Hidrosfera: definición para niños
En la Tierra, el agua es uno de los elementos más importantes para la vida, siendo vital para el ser humano y todos los seres vivos. La hidrosfera es el conjunto de partes líquidas del planeta, tanto mares y océanos como lagos, ríos, glaciales o aguas subterráneas.
A continuación, en esta lección de unPROFESOR.com vamos a ofrecerte una definición de hidrosfera para niños y que, así, puedan entender mejor este concepto. También conoceremos la evolución del agua en toda la corteza terrestre.
El agua en el planeta
El agua circula por todo el planeta transformándose su estado físico en una serie de procesos de carácter cíclico que denominamos ciclo hidrológico. Esa capa de líquido elemento que rodea la Tierra la denominamos hidrosfera y tiene su origen en la condensación y solidificación del vapor de agua existente en la atmósfera primitiva terrestre.
A través del agua y sus cambios dentro del ciclo hidrológico se produce una constante transformación de la superficie planetaria, modelando el relieve, siendo también responsable de la regulación climática.
En esta otra lección te descubrimos cómo se forma la lluvia con una explicación sencilla y apta para todas las edades.
Distribución del agua
El agua cubre casi las tres cuartas partes de la superficie de la Tierra y su distribución es la siguiente:
- El 97% del agua del ciclo hidrológico se localiza en mares, océanos y lagos salinos.
- El 3% del agua del planeta es dulce, con la siguiente distribución: 75% de glaciales y mantos de hielo, 24% de agua subterránea y menos del 0,5% corresponde a ríos, lagos, el suelo y la atmósfera (que se encuentra en forma de vapor de agua y supone una mínima parte del total -0,001%-).
- No podemos olvidar el de la biosfera que se halla en el cuerpo de los seres vivos, suponiendo un 0,0005%.
En la época de las glaciaciones, el porcentaje de agua que había en los glaciales y mantos de hielo era mayor, y menor en los océanos.
La densidad del agua de los océanos es mayor que el agua dulce debido a su salinidad, ya que a mayor cantidad de sales más densidad. A la inversa ocurre con la temperatura, a más temperatura menos densidad. Por lo tanto, el agua más densa se encuentra en los mares polares.
Estados del agua
Tres son los estados en los que podemos encontrar el agua en la hidrosfera:
- Líquido: que se localiza en mares. océanos, ríos, lagos y aguas subterráneas.
- Sólido: que se origina en glaciales y casquetes polares por la acumulación de precipitaciones en forma de nieve.
- Gaseoso: que se condensa y forma las nubes.
El ciclo hidrológico
Los cambios de estado del agua y el ciclo hidrológico tienen lugar gracias a la energía procedente del Sol (causa la evaporación y evapotranspiración) y la fuerza de gravedad (produce precipitaciones, escorrentía y la infiltración), dando lugar a un circuito cerrado que pone en movimiento grandes masas de energía y agua en la hidrosfera.
La energía del Sol es la responsable de que se produzca la evaporación del agua de la superficie del planeta, tanto de los mares y océanos como de los continentes, teniendo lugar una acumulación de mucha energía como calor latente. Además, tampoco hay que olvidar el vapor de agua que transpiran los seres vivos. Los dos procesos reciben el nombre de evapotranspiración.
Siguiendo el ciclo, al ascender se produce un enfriamiento y condensación del agua, formándose nubes. A través de las precipitaciones, el agua vuelve a los continentes y océanos en forma de lluvia o nieve, dando lugar a varios procesos:
- Escorrentía superficial: en los suelos saturados de agua hay retención y el líquido transita sobre la superficie con diversas corrientes, formando ríos, torrentes, etc.
- Escorrentía subterránea: los suelos que son permeables y no saturan producen infiltración en el terreno, formando aguas subterráneas y acuíferos que afloran finalmente en el mar.
- Retenciones: hay también retenciones de agua que forman lagos, pantanos, glaciales, etc.
En cuanto al balance del ciclo hidrológico, en los océanos hay mayor evaporación de agua de la que se precipita. Por otro lado, en los continentes se precipita más agua de la que se evapora. Los continentes tienen un balance positivo de agua y los océanos, negativo. Esto se compensa por el agua que retorna a los océanos desde los continentes, equilibrándose el balance global del ciclo hidrológico.
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