Paul Gauguin: obras más importantes

Paul Gauguin: obras más importantes

Paul Gauguin es uno de los grandes representantes del postimpresionismo, siendo su trayectoria vital muy similar a la de otros artistas de su época como su amigo Vicent Van Gogh: vivir sin reconocimiento alguno y recibir las alabanzas de la crítica y alcanzar sus obras precios de récord. Gauguin, nacido en París 1848 y fallecido en las Islas Marquesas en 1903, se inició en el Impresionismo para evolucionar hacia el sintetismo y el simbolismo y ser una de las grandes influencias para movimientos como el Fauvismo (1998-1908)

En esta lección de unPROFESOR.com repasamos las obras más importantes de Paul Gauguin para conocer su vida y las claves de su estilo pictórico.

Características de las obras de Paul Gauguin

Antes de entrar de lleno en las obras más importantes de Paul Gauguin, vamos a conocer las claves principales de su estilo. Y es que Gauguin fue una de las grandes figuras de la Escuela de Pont-Avens, una escuela caracteriza por la síntesis, la aplicación arbitraria e intensa del color, temática simbolista e inspiración en el arte primitivo y en las estampas japonesas.

Gauguin fue un gran viajero, recorriendo de Francia a Lima, la Bretaña francesa, Panamá, de nuevo Francia, para terminar sus días en Tahití, lugar donde llevó a cabo una parte muy importante de su obra. Sus viajes inspiraron mucha de sus obras, siendo las mujeres grandes protagonistas de sus obras.

Gauguin desarrolló un estilo propio caracterizado por un uso expresivo del color, con gran contraste y el uso de delineados en negro o cloisionismo. Unas obras en la que se refleja el gusto de Gauguin por la simplicidad compositiva. Así, Gauguin realizó paisajes y desnudos llenos de sencillez y llenos de simbolismo, unos rasgos que influyeron enormemente en el arte moderno del siglo XX.

El mercado jardines de Vaugirard, 1897

El mercado Jardines de Vaugirard es una de las obras más importantes de Paul Gauguin.

Aquí vemos un paisaje de la primera etapa de Gauguin, momento en el que el autor se encontraba bajo la influencia de los trabajos de Camille Pissarro y Paul Cezanne.

La obra la realizó desde su casa reproduciendo las vistas de estos jardines ubicados en el sur del río Sena en París.

Van Gogh pintando girasoles, 1888

Aunque la relación con Van Gogh comenzó por la mutua admiración que se tenían, se terminó de manera a pelearse cuando vivían juntos en la Casa amarilla de Arles en la que se dedicaron a pintar y colaborar.

Uno de los cuadros fruto de esa época es este en el que nos muestra al pintor neerlandés pintando.

Café Nocturno, Arles, 1888

De esa misma época en la que se instaló en la casa de Van Gogh se destaca esta pintura del bar de Arles en el que pasaban las noches con borrachos y prostitutas.

Van Gogh ya había pintado este café, pero Gauguin se inclinó por pintar a Madame Ginoux, mostrando en un segundo plano la mesa de billar y alguno de los personajes habituales del café.

En un primer plano, y delante de la mujer, Gauguin pinta un bodegón sencillo. Van Gogh llegó a obsesionarse con la pose adoptada por la mujer.

Visión tras el sermón, 1888

La visión tras el sermón o La lucha de Jacob con el ángel es la primera obra simbolista de Gauguin, marcando el fin de su relación con el Impresionismo. Así, Gauguin abandona las pinceladas gruesas por pinceladas planas y comienza a interesarse por temas simbólicos y colores arbitrarios y brillantes.

Obra de la época bretona, en la Visión tras el sermón Gauguin muestra en un primer plano a varias mujeres bretonas con ropa tradicional y rezando mientras tienen una visión, Jacob peleado con un ángel. Para ello, el pintor deja a un lado la perspectiva tradicional e introduce figuras planas, colores planos, delimitando los contornos o cloisonnisme o cloisionismo. Gauguin también se inspiró en la estampa japonesa.

Cristo amarillo, 1889

Esta obra de Paul Gauguin pertenece ya al cloisionismo, una técnica inspirada en los grabados japoneses y en una técnica medieval de esmaltado denominada cloisonne. Esta técnica consiste en crear áreas planas de color, delineación de los bordes con color negro y renunciando a la perspectiva clásica.

El Cristo amarillo lo pinta en Pont-Aven, siendo uno de los pocos cuadros con tema religioso que realizó el pintor. Gauguin reproduce el modelo de calvario típico, un Cristo y tres Marías, si bien las mujeres son campesinas y el paisaje se cambia por la campiña de la zona de Bretaña.

El color es vibrante, plano y el rostro del Cristo es una especie de máscara primitiva.

Mujeres de Tahití, 1891

Estamos ante una obra de la etapa de Tahití, concretamente durante su primera estancia en Polinesia. Gauguin nos muestra a las mujeres de la isla y la manera de vestirse las jóvenes y el primitivismo y belleza de sus rostros.

El colorido es más intenso y vivo, optando por gamas cálidas y pinceladas planas, contorneando las figuras con la técnica del cloisonne.

¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Adónde vamos?, 1897

Terminamos este repaso a las obras más importantes de Paul Gauguin con esta obra. Y es que, tras la muerte de una de sus hijas en 1987, desesperado por las deudas y problemas de salud, Gauguin se dedicó a hacer esta gran obra, un auténtico testamento artístico.

Es la primera obra de grandes dimensiones del pintor, plasmando en ella su ideario pictórico y filosófico. El pintor muestra una progresión desde la izquierda ocupada por una momia que se tapa los oídos a la derecha, lugar donde hay un bebé como imagen de la inocencia. En la zona del centro se ubica un hombre que coge un fruto que simboliza la tentación.

Si deseas leer más artículos parecidos a Paul Gauguin: obras más importantes, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Historia.

Bibliografía
  • DE JUAN HERNÁNDEZ, Pilar María, et al. Gauguin: El paraíso perdido. 2018.
  • GAUGUIN, Paul. Escritos de un salvaje. Ediciones Akal, 2008.
  • PUIGBÓ, Juan José. Vida y obra de Eugene-Henri-Paul Gauguin.(1848-1903). Gaceta Médica de Caracas, 2006, vol. 114, no 3, p. 226-255.
  • SÁNCHEZ DURÁ, Nicolás. ¿El artista como etnógrafo?: el caso Gauguin, tan lejos, tan cerca. 1998.
  • SARRIUGARTE GÓMEZ, Iñigo. La Leyenda Negra de un Pintor Maldito: Paul Gauguin. Razón y palabra, 2003, no 36, p. 21.
  • SOLANA, Guillermo (ed.). Gauguin y los orígenes del simbolismo. Editorial NEREA, 2004.