Pintores impresionistas franceses

Pintores impresionistas franceses

El Impresionismo es un movimiento artístico rompedor que dejó de lado todos los perceptos del academicismo para optar por un lenguaje más libre y espontáneo, pasando de la rigidez de los estudios a pintar al aire libre y tomar como temas la naturaleza y escenas de la vida cotidiana. Se buscaba captar los efectos de la luz sobre los paisajes y los objetos, empleando pinceladas rápidas y sueltas y colores claros. Una de las grandes figuras del Impresionismo fue Claude Monet, cuya obra Impresión, sol naciente dio nombre al movimiento tras la primera exposición colectiva del grupo de impresionista en el año 1874 en París.

En esta lección de unPROFESOR.com te ofrecemos una selección de los principales pintores impresionistas franceses para que conozcas a los protagonistas de uno de los movimientos artísticos más influyentes y auténtico punto de inflexión dentro de la Historia del Arte.

Lista de pintores impresionistas franceses importantes

En esa primera exposición colectiva de los principales pintores impresionistas franceses en el París de 1874 estuvieron los principales nombres del Impresionismo: el precitado Monet, Auguste Renoir, Edgar Degas y Paul Cezanne, incluyéndose también en este núcleo de artistas más destacados del movimiento Edouard Manet, Camille Pissarro, Berthe Morisot, Mary Cassat, Gustave Caillebotte, Frédéric Bazille y Marie Bracquemond también asociados a menudo con el movimiento.

Claude Monet (1840 – 1926)

Claude Monet es una de las figuras claves del Impresionismo, siendo su cuadro Impresión, sol naciente, el que dio nombre al movimiento tras un comentario peyorativo de un crítico, mientras su serie Los nenúfares es una de las más representativas de sus principios estéticos. Claude Monet fue considerado como el pintor de lo efímero y del agua, dejando a un lado todos los convencionalismos academicistas.

Así, y gracias a la invención de los tubos de pintura, Monet se volcó en la pintura plein air, convirtiéndose su jardín japonés en Giverny en escenario de muchas de sus obras. La invención de la fotografía y las nuevas teorías del color y la luz coadyuvaron la aparición de la llamada pincelada impresionista: una pincelada que rompe los contornos y crear la mezcla óptica de los colores en la retina del espectador.

Entre sus temas preferidos están los bosques, los amaneceres, las escenas marinas y los crepúsculos, captando el ambiente y las atmósferas más allá de los objetos y figuras. Así, son famosas sus vistas de la estación Saint-Lazare, el Támesis o la catedral de Rouen. Mujer son sombrilla o El estanque de ninfeas son dos de sus obras más estudiadas y conocidas.

Édouard Manet (1832 – 1883)

Manet es el más atípico de los impresionistas, considerándose como una figura puente entre el realismo y el impresionismo. Manet pintaba siguiendo la técnica clásica, pero tratando temas que no entraban en los cánones del academicismo. Así, su obra El Almuerzo sobre la hierba (1863), fue todo un escándalo por mostrar a una mujer desnuda con dos caballeros vestidos mientras pasa un día almorzando en el campo.

Sin embargo, esta temática despertó la admiración de los impresionistas, aunque también tocó temas poco habituales para este estilo como las fiestas taurinas y los toreros. Otras obras de Manet de corte más realistas son: Olympia (1863), El pífano (1866), El fusilamiento del emperador Maximiliano o El balcón (1869), pasando a un estilo más impresionista en obras como Claude Monet trabajando en su barca o el emblemático El bar del Folies Bergere (1882).

Pierre Auguste Renoir (1841-1919)

Renoir se destaca por un estilo lleno de calidez, voluptuosidad y sensualidad, centrándose en la pintura de la figura humana femenina. Unas obras en las que plasma paisajes y escenas alegres y amables.

Entre sus obras más conocidas se encuentran el Baile en el Moulin de la Galette (1876), en el que se refleja la vida parisina en Montmartre, Las bañistas (1918-1919), La Grenouillere (1869) o El almuerzo de los remeros (1881).

Berthe Morisot (1841-1895)

Una de las pintoras más destacadas del Impresionismo fue Berthe Morisot, una artista que estaba casada con el hermano de Manet y responsable de que este diese un vuelco a su obra y saliese a pintar al plein air.

La obra de Morisot está llena de poesía y es íntima y con un toque de cierto romanticismo, mostrando temas como la maternidad o el aseo femenino, además de escenas en paisajes, en terrazas o ventanas. Entre sus obras más destacadas nos encontramos con piezas tan fantásticas como La Cuna (1872), Joven en traje de baile (1879), El puerto de Niza (1882) o Día de verano, son algunas de sus obras más notables.

Edgar Degas (1834-1917)

Degas fue otro de los pintores impresionistas franceses más destacados. Trabajó de pintor, escultor y maestro en la técnica del pastel. Su tema casi obsesivo fue la danza y las escenas de baile. Aunque considerado como uno de los más célebres impresionistas, Degas se consideraba realista, ya que le gustaba el dibujado acabado al estilo de Ingres, además de no interesarte mucho por el paisaje, prefiriendo los interiores y el estudio del cuerpo y el movimiento. Del Impresionismo tomó el interés por la fotografía y por los grabados japoneses.

Sus obras de bailarinas como La clase de danza (1874) son de lo más conocido de su producción artística, además de otros títulos como La absenta (1876) y la Plaza de la Concordia (1876).

Si deseas leer más artículos parecidos a Pintores impresionistas franceses, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Historia.

Bibliografía

VVAA (2020). Diez en uno. Impresionismo. Taschen

Wildenstein, Daniel (2019). Monet o el triunfo del Impresionismo. Taschen

Skea, R (2019). Impresionismo. Blume

Walther, Ingo F. y Feist, Peter H, (2002), La pintura del Impresionismo, 1860-1920 (T. I): El Impresionismo en Francia. Taschen