Mejores obras de Brahms

Mejores obras de Brahms
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La historia del arte y la música es vasta y llena de personajes que han poblado el repertorio clásico con obras de gran maestría. Es común que escuchemos los nombres de estas personas pero a veces no hemos indagado lo suficiente para conocerlos y apreciar su contribución al arte. Puede ser el este el caso de Johannes Brahms, a quien se le conoce popularmente por la famosa canción de cuna que seguro todos hemos escuchado alguna vez. En esta lección de unPROFESOR conocerás 10 de las mejores obras de Brahms y podrás tener un acercamiento a la genialidad de este compositor del período Romántico.

Breve biografía de Johannes Brahms (1833 - 1897)

Brahms nació en Alemania en el siglo XIX, durante el período Romántico y fue pianista virtuoso y conductor, además de compositor. Pasó la mayoría de su vida en Viena y se le reconoce su gran habilidad como compositor al punto de ser agrupado con Johann Sebastian Bach y Ludwig van Beethoven. Es al grupo de estos 3 compositores al que se le llama “Las 3 B’s de la música"(Bach, Beethoven y Brahms).

Compuso gran variedad de obras que incluyen sinfonías, música de cámara, piezas para piano, órgano, voz y coro. Brahms era un perfeccionista y se dice que solo algunas de sus obras se publicaron, ya que él mismo destruyó aquellas con las que estaba insatisfecho.

Se le reconoce a Brahms la cualidad de tener un balance entre lo conservador y la innovación, con una estructura meticulosa y motivos románticos. Sus composiciones son, hoy en día, parte imprescindible del repertorio clásico. En esta otra lección te descubrimos otros de los principales compositores del Romanticismo.

Imagen: Historia y Biografías

Las 10 mejores obras de Brahms

Para que conozcas mejor el legado cultural y artístico de este compositor, vamos a descubrirte las 10 mejores obras de Brahms. Aquí tienes una selección que te hará conocer lo mejor de este músico prodigioso.

Sonata para piano No.3 en F menor, Op.5 (1853)

Es la última sonata para piano de Brahms, compuesta cuando tenía 20 años en agradecimiento a la condesa Ida von Hohenthai, quién le consiguió trabajo como profesor de música a su hermano Fritz Brahms. La sonata logra una mezcla elegante entre el espíritu romántico y la estructura clásica, mostrando una clara influencia de Beethoven, específicamente en referencia a su quinta sinfonía.

Cuarteto para piano No.2, Op.26 (1861)

Escrito para piano, violín, viola y violoncello. Esta obra es una amalgama entre concierto para piano y música de cámara, del cual resalta en genialidad el movimiento de tempo lento. Con una duración de aproximadamente 50 min, es la obra de cámara más larga de Brahms. El compositor también realizó un arreglo de esta obra para dúo de pianos.

Trío para trompa (1865)

Compuesto para trompa (corno francés), violín y piano. Se considera una de las mejores obras escrita para trompa, haciendo uso magistral de las cualidades de la trompa, en donde Brahms demuestra su entendimiento profundo por el instrumento. La obra es una pieza conmemorativa a la madre de Brahms, quién falleció previamente ese año.

Die Mainacht (1868)

Otra de las mejores obras de Brahms es esta pieza que es traducida como “noche de mayo”. Es un lieder (canción alemana) que posee una temática inspirada en la luna en una noche de mayo. El hermoso paisaje hace referencia a alguien a quien se ha perdido. Es una obra sensible de simple melodía que se desarrolla gradualmente al dramatismo.

Liebeslieder waltzes, Op. 52 (1868)

Se traduce como “canciones de amor”. Son una serie de valses de 18 movimientos en total, para piano a cuatro manos y voces en estilo Länder (un género folclórico austriaco y alemán). Se dice que en gran parte la inspiración de esta obra fue el amor de Brahms por Clara Schumann (la esposa de Robert Schumann), romance que nunca floreció.

Sinfonía No.1 (1876)

Esta es otra de las mejores obras de Brahms, sin duda alguna. Es una obra majestuosa y misteriosa del cual resalta el cuarto movimiento. Algunos describen esta sinfonía como oscura, mística y compleja. En esta obra se puede notar la influencia de Beethoven en Brahms y la reminiscencia del folclor alemán.

Sonata para cello en F mayor, Op.99 (1886)

Es una obra descrita como dinámica, heroica, imaginativa y moderna. Brahms escribió esta obra mucho tiempo después de completar su primera sonata, 20 años después para ser precisos. La obra está escrita para violoncello y piano, y su estructura posee cuatro movimientos: Allegro, adagio affetuoso, allegro passionato y rondó.

Sonata para violín No.3 en D menor, Op. 108 (1887)

Una obra dedicada a un amigo de Brahms. Resalta el hecho de que se compone de 4 movimientos que fluctúan en expresividad, en contraste con sus sonatas previas para violín que solo contienen 3 movimientos. Su estructura: Allegro, adagio, un poco presto e con sentimiento y presto agitato.

Quinteto para clarinete en B menor, Op.115 (1891)

Tiene un desarrollo magistral que permite percibir esta obra como un viaje de principio a fin. De tono dramático, es descrita como una obra nostálgica y melancólica de retrospección y despedida. Se compone de cuatro movimientos y tiene una duración aproximada de 35 minutos.

Sonata para viola No.2 en E bemol mayor, Op.120 (1894)

Esta sonata fue escrita originalmente para clarinete pero Brahms la adaptó luego para tocarse con la viola, ya que los instrumento poseen un registro muy similar, variando únicamente en las técnicas que se utilizan.

Recuerda que estas son solo algunas de las obras de Brahms y si bien son un buen punto para comenzar a conocer a este compositor, quedan muchas otras opciones maravillosas por descubrir.

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