El mar Mediterráneo ha vivido un sinfín de viajes comerciales, batallas navales y otra serie actividades a lo largo de los siglos. En esta lección de unPROFESOR os traemos un resumen de la piratería mediterránea centrándonos en la conocidísima piratería berberisca dado que, a lo largo de los siglos, han sido los diferentes estados del norte de África los que se han encargado de desarrollar estas actividades ilícitas, las cuales han llegado hasta el día de hoy.
Los piratas en la Edad Antigua
Comenzamos el resumen de la piratería mediterránea en la Edad Antigua ya que, desde la época fenicia, encontramos algunos textos en los que se advierte de la problemática de las costas del note de África donde los fenicios habían creado una serie de colonias, como era el caso de Cartago.
En algunas bahías, grupos de marineros aguardaban el momento preciso para abordar las naves cargadas con productos que vendían más adelante; del mismo modo también hacían presos a las personas que había en las naves para luego venderlas como esclavos a las caravanas de mercaderes.
En las islas de Córcega, Cerdeña, Sicilia y en Baleares, desde el inicio de las Guerras Púnicas y hasta el fin del Imperio romano, se crearon núcleos piratas que hicieron que el comercio naval fuera bastante peligroso, por ello, Roma lanzaría una serie de campañas para exterminar a los piratas, tanto de la parte occidental del Mediterráneo como de la parte oriental.
La piratería berberisca
Sin duda, el periodo más largo e intenso de la piratería, se llevó a cabo desde inicios de la Edad Media hasta la Edad Contemporánea. Por ello, en este resumen sobre la piratería mediterránea, hacemos especial hincapié en la acción de los bereberes.
Hacia el siglo IX comenzaron las primeras incursiones en este tipo de actividad, fecha en la que sabemos que gran parte del Mediterráneo se encontraba bajo dominio musulmán, incluyendo las costas de la Península Ibérica.
Ello hacía que los piratas musulmanes tuvieran suficientes ayudas para poder realizar sus actividades sin temer represalias, pues solo los reinos cristianos de Italia y Francia, junto con la parte Oriental comandada por Bizancio, podían hacer frente a estas. De esa manera, desde las costas del norte de África, especialmente desde Túnez, Trípoli, Argel, Salé, Yerba y otros emplazamientos de Marruecos, preparaban y lanzaban sus ataques al resto del Mediterráneo.
El objetivo principal por el que realizaban estas incursiones era reclutar a esclavos, pues las personas de raza europea eran muy solicitadas en todo el Imperio musulmán (mientras más norteños, mejor).
Los líderes de la piratería en la Edad Media
En su mayoría, los piratas eran unos parias, es decir, unos marginados de la sociedad musulmana que se veían obligados al pillaje para poder subsistir. De igual manera, no será extraño encontrar a partir del año 1600 a europeos en las costas del Magreb buscando fortuna junto con los bereberes, pues en sus lugares de origen no eran bien recibidos.
Hemos de mencionar además a los corsarios, una especie de piratas que se encontraban protegidos por los estados para realizar su actividad, siempre y cuando no fueran en contra de los barcos propios de su nación ni de sus aliados. Dentro de este grupo encontraremos a almirantes como el propio Barbarroja, que hicieron desestabilizar las relaciones comerciales entre los reinos cristianos tras la Reconquista.
Los piratas en el siglo XVII
Continuamos con el resumen sobre la piratería mediterránea delimitando el periodo de máximo esplendor de los piratas. En esta época, los musulmanes y los protestantes se unieron para combatir a la Iglesia Católica y por tanto castigar tanto a España como a Roma, ya que eran los dos grandes defensores de la cristiandad.
Durante esa época, España y el Imperio Turco tendrían una infinidad de enfrentamientos en los cuales, diversas plazas en el norte de África cambiaron de bando hasta la Guerra de Sucesión española (1700-1714) fechas por las cuales el Imperio Turco terminó de arrebatar las plazas que quedaban en el Magreb a España, como fueron Orán y Mers-el-Kebir, fortaleciéndose aún más la presencia turca.
El fruto de los diversos enfrentamientos que hubo durante toda la Edad Moderna fueron los esclavos pues, desde ambos mundos se hacían prisioneros de guerra quienes en algunos casos eran cambiados para salvar a otros prisioneros.
Uno de los hombres más conocidos en España, Miguel de Cervantes, fue esclavo en Argel durante un tiempo tras caer su embarcación en manos de piratas argelinos.
El siglo XIX y la piratería
El fin de la piratería mediterránea llegó con el inicio del colonialismo de África. Las grandes potencias europeas y los EEUU decidieron, a partir del año 1810, dejar de pagar tributos a los líderes bereberes que había en las costas del Magreb iniciando, así, una serie de ofensivas sobre las costas africanas, con el fin de acabar con las bases y flotas.
En el año 1816 gran parte de la flota de Argel había sido destruida y en el año 1830 era conquistada por Francia. Tras ello, la desintegración del Imperio turco hizo que la piratería fuera mermando, siendo los últimos reductos Marruecos y Túnez.
Una vez entrados en el siglo XX las actividades berberiscas cesaron, aunque en la actualidad podemos encontrar una serie de actividades realizadas desde el norte de África relacionadas con la trata de mujeres y niños, las actividades de inmigración (pateras) y asaltos a pesqueros y otras embarcaciones turísticas a manos de delincuentes.
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