Sufijo –ero: significado y ejemplos
El español es un idioma muy rico que gracias a una misma raíz consigue expresar distintos tipos de palabras y formar un vocabulario amplio. Gracias a la adhesión de distintas partículas podemos lograr transformar una palabra concreta haciendo variar su significado inicial. Los sufijos son unas de las partículas más utilizadas para realizar esta operación.
En esta lección de unPROFESOR vamos a centrarnos en una de ellas, en este caso hablamos del sufijo –ero, su significado y varios ejemplos para que sepas cómo se utiliza correctamente.
Qué son los sufijos
Las palabras en español pueden contar con distintos elementos que provocan que estas varíen y adquieran distintos significados. Lo más común para conseguirlo es añadir prefijos y sufijos que se colocan junto a la raíz de la palabra y le aportan una nueva variedad con un nuevo significado. Estos incluso pueden hacer que la palabra cambie y se transforme en otro tipo. Es decir, de un verbo podemos obtener, un sustantivo, un adjetivo, etc.
Los prefijos, como su nombre indica son aquellos que se colocan delante de la raíz y que van a hacer que esta vea modificado su significado. Del mismo modo, los sufijos también son partículas usadas en español pero que se sitúan siempre al final de la palabra, es decir, detrás de la raíz.
Dentro de los sufijos podemos encontrar distintos tipos. Estos se caracterizan por su forma y la función que cumplen con respecto a la palabra, pues, como señalábamos, estos pueden hacer que las clases de palabras se transformen y que estas cambien de significado.
Para aprender más sobre este tema, te recomendamos echar un vistazo la lección de unPROFESOR sobre los Prefijos y sufijos y más de 100 ejemplos.
Significado del sufijo -ero
En esta ocasión queremos hablar sobre uno de estos sufijos, el sufijo –ero. Esta partícula se coloca al final de la raíz de una palabra para crear una nueva con un significado diferente. Gracias a los sufijos como –ero, en su versión masculina y –era en su versión femenina, podemos crear nuevos sustantivos y adjetivos a través de un verbo o de otro tipo de palabras.
El sufijo –ero/-era es uno de los más usados en español debido a que es el encargado de denominar profesiones, ocupaciones y utensilios. Es decir, gracias a que añadimos este sufijo a la raíz de una palabra, podemos conseguir que cualquiera de ellas pase a denominar una profesión o un utensilio que se utiliza para realizar determinada acción. Para entenderlo mejor vamos a ver un ejemplo explicado.
- Partamos de la palabra carne, que se trata de un sustantivo femenino. Si queremos señalar a la persona que tiene su profesión o su ocupación en el ámbito de este producto y cuyo trabajo consiste en tratarla o venderla, debemos añadir el prefijo correspondiente.
- En este caso, si queremos señalar que la persona que trabaja con la carne es un hombre añadiremos el sufijo –ero. De esta manera la palabra quedaría conformada de la siguiente forma: carnicero. En este caso vemos que la e de carne se ha transformado en i. Esto es fruto de una evolución de la palabra.
- En el caso de que la persona que se dedica a la carne sea del género femenino, deberemos adaptar el sufijo para que concuerde con su género. En este caso, de la palabra carne, obtendríamos la profesión carnicera. Como en el caso anterior, la palabra ha sufrido una variación en la e, que ha sido sustituida por la i.
¿Se pueden formar plurales con el sufijo -ero?
Las palabras con sufijo –ero/-era también pueden formar plurales, es decir, tienen género y número. Si queremos referirnos a varias personas con la misma profesión deberemos usar siempre el género y el número adecuado, de manera que concuerden.
Teniendo en cuenta el ejemplo anterior. El plural en este caso, se formaría añadiéndole una s al final del sufijo -ero / -era. De esta manera obtendríamos la palabra carniceros, cuando se trate de género masculino, y carniceras, cuando sea de género femenino.
Ejemplos del sufijo –ero
Como ves el uso del sufijo –ero es bastante común y sencillo de aplicar en palabras para formar a partir de ellas profesiones. Para entenderlo mejor vamos a ver una serie de ejemplos del sufijo -ero:
- Panadero
- Relojero
- Camarero
- Tapicera
- Enfermero
- Cocinera
- Costurero
- Ingeniera
- Cartero
- Ganadera
- Jardinero
- Zapatero
- Camionero
- Pescadera
- Frutero
Como ves en estos ejemplos, algunas palabras también pueden tener varios significados. Como indicábamos antes en la definición del sufijo –ero. Este también puede designar utensilios que se usan para trabajar con ciertos elementos. En las palabras anteriores vemos unos cuantos ejemplos: la palabra frutero, por ejemplo, puede referirse a la profesión, pero también al recipiente que utilizamos para dejar la fruta. Lo mismo ocurre con las palabras zapatero, costurero, salero o azucarero, que también son ejemplos de esta polisemia.
Además, hay más palabras que se forman con este sufijo y forman la denominación de un utensilio pero que no coinciden con un profesión como, por ejemplo, ensaladera, aceitera, sopera, florero, limonero, ratonera, fichero, cajonera, etc.
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