juventud, realizándose en 1504, justo en los primeros años del Cinquecento italiano.

La obra es un óleo y temple sobre tabla, ubicándose en la pinacoteca de Brera en Milán. Sus dimensiones son 175 centímetros de alto por 120 de alto.

Análisis de Los desposorios de la Virgen

Aquí te dejamos un repaso con los principales elementos a destacar en nuestro análisis de Los desposorios de la Virgen:

  • La obra Los desposorios de la Virgen representa la escena de la boda de la Virgen María con San José. Una obra de carácter religioso que recrea un episodio del Evangelio, pero ambientado en un marco paisajístico y arquitectónico de la Umbría de principios del siglo XVI.
  • La escena es exterior y se puede observar a los esposos en el centro y en medio de ellos se encuentra el sacerdote. José pone el anillo en la mano derecha de María, sosteniendo una vara florecida en la izquierda. Al lado de José se ubican todos los pretendientes que María rechazó y que también asisten a la boda. Uno de ellos, el más adelantado con respecto al espectador, se inclina para romper a vara tras ser rechazado.
  • A lado de María se coloca un grupo de mujeres, las doncellas de Judá, que también son testigos del enlace. Rafael opta por disponer los personajes de manera simétrica, siendo el sacerdote el eje central de la composición.
  • Otro de los recursos compositivos del pintor para guiar nuestra mirada hacia la escena es el enlosado del suelo. Unas líneas que nos conduce hacia un templo tipo tholos, ideal estético del Renacimiento.
  • El templo presenta una escalinata con pórtico rematado en arcos de medio punto sobre columnas clásicas y rematado con una cúpula sobre tambor. Se suele identificar este templo con el de San Pietro in Montorio, obra de Bramante. La puerta del templo es un punto de fuga y deja ver cielo acentuando así la sensación de profundidad. Tras el templo, Rafael nos muestra un paisaje difuminado para subrayar esa sensación de lejanía.
  • Por lo que respecta al grupo de invitados, y en un segundo plano tras los contrayentes, se disponen en diferentes tamaños y ajustándose a las leyes de la perspectiva. Las figuras equilibran la composición de la obra, sin que queden zonas vacías y consiguiendo transmitir una sensación de equilibrio.
  • Hay un predominio de la línea y el dibujo, siendo notable la influencia de Leonardo da Vinci en el sfumatto al crear unas transiciones suaves de luces y sombras. Los colores son cálidos, de marrones a tonos dotados, destacando el verde oscuro y tono dorado del manto y la túnica de San José y el azul ultramar y rojo del de la Virgen.

Comentario de Los desposorios de la Virgen

Esta obra es la interpretación que Rafael realizó sobre un cuadro del mismo tema llevado a cabo por Perugino, su maestro. Y aunque guardan similitudes, también son evidentes la diferencias entre ambas obras.

Perugino nos muestra la escena de frente y con los esposos y el sacerdote en primer plano, Rafael los ubica algo más atrás, ofreciendo una mayor sensación de profundidad. Además, Rafael toma un punto de vista más alto, situando el templo más lejos para conseguir el mismo efecto. Los rostros guardan gran parecido, al igual que los gestos y los ropajes.

Los especialistas señalan cómo se aprecia también la influencia de otra de las obras de Perugino, “La entrega de las llaves a San Pedro” (1481). Sea como fuere, en este trabajo Rafael también dejo patente como su talento había sobrepasado al de su maestro tanto en el dominio de la composición y el espacio en sus pinturas, creando la sensación de tridimensionalidad.

Así, estamos ante una obra de juventud de Rafael en la que es posible apreciar la influencia quattrocentista de Perugino y Leonardo.

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Bibliografía
  • BLANCO, Javier Rivera. El templete de San Pietro in Montorio de Bramante: interpretado y restaurado a lo largo del tiempo1. Papeles del Partal: revista de restauración monumental, 2016, no 8, p. 143-160.
  • MADERUELO, Javier. El paisaje urbano. Estudios geográficos, 2010, vol. 71, no 269, p. 575-600.
  • PAGDEN, Sylvia Ferino; ZANCAN, Ma Antonietta. Rafael. Ediciones AKAL, 1993.
  • QUEVEDO, Diego Suárez. Leonardo, Miguel Ángel y Rafael, 1504. Hitos de la Historia del Arte quinientos años después. Cuadernos de Filología Italiana, 2004, vol. 11, p. 99-112.