Resulta obvio decir que sustantivos hay miles, y eso solo en español. Pero no siempre somos conscientes de que todos los sustantivos no tienen la misma naturaleza. Hablamos de características del nombre o sustantivo que va más allá de lo semántico o pragmático. Porque sí, tenemos nombres comunes, nombres propios, etc.
Pero, ¿existe acaso una clasificación de los sustantivos en dependencia de la tangibilidad del significante? ¿Sistematizamos, pues, de forma distinta los sustantivos que hacen referencia a objetos que podemos ver y tocar y los que no son perceptibles por los sentidos, sino por los sentimientos y procesos mentales? La respuesta es sí, y en unProfesor nos vamos a proporcionar una serie de ejemplos de sustantivos abstractos, es decir, intangibles, y su explicación.
¿Qué son los sustantivos abstractos?
Primero de todo. ¿Qué es un sustantivo? Un sustantivo es una palabra que se usa para nombrar objetos, personas, animales, sentimientos, seres mitológicos, etc. Como hace el efecto de “nombrar”, también lo solemos conocer como “nombre”. Por tanto, vaca, Juan, calor, sartén, arcoíris, felicidad... serían sustantivos.
Como decíamos, los sustantivos suelen distinguirse en diferentes clasificaciones, pero la que nos ocupa en este artículo sería la referente a “sustantivos concretos vs. sustantivos abstractos”. La definición de estos dos es muy sencilla.
- Los sustantivos o nombres concretos son los que podemos percibir por los sentidos y existen en el mundo tangible, como zapato, Vicenta, perro, mano y arena entre miles más.
- Por el contrario, los sustantivos abstractos son aquellos que solo existen en nuestros pensamientos o sentimientos, los cuales no son perceptibles por los sentidos ni son físicos. Es en este grupo donde encontraríamos palabras como historia, recuerdo, valentía, idea o verdad. Son conceptos con nombre propio que no podemos percibir y que permanecen en los mundos de la mente.
Verbos y adjetivos como sustantivos abstractos
Muchas veces también puede un verbo o adjetivo transformarse en un sustantivo abstracto ya sea mediante la implementación de sufijos que los modifiquen, u otros procesos. Por ejemplo, podríamos comprender esta modificación con el adjetivo “paciente”, sustantivándolo como paciencia, el cual sería abstracto. Entre los sufijos más comunes que son empleados en la sustantivación (generalmente cualidades abstractas) de los verbos y adjetivos encontramos:
- ancia/encia: Sobre todo utilizados con adjetivos acabados en “-ante” o “-ente” constante – constancia / perseverante – perseverancia / abundante – abundancia / obediente – obediencia / inteligente – inteligencia…
- anza: Más usado para sustantivar verbos: añorar – añoranza / andar – andanza / tardar – tardanza…
- dad: Muy relacionado con la sustantivación de adjetivos con marcadores de género “-a” / “-o”, pero no siempre es así: malo/a – maldad / bueno/a – bondad / feliz – felicidad / expresivo/a – expresividad / ágil – agilidad…
- ez/-eza: Este sufijo también es común en la formación de sustantivos abstractos: niño/a – niñez / viejo/a – vejez / malo/a – maleza / áspero/a – aspereza / bravo/a – braveza (también válido bravura)…
- itud: pleno/a - plenitud
- ura: También sucede con más asiduidad con adjetivos que admiten marcadores de género: rico/a – ricura / hermoso/a – hermosura / tierno/a – ternura / llano/a - llanura
Ejemplos de sustantivos abstractos
A continuación enlistaremos una serie de ejemplos de sustantivos abstractos contextualizados en oraciones. Estos sustantivos, como cualquier otro, puede ejercer la acción del sujeto o cualquier complemento que se dé con nombres, como veremos en los siguientes ejemplos:
- Juan recibió la medalla con gran entusiasmo (Tanto medalla como Juan serían sustantivos concretos. Referente a lo mencionado anteriormente, entusiasmo es la sustantivación del adjetivo entusiasmado [Juan recibió la medalla entusiasmado]).
- Ten fe, todo saldrá bien.
- Tengo muchísimo calor, y yo prefiero el frío. (Puede resultar extraño concebir la temperatura como algo abstracto, al ser algo que sentimos físicamente, pero normalmente se clasifican de esta forma).
- En su niñez fue una chica muy atrevida (Es relevante ver en este caso cómo un sustantivo concreto niña o niño pasa a formar su abstracto niñez con el cambio de sufijo).
- Todo volverá a la normalidad.
- ¡Menuda sorpresa se ha llevado!
- Tenéis total libertad de hacer lo que queráis.
- Ese cuadro es una belleza.
- Mi propósito de año nuevo es encontrar un buen trabajo.
- Esa película no tiene mucha coherencia.
- No entiendo mucho de política.
- Con perseverancia se consiguen las cosas.
- Te envió ese regalo con todo su cariño.
- Es verdad, tienes razón. Todo depende de la suerte que tengas en la vida.
- Paz y amor, chicos.
- La biodiversidad de este lugar es espectacular.
- No tengas miedo.
- La codicia es mala para el ego.
- No digas mentiras, estás llena de alegría.
- Esa idea era una idiotez.
- El poder da riquezas.
- La actuación de mi hija fue muy divertida.
- Lo importante es centrarte en tu salud.
- Te destaca la honradez, eso es bueno.
- ¡Menudo drama se ha montado en casa!
- Poca limpieza y mucho desorden.
- ¿Cuál es ese sentimiento?
- La ansiedad no me permite ser feliz.
- ¡Qué dibujo más bonito! Tienes mucha creatividad.
- La imposibilidad de entrar en razonamiento con él fue la causa por la que su primo se fue.
- Aquella paella me pareció una atrocidad.
- El valor es una virtud.
- Afrontó su reproche con nobleza y comprensión.
- La admiración que siento por ella va más allá de los límites.
- La legalidad de sus actos son cuestionables.
- No entiendo tanta tardanza.
- Me gustaría estudiar algo relacionado con la rama de ciencias.
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