Música sacra: definición

Música sacra: definición

La música es un arte que el ser humano ha utilizado no solo como forma de expresión sino como un acompañante para prácticamente todas las áreas de su vida. Utilizamos la música como parte de las festividades, las ceremonias, los eventos importantes o incluso simplemente para pasar el rato.

En esta lección de unPROFESOR, hablaremos acerca de un tipo de música uno de estos tipos de motivos, podrás aprender la definición de la música sacra y sus características para que conozcas el concepto de otra de las facetas de este arte.

Qué es la música sacra: definición

Por música sacra también nos referimos a música “sagrada” que, por definición, es todo lo relacionado a la divinidad, un culto o religión. Por consiguiente, la música sacra es toda aquella música que se interpreta en el contexto religioso o litúrgico.

Dado que este arte se relaciona con lo divino, podemos saber que la música establece un vínculo entre la humanidad y las deidades y que es tan antigua como la necesidad del ser por querer relacionarse con un sentido superior.

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Historia de la música sacra y desarrollo

En la música de la Prehistoria se utilizaban los sonidos y la danza como una forma de comunicación con las deidades, aún sin nombre, y en representación de la naturaleza y los fenómenos aún sin explicación. Con el desarrollo de la civilización, y por lo tanto de la religión, la música sacra evolucionaría a una disciplina más estructurada, acompañada de reglas y procesos más ceremoniosos.

Por su popularidad y cantidad de adeptos, quizás la música sacra que más ha influido en la historia es aquella en la religión cristiana, herencia de la música judía y desarrollada en los siglos por venir a través de otros pueblos, mayoritariamente en el área occidental.

Por el poder adjudicado en la iglesia como institución, la religión jugó un papel de suma importancia en el desarrollo de la música, sobre todo a partir de la Edad Media al ser utilizada como un medio indispensable durante eventos como las misas y acompañando los textos sagrados. En esta etapa del desarrollo la composición musical era una disciplina bastante exclusiva, siendo encomendada mayoritariamente por la monarquía y la iglesia. De tal manera, casi todas las grandes obras musicales en dicha etapa de la historia fueron creadas en nombre de la religión.

Con el tiempo, la música fue desligándose poco a poco de la religión y los compositores también fueron ganando independencia, resultando en una mayor variedad de formas y motivos además de lo litúrgico tales como el entretenimiento a gran escala (teatro, ballet, ópera, conciertos, etc.). A pesar de ello, el papel que jugó la religión y la herencia que le ha dejado al desarrollo de la música es innegable.

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La música sacra en la Edad Media

Como mencionamos, la historia de la música sacra occidental prácticamente comienza en la Edad Media cuando la Iglesia católica incorpora el canto para recitar los textos sagrados en latín durante las ceremonias. De hecho, gracias a esto, se crea el primer sistema de notación musical para encontrar una manera de estandarizar y dejar por escrito dichos cantos para poder ser ejecutados.

Es a este tipo de música que le llamamos canto gregoriano o canto llano. En ese entonces a las notas musicales les llamaban neumas y se utilizaba un tetragrama en vez del pentagrama que conocemos hoy en día (4 líneas en vez de 5).

Además de la escritura musical, la música sacra motivó el estudio en profundidad de la música para realizar obras más completas en nombre de la iglesia, llegando a tener fuertes lazos académicos con las universidades y resultando la exploración de técnicas como la polifonía (varas líneas melódicas o voces que suenan simultáneamente) y el contrapunto (el análisis de la relación de las notas entre sí).

Gracias a la notación, su estandarización y los estudios de la polifonía y el contrapunto, eventualmente surgieron formas musicales directamente relacionadas con la religión, tales como la misa, el magníficat, el motete, el réquiem, el salmo o el villancico entre otras. Grandiosas obras fueron creadas en el nombre del catolicismo por compositores ahora icónicos, como el Magnificat de Johann Sebastian Bach, El Mesías de Georg Frederic Händel, el Réquiem de Wolfgang Amadeus Mozart, la Missa Solemnis de Ludwig Van Beethoven o el Te Deum de Hector Berlioz entre muchas otras.

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Otros tipos de música sacra

Si bien el cristianismo fue uno de los protagonistas del desarrollo de la música, debemos tener en cuenta que el mundo de la música sacra es tan amplio como la variedad de religiones que existen.

Si nos referimos a áreas geográficas podemos encontrar grandes ejemplos en Asia, en las civilizaciones de gran riqueza histórica como china, india o los países del medio Oriente. También encontramos música sacra que ha logrado mantener con fidelidad muchos elementos folclóricos, como es el caso de algunos rituales religiosos en África o en Sudamérica.

Música sacra en la actualidad

Si bien la creación musical formal ya no es un bien exclusivo de la religión como lo fue en el pasado, hoy en día aún encontramos música que se realiza con fines litúrgicos, algo que podemos asegurar que existirá mientras a humanidad siga buscando la relación con un ser superior.

Incluso hoy en día, después de siglos, se sigue celebrando la misa cristiana acompañada por música y, fuera de la iglesia, surgieron géneros en sí como por ejemplo la música cristiana contemporánea y subgéneros que ganan notoriedad como la música cristiana del protestantismo estadounidense o la música protestante brasileña.

Una vez más logramos comprobar que la música es un método de expresión que permite crear vínculos con diversas motivaciones del ser humano. Después de todo, es la motivación y la búsqueda de las cosas mayores a si mismo lo que le permite avanzar y evolucionar.

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