Marsilio Ficino: pensamiento y filosofía

Marsilio Ficino: pensamiento y filosofía

En el siglo XV, Marsilio Ficino fue uno de los principales promotores de los estudios humanísticos y la difusión del pensamiento de Platón en el territorio de la actual Italia. Con el objetivo de conectar la tradición cristiana con el platonismo fundó una escuela en Florencia con el apoyo y la protección de Cosme de Médici. Tanto sus obras como su pensamiento fueron fundamentales para que posteriormente se desarrollara la poética y filosofía del Renacimiento. En esta lección de unProfesor haremos un resumen del pensamiento de Marsilio Ficino.

¿Quién era Marsilio Ficino? Biografía breve

Antes de adentrarnos en el resumen de su filosofía, es pertinente mencionar algunas generalidades de su biografía. Ficino nació en 1433 en Figline, actual Italia y murió en Florencia en 1499. Se formó en el estudio del griego y el hebreo. En el contexto del surgimiento del Renacimiento, como periodo transitorio entre la Edad Media y la Edad Moderna, bebió de diferentes corrientes filosóficas, literarias y religiosas.

En 1452 Cosme de Médici, uno de los hombres más ricos de Europa, lo acogió y le encargó crear una renovada Academia platónica. Justamente, la relación con la familia Médici permitió que Ficino se posicionara como un referente de la vida intelectual en Florencia. Su obra más destacada se titula Teología platónica.

Aportes de Marsilio Ficino y su pensamiento

La columna vertebral de la filosofía de Ficino se concentra en la unión entre el platonismo y el cristianismo. Para ello, se nutrió de la metafísica del neoplatonismo, cargada de una fuente misticismo y la idea de la purificación interior para llegar al conocimiento de Dios. En esta empresa, fue también uno de los principales traductores de Plotino, uno de los referentes de la filosofía neoplatónica.

La teología platónica

Según la Enciclopedia de Filosofía de la Universidad de Stanford, Ficino consideraba a Platón como el padre de una sabiduría muy valiosa que permitía el camino y contacto con lo divino: “es en el prefacio de su obra que escribe sobre Platón que ‘sin importar el tema sobre el que él trate, lo trae rápidamente de vuelta, con un espíritu de máxima piedad, a la contemplación y adoración de Dios’”.

Con esta base, podemos notar por qué su filosofía es teología platónica, pues se encargó de tomar las bases de dicho filósofo para dar una comprensión de lo divino desde la tradición cristiana. Paralelamente, en la Enciclopedia encontramos pistas del tipo de aproximación que tenía Ficino: “la Teología Platónica era un trabajo de síntesis, no de filosofía sistemática, como los pensadores del siglo XVIII lo habrían entendido. Diferentes estilos de argumentación, uso de lenguaje retórico, numerosos juegos de palabras, alusiones intelectuales, citas sin fuente, así como apelaciones abiertas a la fe, compiten por la atención del lector”.

No obstante, está no fue su única obra, también escribió La Religión Cristiana, un texto que acompaña su pensamiento y reflexiones sobre la sabiduría del cristianismo con su propia experiencia de vida como un entregado al dogma. Veamos ahora cómo el campo de trabajo de Ficino se extendió a otras áreas del conocimiento que se relacionaban con su visión de supremacía del ser humano sobre el mundo natural.

El humanismo

En distintos pasajes de sus libros, Marsilio Ficino concibe que, sobre todos los animales, la raza humana es excepcional por un punto en específico: la religión. Así, el humanismo del filósofo italiano recae en la capacidad de encontrar la sabiduría divina que tenemos.

Así, el ser humano que se adentraba en la filosofía y observaba detenidamente el mundo, podría encontrar y se le revelaría la verdad de Dios. De la mano con este pensamiento, y por influencia de su padre, se dedicó a la medicina en un contexto donde Europa se veía abatida por diversas plagas.

Desde su formación médica, Ficino justificaba la existencia del alma y su incidencia en el mundo físico, en uno de sus textos, rescatado por la Enciclopedia de Filosofía de la Universidad de Stanford, señala: “Los médicos definen el espíritu como un vapor de sangre: puro, sutil, caliente y claro. Después de ser generado por el calor del corazón a partir de la sangre más sutil, vuela al cerebro; y allí el alma lo usa continuamente para el ejercicio de los sentidos interiores y exteriores”.

Para su momento, su postura era catalogada como moderna y por ello se suele asociar el nombre de Ficino con el Renacimiento. Pues si bien su visión estaba estrechamente ligada a la vida religiosa, ya no tenía aquella postura hermética del medioevo. La mezcla entre la tradición platónica, la aproximación científica de la medicina y sus conocimientos en lenguas como el latín, hebreo y griego le permitieron renovar y plantear una nueva aproximación que mezclaba la filosofía y la teología cristiana.

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Bibliografía
  • Enciclopedia de la Universidad de Stanford. (2011). Marsilio Ficino.
  • Ficino, Marsilio. (2005). Tres libros sobre la vida. Madrid, Asociación Española de Neuropsiquiatría.