Una cuestión peculiar que muchos se hacen es la que titula esta lección de unPROFESOR: ¿Cuál es el masculino de oveja? La respuesta, aunque parezca sorprendente, puede tener diversos significados o diferentes interpretaciones, como vamos a ver a continuación.
Por lo general, nos resulta extraño encontrar especies animales en las que no se puede diferenciar entre el masculino y el femenino. También hay casos en que el nombre que recibe la hembra no tiene nada que ver con el que recibe el macho, y viceversa. ¿Te parece si comenzamos ya esta nueva lección de unPROFESOR? Vamos a descubrir si la oveja tiene masculino y cuál es en las siguientes líneas. ¡Comenzamos!
¿Existe el masculino de oveja?
Veamos cuál es el masculino de oveja. Este sustantivo, según la definición de la RAE, describe a un mamífero lanudo con diversas denominaciones que suele encontrarse domesticado por lo general y del que se extrae la leche en las hembras y la carne y la lana tanto en machos como en hembras. No obstante, no diferencia entre masculino y femenino. Es decir, no existe un ‘ovejo’, sin embargo, este es un término que sí se usa en ciertos países, como Venezuela (donde también sirve para describir a un hombre paciente y sufrido) o Cuba, pero no en la mayoría de naciones hispano hablantes.
Pero, ¿existe una denominación masculina para la oveja? La verdad es que sí, y se llama carnero. No obstante, hay bastante confusión en este sentido por un motivo muy simple, porque es un término que procede del latín, llamado ovis.
Antiguamente, en el latín no se diferenciaba el género masculino del femenino. Es decir, que a todos los ovinos se los llamaba ovis antaño, sin diferenciación de sexo. Como aquella era una sociedad ganadera y agricultora, y prácticamente todos los rebaños estaban formados por hembras, implementaron un nombre común para todos, de manera que fuese más práctico.
Sea como fuere, quédate con un detalle. No existe un masculino para el sustantivo oveja ya que es un sustantivo epiceno. Sin embargo, el macho de la oveja es el carnero. Es una sutil diferencia, pero que conviene tenerla clara porque es clave en esta lección.
El carnero es el macho de la oveja
Aunque el carnero es el macho de la oveja, como palabra no existe un masculino propiamente. No obstante, no está mal dicho si se habla de una oveja hembra o una oveja macho.
Pero si quieres ser purista, el carnero es el término habitual que se utiliza para esta especie animal. Sin embargo, su definición no es prácticamente igual, ya que es un mamífero rumiante y ovino que posee cuernos robustos. Se diferencia en que solo puede ser macho y sus cuernos están estirados transversalmente y en espiral. Sin embargo, sí que se asemejan en el hecho de ser prácticamente siempre domésticos, con lana espesa y flexible negra o blanca y aprovechados por el hombre por su carne y lana, no por su leche, ya que solo las hembras la poseen.
Por cierto, si quieres encontrar ovejas, lo puedes hacer en los continentes de Asia, Europa y América, donde más abundan. Las hay en los montes, pero también en desiertos, y principalmente están domesticadas.
Otros casos peculiares
Al respecto del masculino de oveja, existen también otros casos singulares en el mundo animal que también se prestan fácilmente a confusión. En la mayor parte de ocasiones, no hay problema para diferenciar masculino y femenino. Piensa en el perro y la perra, o el gato y la gata.
Sin embargo, hay especies animales en las que únicamente conocemos un sustantivo femenino para distinguir. Por ejemplo, ¿sabrías decir el masculino de la ballena? ¿Y de la serpiente?
Igualmente, hay otras especies en las que sucede como con la oveja. La palabra en sí misma no tiene un masculino, por lo que la sustantivación del masculino y el femenino son totalmente diferentes. Encontramos casos muy singulares, como la vaca. Evidentemente, no existe un término llamado ‘vaco’, ni siquiera Baco, que se refiere al dios romano del vino. Por eso al macho en esta especie se le llama toro.
Igual que con la vaca sucede con otras especies, aunque con particularidades. Por ejemplo, con la cabra. El macho puede ser considerado como cabro, pero seguro que es un vocablo que no has escuchado demasiado. Por lo general, se lo conoce con diversos nombres que, además, se usan habitualmente con insultos: macho cabrío, cabrito, cabrón, chivo o chivato.
Sin duda, la lengua española es muy rica, por ello tenemos una herencia fantástica de lenguas como el latín, griego o árabe, y hoy disfrutamos unas posibilidades enormes para comunicarnos con variedad de términos.
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