Ensayo literario: características y ejemplos

Un ensayo, como decíamos, es un género literario que se caracteriza por estar escrito en prosa y tener como objetivo el desarrollo de un texto sobre un tema concreto.

Ese tema que se toma como piedra angular del ensayo es analizado y explicado durante todo el texto y suele ir acompañado de la opinión propia del autor de manera subjetiva.

En cuanto a su extensión, en conjunto no suelen ser demasiado extensos, aunque siempre hay excepciones. Lo importante es tomarse el tiempo y espacio suficiente para desarrollar y opinar sobre el tema propuesto sin quedarse corto ni, por supuesto, excederse de más.

Vamos ya a conocer las características de un ensayo literario y es que, dependiendo de la estructura y orden que se emplee para el desarrollo de las ideas del autor respecto al tema elegido, podemos encontrar tres principales tipos de ensayo, los cuales serían los siguientes:

• Deductiva o analizante: En este tipo de ensayo se parte de la misma tesis o argumento principal que, después, se va desgranando en las distintas ideas que la componen de modo, como su nombre indica, analizante. Es decir, se trabaja del todo a las partes o, lo que es lo mismo, de lo principal a lo secundario.
• Inductiva o sintetizante: Todo lo contrario a lo explicado en el punto anterior, la estructura inductiva funciona de las partes al todo. Es decir, que comenzamos desarrollando las distintas ideas que componen el tema para finalmente alcanzar o concluir con la tesis o idea principal del ensayo.
• Encuadrada: En esta ocasión, como su nombre indica, tomamos una estructura un poco más compactada y cuadrada, como si de un capicúa se tratara. Y es que, en este tipo de ensayo se comienza tratando el tema o tesis del mismo, pasando a tratar los puntos y argumentos que el autor quiera desarrollar sobre la premisa principal del texto. Finalmente, se vuelve a abordar de nuevo la tesis inicial para concluir y envolver el ensayo, además de relacionar lo aprendido a lo largo del texto con el tema principal. Con todo, y en resumen, en este tipo de ensayo se desarrolla la tesis principal tanto al principio (a modo de introducción) como al final (como conclusión), dejando los argumentos y opiniones para el cuerpo central del texto.

Los ensayos literarios, en muchas ocasiones, juegan con una estructuración libre en cuanto al uso de párrafos, partes que lo componen, etc. Pero, sin embargo, sí que existen tres partes principales que suelen estar en los mismos, que se asemejan bastante a las de los textos narrativos y que son las siguientes:

• Introducción: Como su nombre indica, en esta parte nos encargamos de introducir el tema que vamos a tratar (la forma en la que lo hagamos depende el tipo de ensayo que vayamos a desarrollar). Ante todo, lo principal es poner al lector en contexto de lo que se va a encontrar a lo largo del texto. Del escritor depende tener en cuenta qué estructura piensa adoptar y, por consiguiente, de qué forma tratará (o no) la tesis principal en esta introducción.
• Desarrollo: Normalmente lo más común en esta segunda parte del ensayo es desarrollar los argumentos que ronden alrededor de la tesis principal, de modo analítico o, por el contrario, sintético (es decir, con el objetivo de desarrollar los argumentos en torno a una idea concreta o, por otro lado, conducir mediante estos argumentos hacia la idea). Por tanto, es aquí donde encontramos las opiniones y argumentos del autor, así como la información más importante del propio ensayo. El desarrollo es el grueso del ensayo, así que suele ser la parte más extensa y donde más cuidado se suele emplear.
• Conclusión: Al igual que en la introducción, dependiendo de la estructura empleada para el desarrollo del ensayo encontraremos en este último punto el tratamiento de la tesis principal o no. De todas formas, lo importante en este punto es envolver todas las ideas expuestas a lo largo del texto y darles coherencia y cohesión como conjunto. Consiguientemente, es común repasar brevemente todo lo argumentado en el desarrollo y ya, en dependencia del tipo de ensayo escogido, se trata la tesis de una forma u otra de manera conclusiva y englobada junto a sus argumentos colindantes.

Imagen: Google Sites

Concluimos esta lección con ejemplos de ensayos literarios que te ayudarán a terminar de comprender lo que hemos expuesto.

José Ortega y Gasset. Fragmento de Teoría de Andalucía:

Si viajamos por Castilla no encontramos otra cosa que labriegos laborando sus vegas, oblicuos sobre el surco, precedidos de la yunta, que sobre la línea del horizonte adquiere proporciones monstruosas. Sin embargo, no es la castellana actual una cultura campesina: es simplemente agricultura, lo que queda siempre que la verdadera cultura desaparece. La cultura de Castilla fue bélica. El guerrero vive en el campo, pero no vive del campo -ni material ni espiritualmente.

José Ingenieros. Fragmento introductorio de La moral del genio:

El genio es excelente por su moral, o no es genio. Pero su moralidad no puede medirse con preceptos corrientes en los catecismos; nadie mediría la altura del Himalaya con cintas métricas de bolsillo. La conducta del genio es inflexible respecto de sus ideales. Si busca la Verdad, todo lo sacrifica a ella. Si la Belleza, nada le desvía. Si el Bien, va recto y seguro por sobre todas las tentaciones. Y si es un genio universal, poliédrico, lo verdadero, lo bello y lo bueno se unifican en su ética ejemplar, que es un culto simultáneo por todas las excelencias, por todas las idealidades. Como fue en Leonardo y en Goethe.

Si deseas leer más artículos parecidos a Ensayo literario: características y ejemplos, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Conceptos literarios.