¿Quiénes son los masones? Descubre aquí la respuesta

Mucho se ha escrito sobre quiénes son los masones existiendo gran número de mitos, leyendas e historias. Hay por tanto que subrayar que la masonería no es ni una secta, ni una religión, ni una filosofía, sino más bien sociedades, con unos rituales cuyos principales objetivos han sido unir al hombre y la humanidad en torno a valores comunes de fraternidad y tolerancia.

Sus orígenes históricos se entroncan con los constructores de catedrales medievales, que constituyeron gremios organizados en logias, que eran oficinas de trabajo y tribunales donde el maestro albañil mantenía la disciplina, en base a unos estatutos cuyo fundamentos eran lograr una concordia fraternal básica a la hora de trabajar y finalizar una gran construcción.

La denominación ‘francmasón’ aparece por primer vez en Inglaterra, en el siglo XIV, derivada del término free-stone-mason, que hacía referencia al albañil que tenía como actividad trabajar la piedra de adorno, diferenciándolo del rough-mason, que era el simple cantero.

No tenemos que confundir a los masones con los templarios porque no eran lo mismo.

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La evolución de esta masonería medieval a la moderna, también denominada como operativa, se produce en el siglo XVIII con la Gran Logia de Edimburgo, en la que además de trabajadores de la piedra aparecen otros integrantes de esta sociedad con otras ocupaciones como miembros honorarios, entre ellos letrados, médicos, físicos, profesores, etc., con una extracción social alta y que patrocinaban a los gremios.

Cuando finaliza la construcción de las grandes catedrales, las logias quedarán formadas por estos miembros honorarios, surgiendo sobre todo tras las Constituciones de Anderson, en 1723, que es el texto oficial de la masonería regular o anglosajona. En esta se señala que la catedral ya no será un edificio de piedra, sino que ahora la construcción que tendrá que levantarse en honor y gloria del ‘Gran Arquitecto del Universo’ será la misma Humanidad.

Este escrito es realizado por los pastores protestantes John T. Desaguliers y James Anderson, y constituye la masonería como sitio de encuentro de hombres que quieren trabajar por el humanismo y la fraternidad y en contra del sectarismo europeo del momento tras la Reforma y Contrarreforma.

Se forma entonces la masonería como una asociación con una mística ritualista, influenciada por la tradición medieval que aglutinaba a las religiones monoteístas, y en la que se trataba de borrar las diferencias sociales en busca de la fraternidad. Este espíritu de fraternidad, libertad y tolerancia también provocará su persecución. Ya en el siglo XVIII la Iglesia católica atacará a la masonería, señalando la incompatibilidad de ser católico y masón.

Por ejemplo, el papa Clemente XII (1730-1740) llevará a cabo una primera bula antimasónica en 1738, denominada ‘In Ementi’, en la que señalará que tanto francmasones como colaboradores caerían en pena de excomunión por herejes. Otro papa, León XII, también calificará a los masones como hijos primogénitos del demonio, y Pío VIII los identificará como enemigos declarados de Dios.

En esta otra lección te descubrimos la situación de la Iglesia en la Edad Media.

La masonería toma cuerpo a lo largo de los siglos XVIII y XIX, estableciéndose una división fundamental entre obediencias regulares e irregulares.

La masonería regular, representada por la Gran Logia de Inglaterra, se distinguirá por:

• Ser dependiente de la masonería anglo-sajona.
• Seguir de forma estricta las Constituciones de Anderson.
• Prohibir hablar en las logias de temas políticos y religiosos.
• Solo admitir a hombres.
• Creer en la inmortalidad del alma y en Dios.

Por su parte, la masonería irregular se distingue por:

• Seguir la tendencia belga y francesa, denominada masonería latina.
• Permitir el debate político y religioso en las logias, y que pertenezcan a ellas tanto ateos como agnósticos.
• Aceptar la entrada de mujeres.

Actualmente, hay ramas masónicas con tendencias ideológicas muy diferentes que van desde las más tradicionales a las de pensamiento libre y racional.

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Es importante a la hora de descubrir quiénes son los masones conocer su funcionamiento interno. Dentro de su organización y símbolos hay que distinguir primero de todo a la logia, que se identifica por:

• Es la célula madre de la masonería donde se reúnen los hermanos maestros, que deben ser al menos siete. Esta tiene su propia autonomía, y su fundamento es la formación de sus miembros y su perfeccionamiento.
• Es también un recinto físico, en forma de rectángulo, con doble longitud que anchura, que imita a las logias históricas de constructores.
• Dentro de estas características destaca que la puerta debe estar simbólicamente orientada hacia Occidente, con el ‘Venerable maestro’, el masón de mayor peso, situado en oriente, donde proviene la luz, los aprendices en el norte, lugar menos iluminado, y el resto de compañeros al sur. La logia simboliza el cosmos y el alma del hombre.
• Tres velas se sitúan en medio de la logia y todo acto debe seguir un rígido protocolo para evitar roces entre los miembros.

Para ingresar en la masonería hay que ser apadrinado por un masón, investigándose los antecedentes personales. Se es aceptado tras sufragio de los miembros de la logia presentes en sesión, y si la votación es positiva se lleva a cabo un ritual de iniciación, siendo el nuevo miembro instruido como hermano masón.

Por otra parte, dentro de los signos propios de la masonería destacan:

• Las ‘Tres Grandes Luces’, que se sitúan sobre la mesa o altar de los juramentos: la Escuadra (la Tierra), el Compás (el Cielo) y el Volumen de la Ley Sagrada (la Biblia).
• El ‘Delta o Triángulo’ con el ‘ojo que todo lo ve’, emblema de origen cristiano con un triángulo con un vértice hacia arriba que contenía el ojo de Dios.
• Letra ‘G’ colgada del centro del techo, como símbolo de la Estrella Polar, soportando una plomada que representaba el axis mundi.
• Una cuerda con doce nudos, que rodea la parte superior de la logia, y que tiene su origen en el cordel con el que los masones operativos delimitaban o encuadraban el perímetro de un edificio antes de su construcción. Los nudos correspondían a los signos del Zodíaco.
• El techo azulado, que simboliza el marco celeste del cosmos, y el suelo jaquelado, que enseñaba la dualidad del mundo en contraposición al color azul que decoraba el techo.

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