Qué es el ready-made de Duchamp

Un ready made se puede traducir al castellano como "objeto ya hecho o fabricado", esto es, un objeto creado para una funcionalidad ya establecida y conocida popularmente y que el artista “encuentra” y da una nueva funcionalidad o saca de su contexto habitual. Su objetivo es epatar o sorprender al espectador llamándole a participar y dejar su papel pasivo.

El objeto común adquiere otro significado y se eleva a categoría de arte. Una creación de arte conceptual, esto es, un arte en el que la idea o intención del artista es más importante que la obra en sí.

En 1917, y tras pasar por el sala de exposición de J.L Mott Iron Works en Nyeva York, Duchamp se decidió a comprar un urinario modelo Berdfordshire y estamparle una firma en el borde inferior. Una rubrica que llevaba a mirar la obra desde un punto de vista diferente al habitual y cambiaba el significado y uso original del objeto. Duchamp bautizó la obra como “Fuente”. La obra se remitió al comité organizador de la primera muestra de la Society of Independent Artist, sociedad de la que Duchamp era parte.

Pero la obra no fue admitida por su carácter polémico y no entrar dentro de los cánones del arte tradicional occidental. Ese desaire hizo que Duchamp dimitiese de la junta directiva de la sociedad. Pero ya antes de este polémico episodio de la Sociedad de Artistas Independientes de Nueva York, Duchamp ya había realizado obras con objetos que tenían un uso diferente en la vida cotidiana. Solo introducía pequeños cambios y, tal y como él señalaba, eran más bien manifestaciones antiartísticas no realizadas para comerciar con ellas, ni musealizarlas.

Los ready made son creaciones más complejas que el collage ya que, si éste pretendía añadir cualquier objeto en un lienzo con intenciones plásticas, el ready made echaba mano de objetos sin belleza ni personalidad y, tras desposeerlos de su significado original, integrarlos en la obra original.

La posición de Duchamp fue totalmente antiestética, alejándose así del enfoque con el que se creaban los collages. Duchamp, que había comenzado realizando óleos sobre lienzo al estilo tradicional, pasó a realizar objetos de corte nihilista y creando obras llenas de ironía.

La Fuente o El Botellero constituyen dos obras que no son nada sin la intervención de Duchamp al otorgarle un valor nuevo. Además, hay que tener presente que los objetos de los ready made de Duchamp se han ido deteriorando y han tenido que se replicados, sin que ello sea importante ya que lo primordial era el concepto que el artista quería transmitir más que el objeto en sí.

Y es que la reproducción industrial y masificada de los objetos está también detrás de la idea de Duchamp, siendo uno de los primeros artistas en plasmar esa idea. Su objetivo era salirse del sistema y no entrar en la dinámica de la exhibición y venta del objeto artístico en los canales habituales. Él no quiso nunca que sus obras entrasen en los museos.

De esos primeros ready-made de Duchamp pasamos a otras creaciones que también pretendían sorprender al espectador y sacarle de su zona de confort. Así, los surrealistas como Dalí también realizaron obras como el “Teléfono-langosta” (1936), aunque su intención más que antisistema o nihilista solo intentaba provocar la imaginación y el subconsciente del espectador.

Otros autores como Oppenheim o Andy Warhol también intentaron recurrir al uso de objetos que disturbasen al espectador, si bien el Pop Art, con Warhol a la cabeza, los convirtieron numerosos objetos de consumo en iconos de una determinada época histórica.

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