Función del hígado en el aparato digestivo

El hígado es un órgano de color marrón-rojizo, con una forma muy similar a un triángulo. Como hemos dicho, pesa un promedio de 1,5 kilogramos y se encuentra ubicado en la parte superior derecha de la cavidad abdominal. Está situado justo debajo del diafragma y encima del estómago, el riñón derecho y los intestinos.

El hígado es uno de los órganos más importantes en cuanto al metabolismo, que está estrechamente relacionado con el sistema digestivo. Es el encargado de regular la mayoría de niveles de las sustancias químicas de la sangre. Además, secreta una sustancia conocida como bilis, que es la que ayuda a transportar los desechos

La sangre que sale del estómago y de los intestinos, pasa por el hígado. Este la procesa, la descompone y la equilibra. Por lo tanto, elimina muchas sustancias que podrían ser negativas para nuestro organismo, crea los nutrientes que necesitamos y metaboliza los medicamentos para que sean beneficiosos para el cuerpo, en vez de ser tóxicos.

Se conocen más de 500 funciones del hígado que son vitales. Para no marearte en exceso, vamos a presentarte las más importantes:

1. Produce la bilis: La bilis es la sustancia que ayuda a transportar los desechos hacia el exterior y descompone las grasas en el intestino delgado, durante el proceso de digestión.
2. Fabricación de proteínas específicas para el plasma sanguíneo.
3. Producción de colesterol y proteínas especiales para la distribución de grasas en todo el cuerpo.
4. Equilibrio y producción de glucosa según las necesidades del cuerpo.
5. Regulación de niveles de aminoácidos en la sangre, fundamentales para la formación de proteínas.
6. Procesamiento de hemoglobina y almacenamiento de hierro.
7. Conversión de amoníaco tóxico en urea, un producto final del metabolismo de las proteínas.
8. Depuración de fármacos y sustancias tóxicas de la sangre.
9. Regulación de la coagulación sanguínea.
10. Resistencia a infecciones mediante la producción de factores de inmunidad y eliminación de bacterias.
11. Depuración de bilirrubina, incluso de los glóbulos rojos.
12. Excreción de subproductos a través de la bilis (eliminados en las heces) y la sangre (filtrados por los riñones y excretados en la orina). Es una de las partes del sistema excretor.

Como has podido comprobar, el hígado tiene muchas funciones vitales para que nuestro organismo funcione en condiciones óptimas. El hígado humano es el centro de transformación del cuerpo, de distribución de nutrientes, de eliminación y de excreción de los metabolitos (sustancias nocivas). Además, tiene otros papeles imprescindibles, como el metabolismo de los glúcidos, lípidos y proteínas.

Cuando el hígado se ve afectado a causa de enfermedades, como por ejemplo la cirrosis, el cáncer de hígado o el hígado graso, entre otros, la actividad metabólica que estaba desarrollando, se ve alterada. Estas condiciones hepáticas no solo provocan la pérdida de funcionalidad del órgano, sino que también desencadenan una serie de efectos adversos en los procesos fisiológicos en los que el hígado desempeña un rol fundamental.

Entre las consecuencias más destacadas se encuentra la acumulación de bilirrubina y productos tóxicos, la alteración del metabolismo lipídico y glucémico, así como la afectación de los procesos de coagulación sanguínea. De manera progresiva, el deterioro de la función hepática contribuye al empeoramiento de los síntomas, empeorando la condición del paciente y generando un ciclo perjudicial para la salud general.

El mal funcionamiento del hígado también se conoce como insuficiencia hepática. Es de suma importancia estar alerta a los síntomas generales que podrían ser indicativos de una insuficiencia hepática:

• Coloración amarillenta en la piel y los ojos (ictericia).
• Sensación de hinchazón y dolor abdominal.
• Edema en las piernas y tobillos.
• Irritación cutánea o picazón en la piel.
• Orina con tonalidad oscura.
• Heces de color pálido o con presencia de sangre.
• Fatiga crónica persistente.
• Náuseas, vómitos y pérdida de apetito.

La confirmación de una insuficiencia hepática requiere la evaluación del médico, quien se apoyará en la revisión clínica, análisis de sangre para evaluar la función hepática, pruebas de imágenes diagnósticas y, en algunos casos, la realización de una biopsia.

Una vez identificado el problema, el enfoque terapéutico generalmente implica el control de la ingesta de proteínas, la restricción de sodio en la dieta, la eliminación completa del consumo de alcohol y tabaco, el tratamiento del sobrepeso si es relevante, y abordar la causa subyacente mediante el uso de medicamentos si es necesario.

Si quieres mantener tu hígado saludable y sentirte bien en general, aquí van cinco consejos prácticos:

• Come equilibrado: Asegúrate de tener una dieta balanceada con muchas verduras, frutas y cereales, y trata de moderar el consumo de grasas y alimentos procesados.
• Controla el alcohol: Si tomas alcohol, trata de limitarte a una copa al día si eres mujer, o dos si eres hombre. Aunque lo ideal sería considerar dejarlo por completo.
• Vacúnate si te los recomienda el médico: Si hay riesgo de hepatitis o ya has tenido alguna infección hepática, tu médico podría aconsejarte poner algunas vacunas.
• No te automediques: Siempre sigue las indicaciones de tu médico en cuanto a los medicamentos. La automedicación a veces puede complicar más las cosas, en vez de ayudar.
• Practica sexo seguro: Mantén relaciones sexuales seguras para prevenir infecciones y cuidar la salud de tu hígado.

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