Tiempo narrativo: definición, tipos y ejemplos

Tiempo narrativo: definición, tipos y ejemplos

Dentro de los elementos de una narración que son básicos, el tiempo narrativo es uno de ellos. Cuando hablamos de tiempo estamos haciendo referencia tanto al tiempo en el que transcurre la historia (el futuro, el pasado, etc.), así como al tiempo del discurso, es decir, si es un tiempo cronológico, si hay saltos en el tiempo, etcétera. Todos estos elementos le darán a la trama un toque más interesante a nivel literario y ayudarán a construir y definir mejor la historia. En esta lección de unPROFESOR vamos a ofrecerte una definición de tiempo narrativo, así como los tipos, las características y ejemplos que te ayudarán a comprender mejor este concepto literario.

Qué es el tiempo narrativo: definición sencilla

En los textos narrativos existen diferentes elementos que nos ayudan a organizar mejor la historia que queremos contar. La definición de los personajes, la trama o la acción narrativa, el espacio en el que se desarrolla la obra, el tiempo narrativo y la voz narrativa son los cinco esenciales y que siempre encontramos en este tipo de texto literario.

Pero ¿qué es exactamente el tiempo narrativo? Se trata de la perspectiva sobre el tiempo que nos ofrece el narrador de la historia. Básicamente se trata de enmarcar los acontecimientos en un momento temporal: puede ser que el autor haya creado una novela que esté situada en la Prehistoria o que, en cambio, nos haga viajar hasta el año 3000. Esta elección del tiempo histórico es vital para poder conocer mejor la trama pues no es lo mismo pensar en una mujer abortando en el siglo XXI que en el XV, el contexto histórico es de suma importancia para entender la trama en su forma más profunda.

Pero, además de este marco temporal, también es importante conocer el tiempo interno, es decir, ¿la historia sucede en diferentes años o solamente pasa en un solo día? El tiempo en el que se desarrollan los hechos descritos también forman parte de la concepción del tiempo narrativo y se deberá conocer a la hora de hacer un comentario literario o de texto.

La importancia del narrador

Es muy importante conocer ante qué tipo de narrador nos encontramos, puesto que si estamos ante un narrador en primera persona, el lector/a estará totalmente supeditado a los conocimientos que este tenga sobre lo narrado, pues pueden existir recursos retóricos en los que se intente manipular al lector, o pueden existir interpretaciones o recuerdos que están alterados por la memoria. En cambio, si el narrador es omnisciente significará que nos encontramos ante un tipo de voz narrativa que lo sabe todo.

Por lo general, un narrador en primera persona suele ser un tipo de personaje que está bastante próximo a los hechos que narra, porque le han sucedido a él o a ella; en cambio, el de tercera persona puede hablar de acontecimientos que han ocurrido en otros momentos, porque él no es el protagonista. Por este motivo, tener en cuenta el tipo de narrador es esencial para determinar el tiempo narrativo.

Imagen: Slideshare

Tipos de tiempos narrativos

Ahora que ya conocemos bien la definición de tiempo narrativo, vamos a descubrir de forma más detallada los diferentes tipos de tiempos que podemos encontrarnos dentro de una narración.

Tiempo externo

Tal y como hemos comentado en el apartado anterior, el tiempo histórico es aquel que hace referencia al momento de la historia en el que nos encontramos. Puede ser que la trama nos sitúe en el presente, pero también puede ser que esté ambientada en los años 80 o en el futuro. El tiempo se puede deducir porque el propio narrador lo indique de forma explícita en la novela o, en cambio, se puede deducir por la aparición de un ambiente concreto, unas costumbres o unos personajes que nos hagan remontar en el tiempo.

Tiempo interno

Dentro de los tipos de tiempos narrativos, el tiempo que llamamos interno es el que hace referencia a la duración de los hechos expuestos en la trama. Existen algunas novelas cuyo tiempo se extiende durante siglos y, en cambio, otras en los que los hechos suceden en un solo día. En los casos en los que el tiempo es muy largo, el narrador hace elipsis de los tiempos que considera poco interesantes para impedir que el ritmo de lectura se ralentice. El tiempo interno se divide en dos subtiempos:

  • Tiempo de la historia, es decir, el tiempo en que realmente suceden los hechos narrados (por ejemplo, durante la década de los 60)
  • Tiempo del discurso, es decir, el orden en el que se muestran los hechos. Puede ser que el tiempo sea lineal, que cuente con diferentes saltos en el tiempo, que comience por el final, etcétera.

Características de tiempo narrativo

Para conocer mejor el tiempo narrativo, debemos atender a tres características principales que nos ayudarán a detectarlo y a conocer las herramientas empleadas por el autor/a.

Orden de la narración

Puede ser que el orden de la historia no sea el mismo que el orden del discurso, es decir, que la trama empiece por la mitad o por el final, por ejemplo. En estos casos, las relaciones temporales pueden ser las siguientes:

  • Analepsis o retrospección. Es cuando el narrador recuerda un hecho que ha tenido lugar en el pasado (en el cine se llama flashback).
  • Prolepsis o anticipación. Tiene lugar cuando nos anticipamos al futuro y se cuenta un suceso que tendrá lugar más adelante en la historia.

Duración de la historia

Otra de las características del tiempo narrativo tiene que ver con la duración. Es decir, una historia puede durar segundos, pero ser explicada de forma explícita y llegar a ocupar toda una novela; y lo mismo sucede a la inversa. En este sentido, nos encontramos con diferentes recursos empleados en la literatura:

  • Desaceleración. Es cuando le dedicamos más tiempo narrativo del necesario a un suceso histórico. Por ejemplo, contamos la experiencia de un beso durante treinta páginas cuando, realmente, el beso duró unos segundos.
  • Aceleración. Es justamente lo contrario, intentar resumir todo lo sucedido en un periodo largo de tiempo en menos páginas. Dentro de la aceleración nos encontramos con la elipsis, que es cuando se omite directamente un pasaje de la historia.

Expresión del tiempo narrativo

Para poder expresar el tiempo que tiene lugar dentro de una narración se usan dos tipos de elementos:

  • Tiempo verbal. Los verbos son los encargados de expresar las acciones y, por eso, son esenciales a la hora de determinar el tiempo narrativo.
  • Indicadores temporales. También es común encontrarnos con indicadores a lo largo de la novela que nos indiquen cómo suceden las acciones. Estos indicadores suelen ser adverbios como mientras tanto, después, al día siguiente, etcétera.
Imagen: Literatura y comunicación

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Bibliografía
  • Ricoeur, P. (2003). Tiempo y narración: configuración del tiempo en el relato histórico (Vol. 1). Siglo xxi.
  • Ricoeur, P. (2003). Tiempo y narración. III: El tiempo narrado (Vol. 3). Siglo xxi.
  • Vial, J. P. (2002). Poética del tiempo: ética y estética de la narración. Editorial Universitaria.