El Modernismo es un movimiento cultural que se desarrolló en la Europa de finales del siglo XIX y principios del XX. Un movimiento cultural que afecta a todas las manifestaciones del arte, desde la literatura a la arquitectura y las artes plásticas. En el caso de Cataluña, el Modernismo irrumpió con fuerza desde 1885, aproximadamente, hasta 1920. Unos 30 años en los que se puede encontrar ejemplos magistrales de ese nuevo movimiento artístico.
Un movimiento principalmente arquitectónico y que fue acogido con entusiasmo por la alta burguesía catalana, culta y con deseos de expresar sus ansias de modernización, su identidad, además de dejar constancia de su riqueza. En esta lección de unPROFESOR.com te mostramos cuáles son las características del Modernismo catalán para que puedas reconocer y disfrutar de un estilo artístico espléndido y suntuoso.
Movimiento estético y político
El Modernismo fue un movimiento internacional cuya inspiración fue la naturaleza y la renovación tecnológica consecuencia de la Segunda Revolución Industrial. Un movimiento que evolucionó de distinta manera en cada país debido a las particularidades culturales de cada uno.
En el caso de Cataluña, el Modernismo fue más allá de la estética, ofreciendo también aspectos políticos e intelectuales, siendo la época de la Renaixença, movimiento cultural y literario que celebra el renacer del catalán como lengua literaria y de cultura.
Inspiración en la naturaleza, otra de las características del Modernismo catalán
El Modernismo buscó formas nuevas en la naturaleza, además de nuevos materiales y un aire renovado y moderno, huyendo del estilo básico, árido y poco sugerente de la arquitectura industrial. Una influencia que se plasmará en materiales constructivos, planta de los edificios y diseño de las fachadas.
Así, fue un movimiento artístico en el que la arquitectura tuvo un gran peso contando con grandes figuras como Lluís Domènech i Montaner, Puig i Cadafalch y Antoni Gaudí, arquitectos junto a los que se destacan pintores como Santiago Rusiñol y Ramon Casas o escultores como Eusebi Arnau y Josep Llimona, entre otros.
Mayor libertad creativa
Otra de las características del Modernismo catalán es que es un movimiento que apuesta por una mayor libertad a la hora de crear. La inspiración en la naturaleza supuso también una mayor libertad introduciendo nuevas formas que se salían del academicismo. Una renovación que también se tradujo en la revitalización de las conocidas como artes menores u oficios artesanales como la ebanistería, la orfebrería o la vidriería. Unas artesanías que se elevaron a la categoría de arte.
Los escultores y los arquitectos buscarán el preciosismo y colocarán figuras y formas vegetales o de animales como elementos decorativos en los exteriores. También se recurrirá a esculturas de más tamaño como animales o personajes mitológicos, además de introducir materiales artesanales como la cerámica o los enrejados de hierro forjado.
El Modernismo fue un movimiento urbano y burgués
Fue un movimiento artístico que encontró a sus grandes valedores entre la alta burguesía catalana. Una burguesía culta y con gran sensibilidad por el arte, convirtiéndose en mecenas de los artistas. Este fue el caso del Conde Güell con Antoni Gaudí.
Así, tal y como señalan los expertos, “el modernismo es el mundo del lujo, la arquitectura unida a la decoración, el art & crafts”.
Etapas del Modernismo catalán
Habitualmente suelen señalarse tres fases en el desarrollo del Modernismo catalán:
- Una fase premodernista que se extiende desde la segunda mitad del siglo XX hasta la Exposición Internacional de Barcelona de 1888, años en los que se comenzaron a urbanizar los terrenos extramuros de la ciudad siguiendo el Plan Cerdá (1859). La arquitectura de esos años será muy ecléctica.
- Una fase de plenitud que abarca desde 1888 a 1914. La revolución industrial supuso un increíble desarrollo económico, especialmente industrial, y urbanístico. Un avance al que también contribuirán las grandes fortunas que abandonaron Cuba tras el desastre de 1898. A nivel tecnológico y cultural será la Exposición Universal de 1888 una de las mayores influencias, siendo clave en la renovación cultural del catalán, además de en todas las manifestaciones artísticas.
- Y una fase final que se extiende entre 1914 y 1926, año de la muerte de Gaudí, o, para otros autores, 1929, año de la Exposición Internacional de Barcelona.
Características de la arquitectura modernista catalana
Para continuar conociendo las características del Modernismo catalán, vamos a centrarnos ahora en la arquitectura de forma concreta.
- Predominio de las líneas curvas.
- Una rica y sofisticada decoración.
- El gusto por las formas orgánicas inspiradas en la naturaleza como motivos decorativos.
- Introducción de nuevos materiales como las vidrieras, el hierro forjado, la cerámica, el azulejo, etcétera.
- Uso de colores con brillo e intensos.
- La mezcla de elementos de estilos arquitectónicos exóticos o antiguos como la arquitectura gótica o la islámica.
- La arquitectura modernista presenta dos corrientes claras: una corriente racionalista, con Domènech i Montaner a su frente; y otra corriente irracionalista, con Gaudí como figura destacada, que se enlaza con el organicismo de Frank Lloyd Wright.
Otras expresiones del Modernismo catalán
Terminamos esta lección sobre las características del Modernismo catalán atendiendo a otra disciplinas artísticas influyentes, también, en esta corriente.
Pintura modernista catalana
La pintura modernista catalana también presenta dos tendencias: una simbolista influenciada por el prerrafaelismo inglés; y un realismo modernista, con temas más prosaicos y pinceladas más vigorosas.
Escultura modernista catalana
La escultura modernista también ofrece esas dos tendencias, una simbolista y otra naturalista.
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VVAA (2015). Modernismo, arquitectura y arte catalán S. XIX-XX. Loft Publications