Retornamos en la lección que comienza aquí en unPROFESOR a uno de los libros más importantes de la literatura española. A continuación, vamos a indagar en las características del naturalismo en Los Pazos de Ulloa, la obra más conocida de la popular escritora gallega Emilia Pardo Bazán. No obstante, sería injusto decir que esta novela bebe únicamente de las fuentes del naturalismo.
La autora, muy influenciada por muchas de las corrientes literarias de su tiempo, finales del siglo XIX y comienzos del XX, muestra también una gran habilidad por el realismo, ambos movimientos muy emparentados, que se observa con persistencia en este libro. No es extraño, dada la inquietud cultural de Pardo Bazán, que fue una escritora y periodista de su época, capaz de “dibujar” con palabras la realidad de su Galicia natal y del mundo en general con su pluma certera y afinada.
Introducción a Los Pazos de Ulloa
Antes de entrar por entero a comentar las características del naturalismo en Los Pazos de Ulloa, merece la pena realizar un pequeño inciso para conocer brevemente la obra que nos ocupa.
Los Pazos de Ulloa es un libro donde se narra en cinco partes y 30 capítulos la desventura de un capellán, Julián Álvarez, enviado a administrar la casa del Marqués de Ulloa, quien vive con Perucho, hijo y nieto de Sabel y Primitivo, los criados. A raíz de los descubrimientos de Julián, que observa que el niño es hijo ilegítimo del Marqués, el capellán invita al aristócrata marcharse para encontrar un casamiento a su altura.
En Santiago, el Marqués se casa con Nucha, una mujer socialmente aceptable para él. Sin embargo, tras cierta felicidad, el retorno a los Pazos y la vuelta al contacto con lo natural y rústico volverán a hacer estragos en el noble. La mujer queda embarazada y descubre que Perucho es hijo del marqués. Primitivo, el sirviente, acaba siendo asesinado, y Julián, el capellán, acusado de su muerte.
En esta otra lección te ofrecemos un resumen breve de Los pazos de Ulloa para que puedas introducirte más en esta novela imprescindible.
Introducción al naturalismo
Ahora que conocemos brevemente la obra, es también importante conocer en qué consiste este movimiento literario, social y cultural. El naturalismo fue originado como una derivación del realismo, se puede considerar como una forma extrema de este. Es decir, es una tendencia literaria que establece al ser humano como alguien controlado por los vaivenes del destino.
Tanto la literatura realista como el naturalismo son una forma en sí de entender al ser humano. Por eso, los autores que originaron estos movimientos, como Emile Zola o los hermanos de Goncourt, todos ellos franceses, establecen como base principal de su obra a un ser humano que es víctima de su entorno.
Así pues, quienes nacen y se desarrollan en ambientes marginales, actúan de forma sórdida y atroz, generalmente hostiles, sin posibilidad de mejora; en contraposición a otros más refinados y educados, habitualmente asociados a ambientes urbanos y culturalmente más avanzados.
En España, cabe destacar que el movimiento no fue excesivamente bien recibido, dado que poseía cierto grado anticlerical, aunque sí que hubo autores que lo cultivaron, como Leopoldo Alas “Clarín”, Benito Pérez Galdós o, en mayor medida, Emilia Pardo Bazán.
El naturalismo en Los Pazos de Ulloa
Ahora que conocemos un poco mejor la obra y el movimiento literario que la influyó, descubrimos ciertas características del naturalismo en Los Pazos de Ulloa que se reflejan con gran nitidez:
- Los personajes son víctimas de su entorno. Así pues, los sirvientes del marqués, criados en una zona rural muy deprimida de Galicia, son degradados y brutales, al nivel del ambiente de la aldea. De dicho ambiente se ha imbuido el noble, que recupera su perspectiva cuando viaja a Santiago, donde conoce a la refinada Nucha, su futura esposa. Víctima de embrutecimiento rural acaba por ser también el capellán, Julián, mucho más refinado al salir del seminario.
- Encontramos también a seres controlados por sus instintos y pasiones, tal y como establece el naturalismo, que se basa en gran parte en las teorías del determinismo. Así pues, el entorno económico y social es determinante en la obra para el discurrir de los acontecimientos y la evolución de los personajes.
- Se observan personajes entregados a las condiciones y a su destino, con poca capacidad de reacción, y prácticamente nula posibilidad de libre elección. Es decir, el ambiente controla todo.
- No se observan los principios estéticos más tradicionales. O sea, no se compara entre lo bello y lo feo, y se aleja de lo que se considera literatura aristocrática. Es incluso una reacción al romanticismo, donde todo era más trágico, pero en un sentido casi sobrenatural.
- Hay gran variedad de personajes, y todos ellos obedecen a impulsos primarios sin ser conscientes ni capaces de enmendar su camino.
- El lenguaje es muy descriptivo, minucioso, con cierta inclinación hacia el habla popular según las zonas.
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