Conocidos por su actividad comercial y su espíritu marinero, los fenicios fueron un pueblo fundamental en el intercambio cultural del Mediterráneo en la Edad Antigua, colaborando de forma destacada en la evolución de la civilización a través del desarrollo del alfabeto. A continuación, en esta lección de unPROFESOR.com, vamos a conocer los yacimientos fenicios en España y, también, haremos un recorrido por la historia de este pueblo y su huella en la Península Ibérica. ¡Comenzamos!
Orígenes de los fenicios
Los fenicios son un pueblo semita cananeo cuyo origen es más bien incierto, situándose en torno a una zona entre el mar Muerto y el Rojo. En relación a ellos, podemos subrayar una serie de hechos:
- Se establecieron en la costa mediterránea en torno al III milenio a.C.
- Aprovecharon el decline de la civilización egipcia desde la dinastía XVIII y el vacío de poder que hititas y micénicos dejaron en la zona a partir del año 1.200 a.C.
- Sus puertos principales, como el de Biblos y Ugarit, mantuvieron relaciones con Egipto.
- Su apogeo se produjo en torno a los siglos XI y VIII a.C.
Hay que destacar que no poseyeron nunca un gobierno nacional, teniendo cada ciudad su propio rey, a veces reemplazado por las propias aristocracias mercantiles. Incluso existieron importantes rivalidades entre sus principales ciudades, como es el caso de Tiro y Sidón, dominando una el norte y la otra el sur de la costa. El soberano más notable fue Hiram de Tiro, siendo contemporáneo y amigo del rey Salomón de los judíos.
A diferencia de otros pueblos, como sumerios o griegos y otros colectivos indoeuropeos, los fenicios no tuvieron una gran aportación civilizadora, siendo más bien divulgadores como la mayoría de pueblos semitas. Estudiando su arte, utensilios, cerámica, etc., se puede observar que no tienen ninguna característica original sino que reflejan tendencias de la época. Tampoco es especialmente original su religión, tomada en parte de sus vecinos arameos y con origen continental.
Sí hay que destacar en su aportación histórica que fueron los inventores y difusores del alfabeto. Desde el siglo XV a.C., tenían noción de una escritura alfabética que no transcribía más que las consonantes y que comprendía solo 20 o 30 signos.
También hay que subrayar su actividad comercial, abasteciendo a todo el ámbito mediterráneo de mercancías exóticas llegadas de Oriente, exportando telas de lana purpúrea y productos de primera necesidad como el estaño y fundando gran número de ciudades y bases, especialmente en la Península Ibérica.
Llegada a la Península Ibérica
A la hora de analizar los yacimientos fenicios en España es importante conocer un poco la historia. Hay que subrayar el gran interés de esta sociedad hacia el mar a lo largo del I milenio a.C., concretada en la creación de gran cantidad de colonias y una gran actividad comercial.
Los fenicios se apoyaron en un gran desarrollo de los conocimientos náuticos, así como en sofisticadas técnicas de navegación y construcción de naves. Su llegada a España se produjo en torno el año 1004 a.C., siendo la primera colonia fundada Gadir (Cádiz), expandiéndose posteriormente a Málaga.
En los años siguientes, fundan colonias dedicadas al comercio, con el objetivo de intercambiar productos por metales. En base a esta expansión comercial recorrerán la costa mediterránea hasta Cataluña, en competencia directa con los griegos, que también habían iniciado una política de expansión comercial en la zona.
Durante el siglo VII a. C., ampliaron su presencia tanto en el litoral atlántico como en el mediterráneo, desde Murcia al golfo de León. En esta expansión buscaron la plata de las minas de la zona de Huelva y del oeste sevillano y el estaño del norte de Portugal.
En este otro artículo te descubrimos un resumen de la historia de los fenicios en España.
Yacimientos fenicios
Los fenicios ubicaban la mayoría de los asentamientos en islas cercanas a la costa, como hicieron en Gadir (Cádiz). También aprovechaban cerros y promontorios próximos al litoral. Otras colonias importantes fueron Sexi (Almuñecar), Toscanos (Vélez-Málaga), Malaka (Málaga) y Abdera (Adra).
Estos fueron sobre todo asentamientos comerciales que utilizaban para el intercambio con los centros de producción de metales del interior peninsular, manteniendo también una economía agraria autosuficiente. Por lo tanto, aunque su ocupación en la Península fue sobre todo costera, no es descartable su presencia hacia el interior aunque centrada fundamentalmente al ámbito comercial.
El auge de estas colonias se produce entre los siglos VIII y VI a.C, iniciando su decadencia sobre el siglo VI a.C. como señalan los restos arqueológicos. Esta decadencia se pudo producir fundamentalmente por dos causas:
- Los cartagineses comienzan a actuar y a cerrar rutas comerciales.
- La conquista de Tiro por Nabuconosor II de Babilonia.
Aportaciones fenicias
Dentro de las aportaciones de los fenicios a la civilización en la Península destacan:
- El uso del torno para la fabricación de la cerámica y la introducción de manufacturas decoradas con pinturas rojas o con barniz.
- La introducción de productos del Mediterráneo Oriental, como los grandes alabastrones egipcios o los realizados por artesanos fenicios, que usaban refinadas técnicas de orfebrería.
- La escritura y el uso de iconografía oriental.
- Nuevos sistemas constructivos.
- Se introduce el rito de la incineración en la muerte.
- Asimilan religiones y las adaptan a sus creencias tradicionales.
- Introducen el salazón de pescado, el uso de las salinas y la fabricación de púrpura con moluscos.
- El trabajo con metales y el uso del hierro.
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