Pintura del Renacimiento – Características principales

Pintura del Renacimiento – Características principales

Las principales características de la pintura del Renacimiento son el dominio de la perspectiva, la composición de las obras y el dominio de la luz y el color. En unProfesor te lo descubrimos de forma más detallada.

El Renacimiento es un fenómeno cultural y artístico que surge en Italia y se desarrolla en el inicio de la Edad Moderna, abarcando los siglos XV y XVI. Con él se van a retomar los principios que se dieron en la Antigüedad Clásica, a través del humanismo sin renunciar a la tradición cristina, pero sustituyendo la omnipresencia religiosa medieval por la afirmación de hombre y del mundo. A continuación, en esta lección de unPROFESOR pasamos a ver haciendo referencia al mundo del arte, las características principales de la pintura del Renacimiento para conocer mejor este periodo.

Cuáles son las características de la pintura del Renacimiento

Son varias las características de la pintura renacentista que nos hace diferenciarla de su precedente, la pintura medieval y son las siguientes.

Dominio de la perspectiva

La principal innovación de la pintura renacentista es el dominio de la perspectiva, una perspectiva que ya se prefiguraba en el gótico con la figura del Giotto en el siglo XIII sin embargo, hay que esperar hasta el siglo XV para que haya un verdadero uso de ella.

El gran tratadista de la pintura del Renacimiento Piero della Francesca en su obra “De prospectiva pigendi” hace referencia a dos conceptos de perspectivas que se van a dar durante el Renacimiento, se trata por un lado de la perspectiva lineal, realizada sobre una superficie bidimensional a base de líneas y dibujos que vienen a converger en un mismo punto para de esa manera centrar la vista en él consiguiendo plasmar la distancia.

Por otro lado, está la perspectiva área donde a lo que anteriormente hemos comentado va unida la luz al dibujo aplicándole una gradación al color. Tanto en una como en otra la finalidad es la misma, mostrar una sensación de profundidad, haciendo posible en la pintura una representación tridimensional.

La composición de las obras

La composición, es decir, la ordenación de todos los elementos que integran el cuadro se estructura de acuerdo a esquemas geométricos de simetría, muy relacionado con el tema de la perspectiva.

La luz y el color de la pintura renacentista

La luz, será otro de los componentes a estudiar en la pintura renacentista, ya que a través de ella se contribuye a dar volumen, con el juego de luces y sombras.

El color será otra de la variedad dentro de la pintura renacentista. Con el tiempo hemos visto que poco a poco ha ido evolucionando pues mientras en el románico veíamos unos colores monocromos, ya en el gótico se empiezan a dar matices y gradaciones hasta alcanzar su máxima precisión en esta época confiriéndole a la pintura una apariencia escultórica.

Pintura del Renacimiento: temáticas, técnicas y soportes

La temática de la pintura va abarcar desde temas religiosos, con la representación de la vida de Cristo, Santos, con imágenes de Antiguo Testamento y la representación de las Vírgenes, como las madonas. También se representarán temas mitológicos y el retrato, casi siempre de pequeño formato.

También veremos representaciones del cuerpo humano, siendo de gran interés aquellas en las que tema principal era el desnudo, para el cual la anatomía se va a copiar y estudiar cuidadosamente buscando la idea del canon perfecto tal como se en la Antigüedad.

El paisaje y la naturaleza no aparecerán como tema principal pero sí como telón de fondo para los cuadros, así como también escenarios arquitectónicos creando un ambiente sobre el que representar la figura humana, sirviendo además para dar profundidad al cuadro.

Aunque inicialmente las técnicas más utilizadas eran al fresco y al temple, ahora en el Renacimiento vemos que la pintura va a adquirir unos valores táctiles, a lo que contribuirá mucho la técnica del óleo. En cuanto a los soportes vemos que se va a seguir pintando sobre el muro, retablos, aunque este último con la aparición del óleo desaparece en favor de las telas y cuadros de caballete.

¿Qué es la pintura en el Renacimiento?

La pintura del Renacimiento es un estilo pictórico desarrollado durante el período histórico-artístico conocido como Renacimiento. Un movimiento que tuvo su origen en Italia entre los siglos XIV y XVI y que se presenta como una contraposición al gótico.

Los pintores renacentistas se vieron imbuidos por los ideales del Humanismo y, siguiéndolos, buscaron la perfección en la proporción y en la perspectiva aportando profundidad y una tercera dimensión. Así, la composición se organiza y define mediante esquemas geométricos como la pirámide, además de recurrir a técnicas que contribuyen a crear esa ilusión de profundidad como, por ejemplo, el claroscuro o el sfumato.

En unProfesor vamos a descubrirte cómo fue la pintura del Renacimiento en España.

¿Cuál es la obra más representativa del Renacimiento?

