Infinitivo, gerundio y participio: ejemplos
En español existen tres formas no personales del verbo: infinitivo, gerundio y participio. Se denominan así porque carecen de las desinencias personales que acompañan al resto de formas verbales. Además, otra de las características que singulariza a estas tres formas no personales del verbo es que estas pueden desempeñar, además de las funciones verbales correspondientes, las de un sustantivo (en el caso del infinitivo), las de un adverbio (el gerundio únicamente) y, por último, las funciones de un adjetivo (el participio, en este caso).
A continuación, en esta lección de unProfesor explicaremos el infinitivo, el gerundio y el participio con ejemplos sencillos y, así, veremos cómo se construyen y cuándo se emplean.
El infinitivo
Considerada como la forma básica y elemental del verbo, el infinitivo desempeña una función principal dentro del sistema verbal español, ya que la terminación de este sirve para clasificar los verbos según las tres conjugaciones existentes en nuestra lengua. Así, dependiendo de si el infinitivo termina en -ar ("cantar"), -er ("temer") o -ir ("vivir") el verbo formará parte de una u otra conjugación.
En cuanto a su estructura, el infinitivo posee dos formas: el infinitivo simple, que quizá sea el más común ("cantar", "viajar", "soñar", "querer", "comer", "temer", "sentir", "reír", "salir") y el infinitivo compuesto ("haber cantado", "haber viajado", "haber soñado", "haber querido", "haber comido", "haber temido", "haber sentido", "haber reído", "haber salido").
Con respecto a su función sintáctica, el infinitivo puede actuar como un sustantivo y, por tanto, llevar artículos y complementos:
- Huir nunca es una solución.
- Vivir el día a día intensamente es una buena opción.
- Me encanta escribir.
- Pedir perdón es un gesto de humildad.
- El leer libros en inglés es una buena forma de adquirir vocabulario.
- Anoche me fui sin cenar a la cama.
- Confío en aprobar el examen de mañana.
Con determinados verbos, el infinitivo ha experimentado un proceso de sustantivación, de manera que a partir de esta forma no personal del verbo ha surgido un sustantivo, como por ejemplo el deber - los deberes o el andar - los andares.
El gerundio
El gerundio se construye añadiendo a la raíz verbal la terminación "-ndo": en el caso de verbos de la primera conjugación "-ando" (cantando, bailando, saltando) y "-iendo" para los verbos de la segunda conjugación (bebiendo, tejiendo, corriendo) y también para los de la tercera conjugación (sirviendo, hirviendo, vistiendo).
Al igual que el infinitivo, el gerundio también consta de dos formas: el gerundio simple ("limpiando") frente a el gerundio compuesto, en la cual el verbo auxiliar "haber" también presenta la terminación propia del gerundio ("habiendo limpiado").
El gerundio comparte muchas de sus características con los verbos y adverbios, paralelamente al infinitivo con el sustantivo, por ejemplo. De esta forma, el gerundio puede funcionar como verbo y, por esta razón, acompañarse de complementos verbales:
- Estoy comiendo en un restaurante del centro.
- Caminando por la calle me encontré con mi mejor amiga.
- El otro día no podía dormir acordándome de ti.
- El niño entró gritando en su casa.
- Se marchó llorando.
- Date prisa que está empezando la película.
- Si tu hermano pequeño sigue molestando, me voy a mi casa.
Además, el gerundio no admite preposiciones (*por corriendo) y posee un valor intrínseco que señala una determinada duración en el tiempo, como en el siguiente ejemplo: Comiendo suelo ver la tele, el cual quiere decir que, normalmente, en el tiempo que transcurre mientras yo como, veo la televisión.
El participio
Terminamos esta lección sobre el infinitivo, el gerundio y el participio con ejemplos hablando sobre el participio. La formación del participio en español se hace a través del sufijo -ado para la primera conjugación (amado, despertado, terminado) y mediante la terminación -ido para los verbos de la segunda y tercera conjugación (aprendido, comido, bebido, vivido).
En español, hay algunos verbos irregulares que presentan dos formas de participio: atento - atendido, despertado - despierto, impreso - imprimido, freído - frito, tuerto - torcido. En estos casos, generalmente la forma irregular del participio cumple la función de adjetivo mientras que la forma regular se reserva para el verbo: En mi calle vive un hombre tuerto - El manillar de la bici está torcido (*está tuerto). Sin embargo, existen algunas excepciones, como el verbo "imprimir": He impreso los papeles o bien He imprimido los papeles, ambas son correctas.
Cuando funciona como adjetivo, el participio concuerda en género y número con el sustantivo al que acompaña: Estoy preocupado por ti - Mi madre y yo estamos preocupadas por ti.
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