Una de las cualidades innegables en el arte es la capacidad de crear un discurso, un a serie de ideas que están entrelazadas entre sí para poder expresar un sentimiento concreto. Gracias a la estructura y las formas del arte como método de comunicación, podemos establecer una forma elegante de hacer llegar nuestro mensaje de la manera mas sensible posible.
La música es uno de esos artes que nos permite hacer entender a nivel sentimental, esto en gran parte lo debemos a la forma tan refinada que tiene de llevarnos casi inconscientemente a la comprensión, de manera casi misteriosa por medio de la sucesión de sonidos. En esta lección de unPROFESOR hablaremos acerca de un componente de la música que nos permite lograr esto: los tipos de cadencia musical.
Qué es una cadencia musical
La música posee el elemento del tiempo, es decir que no es algo estático sino todo lo contrario, va cambiando mientras transcurre y es esto lo que le hace tener tanta vida. Otro factor crucial en la música es la dinámica que causa en cuanto a percepción de tensión y resolución, es decir que auditivamente tenemos la sensación de que cuando algo es muy denso, debe soltar esa tensión eventualmente. Es esta liberación lo que nos resulta tan placentero en la música y lo que hace que pueda transcurrir en el tiempo, tener ciclos, evolución y así crear un discurso.
La palabra “cadencia” viene del italiano y significa “caer”. Con esta palabra nos referimos a la necesidad de resolución antes mencionada. La estructura de una obra o canción musical se construye por una serie de acordes en un orden determinado. Si bien este orden queda a la merced del compositor, no es una sucesión aleatoria, ya que se rige por las reglas armónicas que le dan sentido a la música.
Toda progresión de acordes debe terminar eventualmente, desembocar en algún sitio y es precisamente a la acción de resolver a lo que le llamamos “cadencia”, es el momento y acorde en la música en la que un acorde “cae”.
Los grados de la tonalidad en la música
Antes de conocer los tipos de cadencia debemos tener muy claro el concepto de los grados de la tonalidad y por supuesto, de tonalidad en sí.
En resumen, la tonalidad son las reglas que nos dictan el contexto armónico, las notas que podemos utilizar en una composición. Gracias a estas reglas logramos saber que tipos de acordes podemos utilizar y con esto, establecemos los grados de la tonalidad.
Los grados de la tonalidad se encuentran en la escala base que estamos utilizando (ejemplo: escala mayor, escala menor, escala dórica... etc.) En una escala estándar tenemos 7 notas, y por lo tanto obtenemos 7 grados. Cada uno de los grados posee un nombre específico según su función, que esta definido por la cantidad de tensión o sensación de resolución. Estos son los nombres de los grados de tonalidad:
- (I) Primer grado: tónica (fundamental)
- (II) Segundo grado: supertónica
- (III) Tercer grado: mediante
- (IV) Cuarto grado: subdominante
- (V) Quinto grado: dominante
- (VI) Sexto grado: superdominante (o submediante)
- (VII) Séptimo grado: sensible
El grado de resolución por excelencia es el primer grado, tónica o fundamental, ya que nos provee la mayor sensación de conclusión gracias a su estabilidad armónica.
Los diferentes tipos de cadencia que existen
Existen muchos tipos de cadencia ya que la música es un arte y depende de la creatividad. Sin embargo en el transcurso de la historia se han utilizado con frecuencia ciertas cadencias gracias a su conocida funcionalidad. Existen dos categorías para las cadencias: cadencias conclusivas y cadencias suspensivas.
Las cadencias conclusivas son aquellas que alcanzan una resolución y por lo tanto una finalización clara. Por el contrario, una cadencia suspensiva es aquella que no brinda una resolución y que provoca la sensación de que el sonido debe continuar.
Para ambos tipos de cadencia existen algunos tipos estándar.
Cadencias conclusivas
- Cadencia perfecta: Va directamente de la dominante (V) a la tónica (I).
- Cadencia imperfecta: Va de la dominantes (V) a la tónica (I) pero la organización de las notas se encuentra invertido o la voz más aguda no resuelve al primer grado.
- Cadencia plagal: Va de la subdominante (IV) a la tónica (I).
- Cadencia compuesta: Sucesión subdominante (IV) - dominante (V) - tónica (I).
- Cadencia preclásica: Sucesión subdominante (IV) - dominante (V) – dominante octavada y tónica (I).
Cadencias suspensivas
- Semicadencia: Cuando se da un reposo en la subdominante (IV) o dominante (V), pero no resuelve aún.
- Cadencia imperfecta: cuando en una cadencia perfecta el acorde de tónica se produce en un tiempo débil o si alguno de sus acordes se encuentra invertido (cuando la nota fundamental del acorde no es la más grave).
- Cadencia rota o deceptiva: cuando una cadencia da la sensación de que resolverá a la tónica pero en cambio ese acorde es sustituido por un grado no resolutivo.
Con estos conocimientos de la cadencias ya tienes un acercamiento para las bases de la música y de su composición. La música se compone de muchas relaciones que debemos ir estudiando poco a poco, para poder expresarnos en el arte con propiedad.
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