Qué es la espermatogénesis y sus etapas

Como decíamos, la espermatogénesis es el proceso de formación de gametos masculinos o espermatozoides a partir de unas células llamadas espermatogonias.

Este proceso tiene lugar en unas estructuras de los testículos que se llaman túbulos seminíferos y alojan las espermatogonias. En estos túbulos también se albergan unas células fundamentales para este proceso, como son las células de Leydig (secretoras de testosterona) y las células de Sertoli (células de sostén y nutrición secretoras de hormonas).

Este proceso tiene lugar durante la pubertad, pues es cuando los túbulos ya están diferenciados, si bien en el momento del nacimiento ya alojan células germinales primordiales, aunque aún son estructuras inmaduras. La duración de este proceso se calcula alrededor de entre 64 y 72 días y está muy controlado hormonalmente, siendo a nivel superior controlada por la secreción de GNRH (hormona liberadora de gonadotropina) por el hipotálamo, que provoca que la hipófisis libere LH (hormona luteinizante) y la FSH (hormona foliculoestimulante).

A su vez, la LH influye en las células de Leydig para que secreten testosterona y la FSH, sobre las células de sertoli, regulando la secreción intratubular, estimulando la espermatogénesis, la síntesis de la proteína transportadora de andrógenos y la proteína inhibina.

Imagen: Esquema

La espermatogénesis se puede dividir en las siguientes fases (aunque distintos autores puedan usar otra clasificación). Así pues, las diferentes etapas de la espermatogénesis son las siguientes.

Fase de proliferación

Las espermatogonias sufren mitosis para que la cantidad de células sea amplia. Esta fase comienza con las espermatogonias tipo A pálidas que se dividen por mitosis para dar lugar a más espermatogonias tipo A pálidas y dos espermatogonias tipo B, que son las que por mitosis darán lugar a los espermatocitos primarios y seguirán todo el proceso.

Además, existen unas espermatogonias tipo A oscuras que son como una especie de células madre de espermatogonias o células de reserva y que solo se dividen ante una reducción drástica del número de espermatogonias. Todas estas células poseen aún la dotación cromosómica diploide (2n), o sea, 46 cromosomas.

Fase meiótica

La meiosis se trata de una división celular similar a la mitosis, pero donde se reducen a la mitad el número diploide de cromosomas (2n) para formar cuatro células con la mitad de cromosomas que la original, o dotación haploide (n). Constan de dos divisiones:

• Meiosis I: la sufren los espermatocitos primarios (2n) para dar dos espermatocitos secundarios, con la dotación haploide de cromosomas (n=23). Es la división reduccional de la meiosis propiamente dicha.
• Meiosis II: la sufren los espermatocitos secundarios (n) para dar dos espermátidas (n). Es prácticamente igual que una mitosis normal.

Fase de espermiogénesis o espermiohistogénesis

Las espermátidas no se dividen, sino que sufren un proceso de diferenciación conocido como espermiogénesis para transformarse en espermatozoide. Estos cambios consisten en:

• Reducción y condensación del núcleo
• Alargamiento con formación de cabeza y cola
• Desprendimiento de parte del citoplasma y finalización de la citocinesis, que es el proceso en el cual se divide el citoplasma de las nuevas células formadas durante las divisiones nucleares. El desprendimiento de parte del citoplasma genera unos cuerpos residuales que son fagocitados (engullidos y digeridos) por las células de Sertoli
• Acúmulo de mitocondrias en la primera porción de la cola. Estas mitocondrias serán necesarias para generar la energía necesaria para el movimiento de la cola.
• Formación del acrosoma alrededor del vértice de la cabeza: es como un capuchón que deriva del aparato de Golgi y que contiene las enzimas necesarias para penetrar en las capas que rodean al núcleo del óvulo durante la fecundación.

La razón por la que las células germinales siguen una división especial que reduce su número de cromosomas a 23, en lugar de los 46 típicos de la mitosis, es que al unir el gameto masculino y femenino durante la fecundación, se restablezca el número de cromosomas normal de la especie humana, 46. Si este proceso no fuera así, los humanos duplicaríamos nuestro número de cromosomas en cada división, lo que sería un fenómeno completamente inviable para la vida.

Lo segundo que hay que tener en cuenta es que los espermatozoides que acaban el proceso y abandonan la pared del túbulo seminífero mediante movimientos contráctiles de la cola, hacia la luz del túbulo, pasan al epidídimo donde adquieren su movilidad completa. Sin embargo, aún no poseen la capacidad de fecundar un óvulo, sino que además sufren un proceso llamado capacitación en su trayecto en el tracto reproductor femenino.

Ross, M. H., & Pawlina, W. (2013). Histología: Texto y atlas color con biología celular y molecular (6a. ed.). Buenos Aires: Médica Panamericana.

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