Diferencias entre bacterias y arqueas

Antes de entrar a conocer las diferencias entre bacterias y arqueas vamos a conocer mejor estos organismos. Las bacterias son organismos unicelulares sin núcleo definido por una membrana nuclear que se encuentran en cualquier lugar de la biosfera, siendo unas de las formas de vida más ancestrales. Curiosamente, en el cuerpo humano, la cantidad de células bacterianas supera a las células humanas.

Aunque existen muchas especies bacterianas, solo unas pocas son peligrosas para los seres humanos; la mayoría son inofensivas. Por ejemplo, el Haemophilus influenza, que puede causar meningitis y neumonía en niños pequeños, y el Vibrio cholerae, responsable del cólera, son ejemplos de bacterias patógenas.

Las bacterias cuentan con diversas características en su estructura, como el ADN circular cromosómico, los plásmidos, la membrana celular, el citoplasma, los ribosomas y la pared celular.

Algunas bacterias tienen una cápsula fuera de la pared celular, lo que les permite adherirse a superficies, protegerse contra la deshidratación y resistir el ataque de otras células.

Además, algunas especies bacterianas están equipadas con flagelos para moverse y pili para adherirse a superficies.

Descubre aquí qué es una célula procariota.

Las arqueas son microorganismos descubiertos hace solo 130 años que inicialmente se confundieron con bacterias. Sin embargo, forman una rama separada en el árbol de la vida, junto a las bacterias y los eucariontes.

El primer genoma de arquea secuenciado completamente fue el de Methanococcus jannaschii, publicado en 1996.

Estas criaturas comparten muchas características con las bacterias, como el ADN circular, la membrana plasmática, la pared celular, el citoplasma y los ribosomas. Sin embargo, se distinguen por su membrana celular, que contiene lípidos isoprenoides con enlaces éter unidos a una base de glicerol-1-fosfato.

Aunque suelen ser microscópicas, algunas pueden tener un tamaño de hasta 400-500 nanómetros y adoptan diversas formas, desde redondeadas (cocos) hasta cilíndricas (bacilos) o irregulares. Incluso se ha encontrado una especie con forma cuadrada, el Haloquadratum walsbyi, descubierto en 1980 en la Península del Sinaí.

Estos seres tienen la capacidad de sobrevivir en entornos extremos, ya sea a temperaturas muy altas o muy bajas, lo que los clasifica como extremófilos. Hasta la fecha, no se ha identificado ninguna arquea patógena que pueda causar enfermedades en animales o plantas.

Ahora que ya has visto qué son las bacterias y qué son las arqueas, seguro que has detectado algunas de sus diferencias. Aunque comparten la característica de ser unicelulares y procariotas, sus diferencias son claras. Sin embargo, vamos a explicarte cuáles son las diferencias entre bacterias y arqueas .

Separación de hace 3.500 millones de años

Ambos grupos descienden de un ancestro común, pero se bifurcaron hace más de 3.500 millones de años, cuando la Tierra estaba en sus primeras etapas, con solo 1.000 millones de años de existencia.

Ausencia de patógenos en las arqueas

Las bacterias tienen la capacidad de actuar como patógenos, infectando organismos pluricelulares. Sin embargo, las arqueas carecen de especies patógenas, ni para los humanos ni para cualquier otro ser vivo.

Falta de fotosíntesis en las arqueas

A diferencia de las cianobacterias, que son bacterias capaces de realizar la fotosíntesis, ninguna especie de arquea tiene esta habilidad para aprovechar la energía solar.

Restricciones metabólicas en las arqueas

Las bacterias han desarrollado diferentes metabolismos a lo largo de su evolución, desde la fotosíntesis hasta la degradación de compuestos orgánicos e inorgánicos. En cambio, las arqueas están limitadas a la quimioautotrofía, obteniendo energía de la degradación de sustancias químicas como el ácido sulfhídrico o el amoníaco.

Primitivismo de las arqueas

La quimioautotrofía, el metabolismo primordial de las arqueas, se adapta a las condiciones de la Tierra primitiva, sin oxígeno y con escasa materia orgánica. Este rasgo refleja su estado evolutivo más temprano, ya que es capaz de vivir en ambientes que replican las condiciones de la Tierra antigua.

Disparidad en la cantidad de especies

La evolución bacteriana y su adaptación a diversos entornos es mayor, lo que explica su diversidad con aproximadamente 10.000 especies identificadas. En contraste, las arqueas han sido menos estudiadas, con solo 500 especies registradas hasta la fecha.

Preferencia de hábitats extremos por parte de las arqueas

Las arqueas tienden a habitar en entornos extremos, debido a su metabolismo y adaptación a condiciones primitivas. Aunque las bacterias también pueden vivir en estos ambientes, su distribución es más amplia y no están restringidas a ellos.

Variación en la composición de la pared celular

Aunque ambas poseen pared celular, esta tiene diferencias en su composición estructural: las bacterias contienen peptidoglicano, mientras que las arqueas no. Esta disparidad fue una pista crucial para clasificarlas en dominios separados.

Rango de tamaños más amplio en las arqueas

Las arqueas pueden variar considerablemente en tamaño, desde microscópicas hasta alcanzar dimensiones comparables con células eucariotas, como los glóbulos rojos.

Distintos mecanismos de replicación del ADN

Las arqueas utilizan mecanismos celulares de replicación, transcripción y traducción similares a las células eucariotas, a diferencia de las bacterias, lo que las sitúa como un puente evolutivo entre estos dos grupos.

Menor abundancia de arqueas

Aunque no hay cifras exactas, parece ser que las bacterias son mucho más abundantes que las arqueas en la Tierra.

Predominio bacteriano en la flora microbiana humana

En la flora o microbiota humana, las bacterias son los microorganismos predominantes, creando una simbiosis con nuestro cuerpo. Las arqueas, en cambio, tienen una presencia mucho menor en nuestro organismo.

Esperamos que esta lección te haya ayudado a comprender las diferencias entre las bacterias y arqueas. Si quieres seguir aprendiendo más acerca de este tema, no dudes en consultar nuestro apartado de biología.

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