Aunque el Renacimiento es una época caracterizada por una producción artística extraordinaria tanto por su calidad como por la trascendencia que tuvieron a lo largo de la Historia del Arte. Entre esas obras tiene un lugar especial la Gioconda o Mona Lisa, uno de los retratos más míticos de la historia de la pintura.

La Mona Lisa es obra de Leonardo Da Vinci, uno de los grandes genios del Renacimiento y del Arte y las Ciencias. El cuadro fue pintado en el siglo XVI y formó parte de la colección de obras artísticas de la corte de Francia y está exhibiéndose en la actualidad en el Museo del Louvre.

Además de por los misterios que envuelven a esta obra, La Mona Lisa es famosa por ser una de las mejores obras de madurez de Da Vinci. Un momento en el que ya están plenamente desarrolladas técnicas como el esfumato o el claroscuro. El esfumato, técnica que consiste en el difuminado de los bordes de las figuras para integrarlas en la composición, y el dominio del paisaje de fondo ayudan al pintor a dar una mayor profundidad y no crear una obra plana.

Así, esta obra presenta un encuadre muy moderno, además de introducir una serie de efectos ópticos que crean la ilusión de que la figura nos está mirando constantemente, sin importar la posición desde la que se observe la obra. Unos efectos que evidencian los grandes conocimientos anatómicos y científicos de Leonardo Da Vinci.

La obra pintada durante el Alto Renacimiento es un retrato de la joven esposa de Francesco del Giocondo, la joven Lisa, si bien otras teorías apuntan a que es el retrato de una de las favoritas de Juliano de Médici.

Pese a su gran fama, La Mona Lisa es un cuadro de reducidas dimensiones, solo mide 77x53 centímetros. Unas medidas que permitían a Leonardo viajar con su cuadro y someterlo a numerosos retoques, siendo casi como una especie de laboratorio de pintura en el que probar sus técnicas. Además, sobre la Gioconda, otro de los nombres por los que se conoce el cuadro, existen multitud de anécdotas y curiosidades. Una de ellas es su robo, acaecido en el año 1911. Un robo que realizó un italiano para restituir la obra a su país de origen.

También ha sido versionado en multitud de ocasiones, convirtiéndose en la actualidad en un auténtico icono pop, además de ser centro de obras literarias como, por ejemplo, “El Código Da Vinci”, novela de misterio de Dan Brown.

¿Quién es el pintor más famoso del Renacimiento?

Aunque es complicado por la genialidad que alcanzaron algunos de los artistas del Renacimiento, los historiadores del arte coinciden en señalar a Leonardo Da Vinci como el pintor más famoso del Renacimiento. Así, es común encontrar también a Andrea Verrocchio como uno de los dibujantes y pintores más innovadores, siendo el precursor y líder de los artistas florentinos universales como Sandro Boticelli o el propio Leonardo Da Vinci.

Sea como fuere, Leonardo Da Vinci ha pasado a la Historia como uno de los más grandes artistas de su tiempo y de la Historia, siendo la figura más representativa del Renacimiento. Leonardo, nacido en Florencia en 1452, es considerado como polímata dado sus altos conocimientos de artes, ciencias y humanidades. Un auténtico genio universal que consiguió encarnar el ideal del hombre renacentista al dominar numerosas ciencias y ser artista, científico, inventor, anatomista, músico, poeta, ingeniero, arquitecto, etcétera.

Entre el legado dejado por Leonardo Da Vinci para la pintura se destaca su obra El tratado de pintura, publicado a mediados del siglo XVII, y una de sus obras más emblemáticas: La Mona Lisa, un auténtico laboratorio de práctica artística. Leonardo consideraba la pintura como una exploración del mundo y una experimentación constante en busca de una mejora de las técnicas empleadas. Así, por ejemplo, una de sus mayores innovaciones la implementó en los retratos femeninos. Así, Leonardo volteó las figuras en dirección al espectador y colocarlas con un paisaje al fondo como manera de hacerlas más realista.

Además, Leonardo investigó sobre el efecto de la luz, la atmósfera y la distancia sobre el color. Sus observaciones de la naturaleza le llevaron a emplear el color de manera realista, no de forma absoluta. También empleó el sfumato para suavizar los límites entre cada objeto, fundiéndose éstos con el fondo y creando un atmósfera de luces y sombras. Una forma de humanizar el espacio y ofrecernos un estudio psicológico del retratado.

¿Qué pintura se usaba en el Renacimiento?

Durante el Renacimiento se emplearon tres técnicas básicas: el óleo, el temple y el fresco. Unas técnicas en las que el color constituye una parte importante dentro del trabajo del pintor.

Además, se comenzó a emplear el lienzo, continuando también con el uso de los muros como soporte para crear pinturas más realistas y enérgicas gracias a la perspectiva y el relieve.

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