Realismo en la pintura - resumen

El realismo en la pintura presenta una serie de características que lo conceptúan como el primer movimiento artístico moderno. Así, entre sus principales rasgos estilísticos se destacan:

1. La pintura realista puso el acento sobre la vida cotidiana de la clases medias y bajas y los avances del mundo moderno, convirtiéndolos en temas adecuados por el arte. Asimismo, se abrazaron los objetivos progresistas del modernismo, dejando a un lado los sistemas tradicionales.
2. También, y siguiendo su preocupación por la vida social, económica y política, mostró temas menos agradables. Para ello introdujo paletas más oscuras, ocres y terrosas.
3. Aunque participaron en los Salones de la Academia de Arte oficial, los pintores realistas también organizaron exposiciones independientes para mostrar su trabajo.
4. Coincidiendo con el auge de la prensa y los medios de comunicación, los realistas se convirtieron en sus propios publicistas y aprovecharon el eco que les proporcionaban los medios para generar controversias e incrementar su fama.
5. Uno de sus principales artífices fue Gustave Courbet, autor del catálogo de la exposición de 1855, fue quien acuñó el término realismo, si bien no es un movimiento estructurado y con una unidad clara.
6. Fue también Courbet quien señaló como el realismo plasmaba la visión personal de la realidad del autor, dejando constancia de las ideas y costumbres de la época. Así, señala como la finalidad es crear un arte vivo, algo que dejo patente en su obra El entierro en Ornans.
7. En general, los pintores retratan personajes serios, en ambientes sombríos, sin apenas alegría, como forma de mostrar el opresivo y duro ambiente en el que vivían las clases trabajadoras. Así, también se les representarán realizando trabajos duros y en pleno esfuerzo.

Las técnicas también dejan a un lado lo tradicional y se introducen nuevas técnicas consideradas como irrespetuosas. Las novedades son:

• Se marcan mucho los contornos de las figuras.
• Carecen de perspectiva y escala.

Las obras de Courbert y Manet, fundador posteriormente del Impresionismo, despertaron la crítica de los entendidos por considerar sus obras indecorosas frente a las obras de los grandes maestros de la pintura. En cuadros como al “Olympia” de Manet, inspirada en la Venus de Urbino de Tiziano, la crítica la consideró una burda imitación.

Desde mediados del siglo XVI, la Academia de Pintura y Escultura dirigía la producción de arte en Francia. Su presencia e influencia se extendió por toda Europa dada la preeminencia del país galo. Así, la Academia estableció estándares artísticos, capacitado a los artistas e los estudios y organizando exhibiciones de forma más o menos regulares en su Salón.

Una de sus formas más reconocibles fue la pintura histórica, con temas sacados de la mitología clásica, la Biblia o la literatura. Los pintores más notables podían pintar este género, siendo muy celebrados. Los descubrimientos arqueológicos también fueron fuente de inspiración consagrando el estilo neoclasicista.

Una de las respuestas al neoclasicismo fue el Romanticismo, un movimiento que abrazó lo emocional y el exotismo, exaltando lo irracional y el conflicto entre el hombre y la naturaleza. Y aunque el romanticismo supuso ya una primera ruptura con los principios del neoclasicismo, no conllevó un cambio radical en las instituciones el arte y la sociedad.

Imagen: Historia del arte blogger

Entre los artistas más destacados del Realismo nos encontramos con

• Honoré Daumier (1808-1879)
• Gustave Courbet (1819-1877)
• Jean-François Millet (1814-1875)
• Édouard Manet

Este último en sus primeras fases, antes de fundar el Impresionismo.

Como ya hemos señalado, Gustave Courbet es uno de los precursores el Realismo, siendo pionera su obra El entierro de Ornans (1850), una de sus mejores obras al reflejar un entierro de la forma más realista posible. Otros cuadros famosos son Las cribadoras (1859), El taller del pintor, alegoría real, determinante de una fase de siete años de mi vida artística (y moral), 1855 o El origen del mundo, (1866).

El siglo XIX fue realmente turbulento desde el punto de vista político y social, una convulsión a la que dieron la espalda el neoclasicismo y el romanticismo. El Realismo denunció esa actitud y, en la década de los 40 del XIX, se presentó como una respuesta al militarismo, la explotación económica de las colonias, una industrialización feroz y una urbanización descontrolada de las ciudades. Para ello se ubicó en el lado de la ciencia, la moral, la política y el positivismo.

Otro de los factores que influyeron en el Realismo fue el nacimiento de la fotografía. Y, aunque no solían trabajar a partir de fotografías, la tuvieron en alto concepto por mostrar la realidad con todos sus defectos. El periodismo y la caricatura, socialmente críticos, también tuvieron una gran influencia en el desarrollo del Realismo.

Imagen: El entierro de Ornans (Courbet)

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